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Pasaron unos cuantos días desde que llegué a la ciudad y lo primero que hice, al tener algo de dinero que había estado ahorrando durante este tiempo, fue rentar un vehículo al lado de un sitio de alquiler de coches que estaba cerca del aeropuerto, seguidamente me dirigí hacia la Torre Davis, un edificio de apartamentos para alquilar o comprar, ya que me habían comentado durante mi llegada que era un buen sitio barato y sencillo para poder asentarme. Y así fue como hice, una vez allí me dispuse a comprar un pequeño apartamento humilde por unos 10.000 dólares, de lo que tenía ahorrado, la cual incluía algunos muebles indispensables como la cama, nevera, armario... Estaba bastante contento ya que estaba asentándome y dando mis primeros pasos en Los Santos, mi nueva ciudad.
En cuanto al tema laboral, me comentaron que el gobierno daba algunos trabajos para los nuevos ciudadanos, así que me apunté a trabajar de leñador y ahí estuve unos cuantos meses, conseguí la titulación intermedia de leñador y estaba contento, aunque la verdad que se ganaba muy poco para lo que se trabajaba, yo aspiraba a algo más, aunque no me podía quejar. Llegó el día que la app de anuncios del móvil vi que buscaban empleados en una empresa, la cual estaba empezando, que prestaba servicios jurídicos, de asesoramiento legal y elaboración de contratos con otro departamento dedicado a la publicidad y promoción de otras empresas o servicios. Me cité con el jefe de dicha empresa para realizar una entrevista laboral, pareciéndole a él ser yo un perfil adecuado para comenzar por el momento realizando labores de atención al cliente y publicidad. Podría ser una buena oportunidad para mí de poder reinsertarme tras mi paso por la cárcel y ser un hombre de provecho. Poco a poco fui ganando algo de dinero lo que me permitió hacerme también un cambio de look e ir un poco más arreglado, ya que de cara a mi trabajo debía ir con una presencia formal.