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Nombre de usuario: @Killeon
Fecha y hora estimada del suceso: 11/02/2021 21:31 GMT-3
Descripción: en el job de leñador, tras talar un árbol hay veces en las que los troncos se quedan volando en el aire, siendo inalcanzables. La gran mayoría de las veces (por lo que he visto) se da cuando el tronco toca el modelo del player. Sugeriría hacer que la disposición de los troncos cayendo sea siempre la misma, enfrente (del otro lado) del árbol y del player.
Pasos para replicarlo: cortar un árbol y moverse de forma espástica en cualquier dirección. No siempre sucede, depende de la disposición del spawn de los troncos (suele suceder más a menudo si uno de los troncos spawnea atrás del jugador).
Documentos gráficos: no considero que sea necesario.
Todos tienen de qué lamentarse, de la mano barajada que les tocó, de no haber llegado antes al compromiso, de no haber apagado la luz antes de salir de casa, de que te ayudaran cuando más lo necesitabas.
De la unión de Harry Curtis y Clarise Strömann (ahora Curtis), llegaron al mundo, por las puertas de Los Santos, dos niños y una niña. En orden de arribo, Thomas, Michael y Louise nacieron en una familia de clase media acomodada, seguridad económica garantizada por la labor reconocida en investigación farmacológica de su madre, con un grado nominal de apollo por el consultorio psicoterapéutico de su padre. Nunca pomposo pero menos aún humilde, la familia Curtis le brindó lo mejor posible a su alcance a sus hijos: educación, atención a la salud, alimentación, ejercicio. Pero si en algo escatimaban, irónicamente, era en atención a sus hijos. El famoso "sufrir en una mansión de Vinewood Hills es mejor que sufrir en bicicleta".
Tan pronto como llegó al mundo supieron sus padres que Michael sería "el distinto" de la familia, algo en esos pequeños ojos sin formar lo expresaban mejor que cualquier palabra que pudieran expresar, aquel 21 de Agosto del '88. No dicho pero hecho, Michael efectivamente no era ni interesado por las ciencias naturales como sus padres y su hermano mayor, ni interesado en las artes plásticas como su hermana menor. Así, sea por crianza o por genética, Michael recibió un trato ligeramente distinto al de sus dos hermanos por parte de sus padres, pero completamente distinto en las escuelas. Tan semejante en semble pero tan distinto en personalidad, Mike sufrió desde el principio de su educación formal hasta su final abrupto de ella, las comparaciones con sus padres, con sus hermanos, con sus compañeros, con su ambiente tan rimbombante pero que a el tan poco le importaba. Correr, ver, sentir, oler, estar, mucho más importante que cualquier regla semántica del inglés o que quién hizo qué hace cientos de años.
Ser víctima de bullying por parte del ambiente en el que creció probablemente habría sido terrible de no haber tenido amigos fuera de los círculos de las clases pretenciosas que alcanzaba su familia. De todos ellos, aquel muchacho llamado Eddie era su compañero de aventuras, el único con el que podía hacer cualquier estupidez sin que nadie se lo reprochara o pensara siquiera por un momento en su seguridad. Así se formó el temple de un hombre que no necesitó la validación de otros para crecer, intrépido, comprensivo pero también muy cabeza dura. Un hombre que al día de la fecha mide poco menos de un metro ochenta, de tez blanca y cabello moreno y desarreglado como siempre gustó.
Michael no es del tipo de persona que lamente su pasado, pues él contenta con la persona que es y con dónde estaba, trabajando de seguridad privada en un cargo tan simple como impedir que entren "portadores de caras peligrosas" en el garage de un amigo personal de los padres. Esa vida ya quedó en el pasado, de todos modos, pero sin lamentarla. Con ella también se fue Eddie y vino el lamento por el resto de su vida. De no haberlo podido ayudar cuando más lo necesitaba, de no haber captado sus pedidos de auxilio. Cuándo lo necesitaba es una buena pregunta, pero la respuesta no era tan fácil de percibir en su momento. Eddie pasó, como Mike, una infancia atosigada para el éxito pero nunca alcanzandolo, el eterno fracaso de su familia, muy similar a la de Michael pero incluso aún más disfuncional: su padre escrachado por sus amoríos, su madre una abusiva emocional y adicta a los narcóticos. Puede que Ed pidiera ayuda de formas que Mike no entendía, con algunos modismos extraños, con ciertas formas fuera de tono o con una sobredosis de humor oscuro. Sin hermanos, sin padres, solo con amigos que con el paso del tiempo se iban distanciando (o por lo menos, pasaban menos tiempo juntos). Las últimas notas que dejó Ed demostraron que quien estaba en ese cuerpo ya no era aquel joven gordito lleno de ánimo por la aventura sino una persona consumida por la confusión llevada al extremo, por el sentimiento de vacío ante la lejanía de las pocas personas que le importaban. El 26 de Noviembre del 2020, Mike y amigos en común encontrarían a lo que fue Ed en su casa, un día después de haber tomado el atrevimiento de tomar todas las pastillas que fueran necesarias para calmar el dolor de su propia voz.
El duelo no fue fácil, probablemente fue la única etapa en la que su padre lo asistió de forma positiva para el con terapia e incitandolo a salir del caparazón frío en el que se había encerrado. Actividades tanto académicas de bajo nivel como físicas no solo mantendrían la salud de Mike, sino que también lo llevarían al suceso que lo llevó a decidir cómo dedicar su vida: el salvar a un jóven adolescente del barrio de un robo violento. Nada gratis, Michael terminó en el hospital con un par de puntos en el estómago pero sin repercusiones mayores, y el muchacho no solo no fue víctima efectiva sino que tampoco resultó herido. El agradecimiento de ese muchacho, esa persona que necesitaba desesperadamente que alguien lo salvara marcó un antes y un después para el ahuecado Mike.
Sin empleo, sin amigos, con una familia cercana pero distante, Michael no se rindió. Tras perder su empleo por inasistencia, período de duelo por Eddie, se encuentra con sus últimos ahorros y un poco más de su padre. Con un objetivo concreto pero sin fin, Mike dedicará lo que queda de su vida a ayudar a la gente de forma que pueda, con sus incapacidades académicas consideradas.
(((Texto finalizado, realizándolo en una imagen para una lectura más amena)))
(Versión texto)
Spoiler
Los padres de Jim, como los padres de cualquier otro, tiraron esa moneda al conocerse y cementaron su juventud con la mala cara de la fortuna. Aquel 29 de Septiembre del 2001, en Liberty City, Jim tuvo la desgracia de ser el hijo único de la fugaz pareja de Edward Marston y Angela Miller, un fracaso de casanova endeudado con todo juego de azar por existir y una ex-modelo irlandesa de poca monta llevada a croupier de un casino clandestino, que hoy ya nadie recuerda.
Así, como muchos otros niños de la sociedad acelerada en la que vivimos, Jim creció con el apellido de su madre, sin padre ni figura paterna de autoridad, rodeado de muchachos con un destino casi sellado en las calles de South Bohan, bajo la perdida mirada pero ágil mano juiciosa de su madre. Incluso cuando no hacía nada raro o peligroso, Jim recibía su -no tan- merecido. ¿Qué niño podría crecer con actitud si vive con miedo de la primera persona en el mundo que debiera cuidarlo? No podría culparlo yo de ser un pequeño escurridizo y ávido con las palabras, pero no tan rápido con la mente.
Pero el muchacho no se dejaba callar, no permitiría que su madre se saliera con las suyas, no señor. A cada imposición de su madre, Jim encontraba la forma de evitar o escapar. No fue solamente su ambiente familiar el que lo llevó a improsivar o perecer, sino también los niños y luego muchachos con los que pasaba días enteros en la calle, evitando las preocupaciones del estar puertas adentro, y como cualquier joven de barrio, realizando travesuras más destructivas que inocuas.
Cualquiera que conociera a Jim sabría perfectamente que su madre estaba “rayada” como un disco, casi ausente de alma pero presente de cuerpo para castigar a Jim por razones que se difuminaban entre aquella persona que había sido su padre y aquella otra persona que era Jim. Como esperaría cualquiera, con el pasar de los años su condición mental se deterioró al punto que forzó a Jim a abandonar la escuela solo para emplearse como cadete en una fábrica y poder sustentarse a el y al caparazón vacío de mente que era su madre.
Diecinueve años tendría Jim cuando decidió que esa no era vida para nadie, ni para sí ni para su madre, quien por última vez en su vida decidió apagar las esperanzas del jóven. Sin el perdón de Dios, la única víctima de esta historia le propinó un golpe tan fuerte al muerto viviente que le rompió la muñeca derecha. ¿Quién podría culpar a un jóven como Jim en esa situación?
Angela terminó en un hospital psiquiátrico, lejos de donde pudiera alcanzar y perjudicar a Jim, mientras que él fue enviado a Los Santos bajo la tutela de su tía, Jenny, quien nunca conoció no que supo que existía hasta verle la cara al juez.
Ya pasaron unos meses desde que Jim con sus 19 años llegó aquí, con esa inconfundible cara picarezca pero tranquila, de alguien que ansía una aventura, alzando hasta sus 1.71 metros y su físico que lejos de estar tonificado, por más trabajo duro que suerte, goza de salud más allá de su astigmatismo de casi 2 puntos en cada cristal. Detrás de esos cristales yace un íris marrón oscuro profundo, aunque no tan moreno como su cabello, lacio y corto.
¿Está mejor aquí que allá? Claro que sí, o eso piensa su tía, que como toda mujer que deseó alguna vez ser madre, lo cuida como si fuera su propia cría en un dos ambientes en Vespucci. ¿Y para Jim? Culpable de pensar que todo es simple. ¿Puede una persona, tan poco deseada y tan rechazada como él tener una verdadera chance de vivir como un duque? ¿Podrá Jim encontrar a alguien que no lo deteste simplemente por existir, que lo entienda?
Así, quien conozca a Jim entenderá que es un jóven más pícaro que inocente, pero lo suficientemente astuto como para comprar a aquellos que no lo conocen realmente. No es nada fácil acercarse como amigo a un jóven ventajero y sufrido, y no ayuda que su verborrágia venga acompañada de algun plan ruin. Como una ametralladora de palabras, se expresa muy notablemente con tics y gestos físicos, acelerados. A pesar de su ser y por el flagelo materno, Jim está contento consigo mismo pero no con cómo actuó con su madre por última vez, y por lo tanto desea cambiar para volverse más fuerte y que nadie más lo lastime, no a un nivel físico, sino a un nivel sentimental.
Si me preguntan a mi, señores, yo creo que Jim Miller tiene la proeza de no haber ni lastimado a un animal indefenso, y con ese pasado que no le deseo ni a enemigos, creo que alguien así, por más de que no entienda el mudno a lo ancho y largo, y necesite su aventura, tiene los huevos para vivir una vida inaudita de una persona que busca su fortuna en Los Santos.
(((Texto finalizado, realizandolo en una imagen más amena para la lectura)))
Fecha y hora estimada del suceso: 01/03/21 11:30 GMT
Descripción: si estas mirando la pantalla de TAB (la que tiene estadísticas y todo eso), y recibís una llamada, se te lockea el input de forma tal que no podes atender la llamada, no podes cerrar la ventana de TAB y lo único que podes hacer es cambiar entre ventanas de la interfaz, pero no cargan. La única manera de unlockear el input es que te cuelguen la llamada.
Pasos para replicarlo: abrir la pestaña de TAB y recibir una llamada telefónica.
Documentos gráficos: