Samantha Hamilton



  • Samantha Hamilton concebida en la enorme ciudad Chicago, es una chica rubia, con ojos azules, la cual fue criada por sus padres, Sarah Collins y Gordon Hamilton, ellos dos no eran las personas más adineradas del mundo, su madre, ejercía como enfermera en un hospital de la ciudad. Su padre, era profesor de filosofía, él, durante toda su vida le enseñó a su hija sobre su profesión, sobre cómo él veía las cosas, esa filosofía le haría plantearse muchos aspectos de su vida, el por qué de varias cosas, por eso mismo, ella no se considera religiosa.
    Durante toda su infancia, Samantha recibía dos apodos, uno siendo Sam y el otro Sammy, tras crecer, se terminaría por acostumbrar a ese mote, llegando a usar el mismo hasta la actualidad para referirse a sí misma. (Cabe destacar que a ella le encantaba ese sobrenombre)

    Durante su adolescencia pasó los mejores años de su vida, donde haría amistades, saldría a hacer bobadas, divertirse, la flor de su crecimiento por decirlo de alguna forma.

    Tras cumplir los 18 años de edad, fue a la universidad, donde empezaría a estudiar medicina. Ella, no culminó su carrera por el sencillo hecho de que no le terminó de convencer, sus padres, no se tomaron para nada bien esta súbita elección por parte de su hija, así que tras una larga discusión con ella decidieron correrla de la casa. Ahora, Samantha se encontraba con muy poco dinero en su cuenta, al verse comprometida rápidamente se fue a la casa de una amiga, a pedirle ayuda, ella, acepto sin problemas, y así Sam, consiguió un trabajo de mesera en un restaurante cerca del paseo de las estrellas. Tras unos dos meses trabajando consiguió dinero suficiente para un alquiler, así fue que se dedicaría a sobrevivir durante un tiempo, hasta que finalmente se cansó de la vida que llevaba y decidió mudarse, tomó un autobús, las pocas cosas que tenía y emprendió rumbo a donde el destino le lleve. Tras recorrer medio país, se estableció en un lugar, Los Santos, ahí hizo su vida hasta el día de hoy, que tiene 23 años.

    A pesar de todo, ella suele ser una chica tranquila y poco problemática. Le gusta tener charlas profundas y filosóficas hasta cierto punto, intercambiar opiniones, etc.
    El hecho que sea tranquila y a veces reflexiva, no significa que tenga un lado más bromista, le gusta mucho hacer el payaso y reírse un momento.

    Su color favorito es el verde, pero prefiere verlo más en sus cosas que vestirlo.

    Usualmente usa ropa casual, es muy raro verle con alguna clase de prenda formal, o ropa lujosa. En ese aspecto es bastante simple, nada extravagante.

    No fuma, ni bebe alcohol, pero si de vez en cuando puede fumarse un porro sin problemas.

    Usualmente es reservada con su vida personal y sus problemas, no considera a los demás aptos para que le den consejos de ningún tipo, cree poder ser capaz de arreglárselas solas sin ayuda de nadie.

    Actúa de forma cobarde si siente, o directamente su integridad física está en riesgo, saldrá de la situación como sea, mientras ella esté bien, no importa nada más.

    Es inteligente, y suele darse cuenta fácil las cosas. Pero contrastando totalmente contra este rasgo, puede llegar a ser bastante inocente al hablar cierto tipos de tema, le es muy difícil pillar los dobles sentidos, más las indirectas.

    A veces suele estar perdida en sus pensamientos, a tal punto de llegar a no enterarse de nada, o perder fácil el hilo de la charla.


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