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JAVIER ORTIZ
NOMBRE COMPLETO: Javier Ortiz Dominguez
EDAD: 22 años.
LUGAR DE NACIMIENTO: Los Santos.
NACIONALIDAD: Estadounidense.
GÉNERO: Masculino.
PADRES: Mi padre se llama James Ortiz y mi madre Georgia Mel Dominguez; ambos nacieron en Los Santos, Estados Unidos. Mi padre es abogado, tiene 56 años, una complexión robusta con un peso de 90 kg y mide 180 cm. Posee una tez de piel blanca, ojos azules y cabello castaño. Por otro lado, Georgia es una mujer que se dedica al hogar, completó su bachillerato y contrajo matrimonio con James Benjamin. Tiene 50 años, mide alrededor de 170 cm y pesa 67 kg. Su piel es de tono claro, sus ojos son verdes y su cabello es rubio.
APARIENCIA FÍSICA: Ortiz tiene una estatura de 186 cm, pesa 80 kg y luce un cuerpo atlético. Su piel es clara, sus ojos son azules y su cabello es castaño.
PERSONALIDAD: Posee un enfoque intuitivo y tiende a ser introvertido en ciertas situaciones.
INFANCIA: Disfrutó de una infancia estable en términos económicos, residiendo al norte de Los Santos. Mantuvo relaciones amigables con sus compañeros de escuela y guarda gratos recuerdos de esta etapa.
JUVENTUD: En su juventud, experimentó un cambio, mostrando desinterés por los estudios y desarrollando un espíritu rebelde y fuera de los moldes.
SITUACIÓN ACTUAL: Actualmente reside de manera independiente en un departamento cerca de Legión Square. Trabaja en el negocio de un tío, que involucra la venta de productos de 24/7.
EDUCACIÓN: Ha completado niveles básicos y la secundaria.
AUTOBIOGRAFÍA
Javier Ortiz, nacido el 22 de abril de 1995 en Los Santos. Soy el hijo menor de mi familia. Durante mi niñez, compartí mi hogar con mi madre, mi padre y mi hermano mayor. Crecí en una casa ubicada al norte de la ciudad, donde la estabilidad económica era un factor. Mi padre, egresado de la Universidad Autónoma de Los Santos, se desempeña como abogado y es un experto en su campo. Mi madre se dedica al hogar y pasó gran parte de mi infancia junto a mí y mi hermano. A los seis años, inicié mi educación básica, aunque mostraba cierta distracción en clase. No era un gran amante de la escuela, pero disfrutaba de la compañía de mis compañeros y de los partidos de fútbol durante los recreos. En mis ratos libres, exploraba la guitarra de mi abuelo, aprendiendo poco a poco mediante tutoriales en línea. Aunque no era excepcional, disfrutaba del proceso. Al cumplir quince años, terminé la educación básica con calificaciones modestas, sin dedicarle el esfuerzo necesario. Mi padre, quien había invertido considerablemente en mi educación, manifestó su desilusión ante mi actitud. A pesar de sus expectativas, le comuniqué mi deseo de abandonar los estudios, ya que sentía que no era lo mío. Aunque con tristeza, aceptó mi decisión. Desde joven, me intrigaron las armas; mi padre guardaba una en su cajón, y a menudo me imaginaba como un oficial de policía mientras la sostenía. Aunque ahora lo veo como un comportamiento inmaduro, fue influenciado por las imágenes de persecuciones televisadas por Weazel News. Los años avanzaron, mis padres aumentaban la presión para que buscara empleo y saliera de casa. Reconozco que en esa época no contribuía mucho al hogar.