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El mayor sueño de Ruby, propietaria e ingeniera de Pit Stop, en busca de un futuro maravilloso para el sector automotriz.
Lo que buscamos en Pit Stop es llevar el mundo del motor a un nuevo nivel. ¿Cómo? Mediante la diversión. Creemos en las jóvenes promesas y por ello nuestra intención es la creación de una escuela de pilotos, desde pequeños y seguros karts para las nuevas generaciones hasta vehículos más potentes (tanto automóviles como motocicletas) para los adultos. ¡Pero eso no es todo! También pretendemos crear nuestra propia escudería, la cual por supuesto nos acompañará en la competición que nos encantaría crear destinada a aquellos pilotos hábiles en búsqueda de oportunidades y de iniciarse en la escena de las carreras de motor.
Aunque eso no es todo lo que nos gustaría hacer, ya que el sector automotriz es inmenso y no sólo nos acompaña en estas actividades deportivas, queda mucho por ver fuera de nuestros vehículos, como una bonita exposición de autos clásicos o de réplicas de vehículos famosos, así como encuentros o quedadas al puro estilo JDM como si nos encontrásemos en Daikoku Futo.
Pero no queremos limitarnos solo al asfalto y por ello no podemos evitar pensar en las disciplinas Off-Road, como los rallys, el motocross, el rock crawling o el enduro, entre otros. Desde luego, estos serían los escenarios ideales para que cualquier piloto demuestre su destreza y habilidad en terrenos más escarpados y hostiles.
¡No podemos olvidarnos de nuestros amantes del derrape! Por supuesto, queremos preparar rutas por la montaña, como si de una Touge se tratase, Gymkhanas increíbles, donde los conductores podrán demostrar su destreza en el arte del derrape controlado, así como algunas exhibiciones de esta fantástica disciplina donde es de admirar el control del piloto sobre su máquina. Sin ningún tipo de duda, promete ser un gran espectáculo.
Y por si todo esto no fuese lo suficientemente salvaje, tenemos más ideas para llevar a cabo, como intensas batallas sobre ruedas, donde la resistencia del vehículo juega un factor clave. Sí, hablamos de derbys de demolición. Son el evento perfecto para sacar toda la rabia acumulada de un modo divertido y con una organización que se preocupe, ante todo, de la seguridad de los pilotos.
Sabemos que no todo puede ser adrenalina, por ello, también hemos pensado que a todo el mundo le gusta llevar su vehículo reluciente, hasta da un subidón de autoestima cuando vas montado en un coche o una moto que brilla más que el mismísimo futuro. Por eso creemos que los lavados de vehículos temáticos son una gran oportunidad para mimar a tu fiel medio de transporte.
Nuestro principal objetivo es optar a la concesión de la gestión del circuito Vinewood Racetrack, en el cual realizaríamos nuestros eventos principales y utilizaríamos la zona de boxes para la reparación y puesta a punto tanto de los vehículos competidores como la atención a aquellos ciudadanos que deseen llevar su coche a otro nivel.
Así mismo, nos gustaría negociar un permiso para utilizar libremente el circuito Redwood Lights Track, ubicado en la zona de Harmony, donde querríamos llevar a cabo otros eventos deportivos que se adapten mejor a ese terreno.
Pit Stop Engineers.
Nuestro cualificado equipo de mecánicos está especializado en la preparación de vehículos de competición, destacando por encima de todo en la ingeniería automotriz. Por supuesto, reparan, customizan y dejan los vehículos al gusto de su cliente, cuidando cada mínimo detalle en el proceso.
Puede conseguir más información y ponerse en contacto con nosotros mediante nuestro Aplicativo
APOYO Está muy bien diseñado el proyecto además que los encargados tienen amplia experiencia en este ámbito
APOYO
Existen muchas ganas en este proyecto, aparte de búsqueda de rol por encima de lo demás.
Mucha suerte!
buena, se ve bien armado e inmersivo para la comunidad.
APOYO Estaria buenisimo, ojala se de, muy bien pensado.
Excelente proyecto, muy bien armado y muy interesante!
Muy triste ver como el Jefe del Taller ningunea a sus empelados y los trata mal, abusando q la corte aun no funciona para despedirlos a su antojo, la verdad lamentable.
Conocí el proyecto de casualidad y me quedé por las ganas, la pasión y la profesionalidad que llevan. Mi apoyo !
Es imposible conocer la historia de Pit Stop Engineers sin antes conocer un poco la de su propietaria, Ruby Lockhart, así como la de su padre, Daniel.
Daniel siempre fue un apasionado de la mecánica, de los coches y de la velocidad. Teniendo eso en cuenta, a nadie le sorprenderá que este se haya dedicado a la preparación de vehículos para pequeñas ligas de asfalto. Y no solo preparaba coches para algunos pilotos aficionados, sino que con su grupo de amigos preparaba un vehículo para poder participar en esas pequeñas ligas.
Daniel fue un buen piloto, especialmente para esas ligas menores, aunque una vez consiguió dar un salto en su trayectoria y se clasificó para una importante carrera fuera de su estado natal, Carolina del Norte. Fue un poco fruto de la casualidad, resultó que tuvieron que descalificar al ganador de la carrera en la cual le clasificaron por utilizar ciertas piezas no reglamentarias y el segundo sufrió una lesión que le impedía participar y esas dos posiciones que Daniel subió de repente, le pusieron dentro.
Al tratarse de un evento tan inesperado y con tan poco tiempo, no logró conseguir patrocinadores que le ayudasen en la ardua tarea de cubrir los gastos de preparar su propio vehículo, así como el desplazamiento y demás. Juntando todo su valor y con la ayuda de sus amigos, aunque justos, lograron tener el coche a tiempo. Al presentarse en la carrera, necesitaban un nombre para la escudería donde pararía en boxes, pero... ¡No tenía una escudería que le patrocine! Por un momento los chicos y Daniel pensaron que se quedarían fuera, hasta que Daniel sugirió "crear" su propia escudería temporal y llamarlo "Pit Stop", porque, al fin y al cabo, sólo necesitaban un nombre para la zona de boxes.
Daniel pudo correr y sus amigos le animaban como los que más desde su Pit Stop. Aunque no logró un podio ni una posición que le permitiese mantenerse en esas ligas con un poco más de renombre, ese día recibió el mejor premio de todos... Iba a ser padre.
Ruby, su hija, desde bien pequeña se interesaba por cómo funcionaban las cosas, ¡hasta desmontaba sus propios juguetes para ver los mecanismos!. Eso hizo que Daniel le empezase a enseñar poco a poco como preparar coches, el funcionamiento de un motor, etc.
Tras cumplir los 16 y sacarse el carnet de conducir, Daniel le regaló a Ruby su primer coche, un Chevrolet Camaro SS del 67. Estaba destartalado, la chapa era un desastre y el color se veía gastado. Juntos restauraron ese hermoso Camaro, dejándolo listo para nuevas aventuras.
Al terminar sus estudios obligatorios, Ruby tenía claro que quería dedicarse al mundo de la mecánica, pero llevándolo un paso más allá. Es por eso que decidió estudiar Ingeniería Automotriz en la Universidad de Kettering, Michigan. A medida avanzaba con la carrera, mayor era su pasión por el mundillo automovilistico, lo que la impulsó a matricularse en su último año de carrera en una especialización en Diseño Automotriz. Es cierto que no tenía mucho tiempo para descansar, pero sabía que si quería lograr sus sueños, debía dejarse la piel.
Por supuesto que regresó a Carolina del Norte con su familia, pero sin olvidarse de su propia filosofía del trabajo y sin estar dispuesta a dejar de luchar por un sueño. Cuando vio la oportunidad en Los Santos, no dudó ni un instante en mudarse a la otra punta del país.
Todo proyecto debe tener un inicio. Una ingeniera automotriz queriendo ser promotora deportiva... ¿Por donde debería comenzar? ¡Oh! ¡Claro! ¡Por tener su propia empresa de mecánica! Aunque eso requiere dinero, permisos... Y un taller, claro... Aunque eso último no sería un problema gracias al taller comunitario que tiene habilitado el estado de San Andreas al sur de la ciudad. Sabiendo lo que uno necesita, todo comienzo es más sencillo.
Una vez reunido el dinero para los tramites, se establece la empresa de mecánica "Pit Stop Engineers" en Los Santos. Y como no, necesitarían empleados, por lo que toca trabajar en un arduo proceso de selección.
Tras las primeras contrataciones, toca ponerse manos a la obra. No todas las nuevas incorporaciones cuentan con experiencia previa en el sector, pero las ganas de aprender que desprenden contagian de entusiasmo a cualquiera. Llega el momento de enseñarles cómo queremos trabajar y por qué debemos destacar.
Así, Ruby citó a sus nuevos empleados y, con la pequeña grúa que adquirió para trabajar, pudo explicarles bien cada pequeño detalle del motor, desde lo más sencillo como limpiar el filtro del aire, hasta cambiar la bomba de combustible o identificar de dónde vienen las fallas en el sistema eléctrico.
Una vez puesta a punto la pequeña grúa y con un pequeño equipo humano constituido, el estado otorga un pequeño encargo a la empresa en el que poder demostrar su valía. Había que llevar unas herramientas y partes de vehículos hasta diferentes lugares en donde algunas personas se habían quedado tiradas. El equipo no dudó en ponerse manos a la obra en cargar todo lo necesario en la grúa, verificando siempre que las piezas no se rayen y que estén bien sujetas.
Una vez finalizada la carga de materiales necesarios, llegó el ansiado momento de sacar a pasear la grúa que con tanto esfuerzo habían logrado comprar y pusieron rumbo a junto el primer cliente, con un hermoso atardecer acompañando durante el camino.
Tras la primera entrega, el cliente le comentó a los chicos lo satisfecho que había quedado con su labor, pues ha sido un servicio rápido y eficaz. Luego se dirigieron a realizar la segunda entrega tras las bonitas palabras que este les dedicó.
Los pequeños detalles no sólo hay que cuidarlos en el trabajo, asegurándose de que todo esté perfecto, sino que también hay que cuidarlos en la vida del día a día. Es por eso que, en ocasiones, parar 5 minutos para tomarse un refresco disfrutando de la última luz del día, es importante para recargar nuestra propia batería.
Ya sintiéndose con energías renovadas, retomaron el camino hasta la tercera y última entrega. Aun con la pausa para el descanso, iban en tiempo más que de sobra para no defraudar ni al cliente ni al Estado. Lo importante, es que todas las partes quedaron satisfechas. Los clientes recibieron en hora lo que precisaban. El Estado pudo ver la valía de Pit Stop y la empresa tuvo esa bonita sensación de un trabajo bien hecho.
Estamos seguros de que el cariño puesto a los pequeños detalles, es lo que hizo que el Estado no los tuviese de prueba mucho más, pues, claramente, se estaban esforzando y poniendo todas sus ganas y su corazón.
Tras conseguir la confianza del Estado y viendo la demanda por parte del mismo, llegamos a la conclusión de que la grúa quizás era un poco pequeña, así que, tocaba buscar una más acorde a la cantidad de trabajo que tendríamos.
Pero el presupuesto, quizás, no era el más alto. Tras ver un anuncio de Larry's, donde comentaban que contaban con las mejores gangas del estado, optamos por ir hasta Sandy Shores a consultar.
El chico que estaba en ese momento nos dijo que, por desgracia, no tenían nada como lo que estábamos buscando, una grúa de buen tamaño, aunque no fuese en las mejores condiciones, pero nos comentó que, no muy lejos, había un centro de reciclaje, o como los lugareños lo llaman, un cementerio de aviones.
¿Cómo iba un cementerio de aviones a tener lo que buscamos?
Al llegar y acercarnos algo más a la propiedad, lo comprendimos mejor. No era un cementerio de aviones. Había todo tipo de vehículos... Coches, alguna embarcación, autobuses... Pero lo que menos había, eran aviones, aunque si es lo que más ocupaba espacio y se veía desde fuera.
Tras pasar la tarde revisando el lugar, acompañados de un señor ya algo mayor, dimos con nuestro particular diamante en bruto, pero estaba claro que habría mucho que pulir, y no solo metafóricamente. Aun así, sabíamos que no nos iríamos sin esa belleza de chatarra grúa.
La llevamos hasta el taller, donde tocaba revisar el motor y ver si esa pequeña (por llamarla de modo cariñoso) podía funcionar por si misma tras tanto tiempo parada.
¡Que sorpresa cuando tras, sencillamente, limpiar un poco los filtros y conductos, arrancó a la primera! Sin duda había sido una gran compra y una fantástica inversión.
Pero hablando de inversiones... Estas no son sólo materiales, también lo son en el equipo humano de Pit Stop. Sí, es importante saber de mecánica, pero si algo tenemos claro es que nadie nace sabiendo. Al día siguiente, tras presentarle la nueva grúa a los empleados, tocó una pequeña clase teórica y práctica para Heather.
Aprovechamos a un cliente que sufría problemas con las bujías y la batería, que ya le fallaba en ocasiones, y repasamos cuáles eran los cinco problemas más habituales que puede dar un motor y como proceder. Ciertamente, era un caso muy bueno para ello, pues, son dos de los cinco. Los tres restantes, ya os los contaremos en otra ocasión.
Con nuestras indicaciones y supervisión, Heather pudo hacerse cargo de la situación, efectuando una reparación digna de cualquier buen profesional. Sin duda, le augura un gran futuro en la empresa.
Ya con unos hermosos uniformes nuevos, toca ponerse manos a la obra con la restauración de esa vieja gloria que se ha comprado. Todos sabíamos que requeriría de mucho trabajo y también teníamos fe de que valdría la pena.
Comenzamos revisando el chasis, mas concretamente la suspensión, los frenos, la dirección, los ejes y ruedas, así como el sistema eléctrico y el estado en general del chasis.
Nos llevamos una buena sorpresa al comprobar que casi todo lo mecánico estaba en unas condiciones bastante buenas. Sí, un poco sucias y polvorientas, lo cual puede ser peligroso, pero se puede solucionar rápido. Mientras unos limpiaban y ponían a punto eso, otros se ocupaban de desmontar la carrocería para poder lijarla y sacar todo el óxido y suciedad.
La cadena de la grúa también estaba hecha polvo y esa no había modo de salvarla... Tocaba cambiarla sí o sí por una nueva, aunque el proceso fuese algo tedioso al tener que desenrollar la vieja y enrollar la nueva, asegurándose de que quede bien agarrada.
Volvimos a colocar una parte de las piezas de la carrocería antes de pintarla y de colocar la nueva cadena y, la verdad, es que aquello brillaba tanto que podías verte reflejado en cualquier parte. ¡Que agradable era ver así la grúa, bien pulida!
Ahora, solo faltaba una buena imprimación, la pintura y enganchar bien la nueva cadena. ¡Eso era pan comido con lo bien que estaban trabajando entre todos!
No es de extrañar que todo el equipo estuviese cansado, pues había sito un trabajo duro, aunque muy gratificante. Y sí, que menos que invitar a un refresco a todos los chicos y, cómo no, una buena foto para el recuerdo.
Recuerda que puedes contactar con nosotros mediante nuestro aplicativo o a través de nuestro teléfono de empresa: 408210
((Aquí encontrarás algunos de los /me del proceso))
Spoiler
Todo comienza a marchar como la seda, cuentan con un equipo humano maravilloso, una flamante grúa restaurada con el esfuerzo de todos, una reputación con el estado impecable... ¿Qué más se podría pedir? Oh... Sí, claro... Un taller en el que trabajar.
Ruby y Levius se ponen manos a la obra y revisan cada taller, no sólo de la ciudad, sino del estado. Y ciertamente hay muchos que no están operativos, pero hay un par que llaman su atención. Decididos, se encaminan al ayuntamiento a consultar sobre la situación de esos talleres, donde lo único que les han podido indicar es que se encuentran abandonados, en desuso. Querían preguntar más, pero debido a las próximas elecciones, no había nadie del gobierno que pudiera atenderlos.
¿No sería mejor darle una nueva vida a uno de esos talleres? Si, además... no hay nada de malo en que estén funcionando y dándole algo de vida a ese pobre taller polvoriento mientras no puedan firmar un contrato de compra-venta con el gobierno ¿no?.
Entonces, sólo faltaba instalarse. Para ello, apartaron los materiales de los anteriores propietarios, almacenando todo con mucho cuidado en cajas debidamente etiquetadas y llevándolas a un pequeño almacén que tiene el taller y comenzando a traer todo lo que precisarían para trabajar ahí. Poco a poco, el taller comenzaba a cobrar vida nuevamente.
Recién instalados en el taller, veían el movimiento de la zona y empezaban a dudar de si funcionaría, pues, el taller llevaba mucho tiempo parado. Sin embargo, poco a poco fue teniendo una buena acogida. Las primeras clientas del lugar fueron unas chicas muy amables con un problema con el sistema de aire y refrigeración del motor.
Y no fueron las únicas que confiaron en Pit Stop para reparar ese día. Empezó a correrse la voz de que ese taller volvía a estar operativo y con un buen equipo que se preocupaba por los detalles y de que todo quedase como nuevo.
Pero no sólo hubo reparaciones, también confiaron en el taller para la customización de un vehículo. El cambio de piezas no supuso ningún problema, pero, al no contar el taller con una cabina de pintura, supuso un pequeño desafío que han podido sortear gracias a una buena gestión. Desplegaron una lona en el suelo y con un soplador de aire portatil la hincharon. Resulta que no era sólo una lona, ¡era una cabina de pintura portátil! ¡Que práctica!
Una vez asentados, invitamos a Yu Keiko, uno de los propietarios de Bazztep, para que conozca el lugar en el que nos habíamos instalado. A su llegada, le hicimos un tour por todo el lugar y en medio de la charla, salió la idea de organizar una ExpoMotor en la zona.
Ni cortos ni perezosos, comenzamos a trabajar mano a mano con Bazztep para la organización de esa ExpoMotor. Yu Keiko nos comentó que él podría encargarse de amenizar la velada con su mesa de DJ, así como de ayudarnos a promocionar la ExpoMotor y llegar a más gente.
Con el paso de los días, todo se iba afinando más de cara a esa ExpoMotor. Habíamos diseñado el cartel, el cual le mostramos a Yu Keiko entusiasmados y le gustó, por lo que los remitimos directamente a la imprenta para comenzar a ponerlos por la ciudad.
Buenas a todos los aquí presentes,
Hoy hemos recibido por culpa de terceros una Sanción a la Organización, hemos procedido a hablar con Staff, nos han informado que la única persona a la que avisan es al infractor que ha cometido la correspondiente falta a la Organización.
La base de esta empresa siempre ha sido el ROL. Tras casi dos años en este servidor, jamas hemos recibido una falta o una sanción en nuestros personajes, tanto en Orion como en Andromeda, sin embargo, no hemos dejado de recibir patadas por parte de Staff desde que montamos la empresa.
Esto ha acabado afectando de manera OOC a nuestras vidas para poder tener la empresa en "level 3" porque sin el preciado nivel, no podemos conseguir un taller, sin taller no somos mas que una empresa mas de una lista interminable sin ningún tipo de relevancia, que no puede salir del taller comunitario.
Tras hablarlo entre mi mujer y yo, hemos decidido CERRAR EL PROYECTO de manera permanente.
Un saludo y buenas tardes.