Biografía de Diane Schmidt

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• NOMBRE COMPLETO: Diane Schmidt.

• EDAD: 28.

• LUGAR DE NACIMIENTO: Schwerin (Alemania).

• NACIONALIDAD: Alemana-Estadounidense.

• SEXO: Mujer.

• PADRES: Emily Schmidt y Hans Schmidt eran de clase media-alta en la ciudad donde los dos trabajaban en empresas importantes.

• APARIENCIA FÍSICA: Diane mide 1.85, su color de ojos es celeste claro, el color de cabello es rubio-rojizo y tiene pecas en el rostro.

• PERSONALIDAD: Amigable, curiosa y cuidadosa con sus allegados..

• INFANCIA:

Nacida en Schwerin (Alemania) única hija del matrimonio de Emily Schmidt y Hans Schmidt, paso gran parte de su infancia en la ciudad. Sus padres eran muy trabajadores y, como no podían estar todo el día con ella, la dejaban en la guardería para que se relacionara y conociera a otros niños/as de su misma edad.

La madre de Diane era contadora en un banco reconocido y siempre estaba con mucho estrés. Diane siempre estaba dispuesta a darle un abrazo y mucho cariño cada vez que la veía llorando, sin entender mucho de la situación a su corta edad. Sin embargo, el padre de Diane era ejecutivo en una firma inmobiliaria importante, prepotente y adinerado pero cuidadoso con Diane; ella era la niña de sus ojos.

A pesar de que los padres se querían mucho y habían ido a terapia para resolver sus diferencias, no pudieron sobrellevar la carga del trabajo y el estrés que eso les suponía. Los padres decidieron divorciarse y la madre se llevó a Diane a Estados Unidos para comenzar una nueva vida, lejos de todo aquello que le hacía mal.

Por otra parte, Diane que tenía 5 años de edad, no entendía porqué su padre, al que le tenía mucho afecto y era con quien más tiempo pasaba, la estaba dejando y apartándose de su vida tan repentinamente.
Diane preguntaba todas las noches antes de dormir, si su padre iría a leerle un cuento a la cama, pero su madre le explicaba que su padre siempre estaría para ella, aunque ella no lo entendiese ya que no estaba físicamente allí.

Los años pasaron, la madre de Diane encontró un estadounidense con el que volvió a casarse y tuvieron otro hijo. Al cabo de 3 meses, este hombre se fue de sus vidas nuevamente dejando a la madre con la carga de otro niño. A Diane le entristeció ver a su madre nuevamente angustiada por otro abandono y se dijo a sí misma que ella no pasaría por eso.

En la adolescencia, Diane fue muy buena estudiante, era la mejor en matemáticas y ciencias. Por otra parte, no quería saber nada del amor; sus amigas trataban de ayudarla a encontrar alguien para el baile de graduación, pero no había caso…

Cuando de amor se trata siempre ha cerrado su corazón y tirado la llave a un vacío. Había comenzado a “conocer” chicos, pero terminaba esas citas mucho antes de saber el apellido. Le aterraba el hecho de que alguien le quisiera y ella tenga que entregar su corazón para que luego la abandonasen como su madre y pensándolo mas a fondo, como ese amor que le tenia a su padre, le había desmoronado todo ápice de cariño cuando la dejó ir – siempre pensando que él la había abandonado -.

Decidió entonces, escribir en el móvil a diario, los sentimientos que tenía para así no olvidarlos y recordarle que, si trataba de cambiar, caería en ese afán de encontrar el amor y dejar que otra persona le “hiciera daño”.

A los 28 años, Diane se muda a Los Santos tratando de encontrarse, de encontrar nuevas amistades, de buscar esa felicidad que tanto anhelaba.
Llegó a la ciudad y encontró a dos mujeres que le ofrecieron trabajo en una empresa de taxis, ella aceptó y quedó fascinada por el hecho de que, en tan poco tiempo, estaba notando sus progresos sin la ayuda de nadie.

Mientras estaba haciendo la ruta en el taxi como de costumbre, llama un tal “Doctor Amor” al teléfono de la empresa y pidió un taxi. Ella fue al lugar, vio un hombre de traje rosa y una guitarra; su voz le pareció interesante ya que nunca había escuchado un tono parecido, esto no impidió que entablasen una comunicación amena. La comunicación fue muy interesante para ambas partes, intercambiaron sus números para más adelante estar en contacto.

Pasaron un par de días, entre conversaciones, el “Doctor Amor” le ofrece hacer pruebas en su consulta y ella, un poco curiosa y nerviosa, acepta.
Tratándose de consultas relacionadas al amor, siempre se ha dejado llevar por el instinto y repitiendo “patrones” que veía en películas o series amorosas; siendo cariñosa y cuidadosa a los detalles sin sentirlo así…