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Splinter Buldwijn, nacido en 1988 en Holanda, y criado desde los tres años en Los Santos. Nunca fue un niño conflictivo mas allá de las típicas discusiones con otros niños, o pequeños enfados con sus padres. No hay nada a destacar de su infancia.
En la adolescencia empezó a explorar más "mundo", le gustaba la calle, la fiesta, y salir con los amigos. Jamás tuvo vicios como alcohol, drogas, o similares, pero llegó a codearse con vendedores y con amigos que consumían, aunque nunca tuvo influencia de nadie para moverse en ese mundo, y sus amigos jamás le insistían en consumir algo que él no quisiera.
Pocos meses después de cumplir la veintena, su madre enfermó, y pocas semanas después, la empresa de seguridad de su padre quebró, dejando a la familia casi en la ruina, costando cada vez más comprar los medicamentos para su madre. Splinter no tenía experiencia en casi ningún ámbito mas allá de la seguridad privada y tan solo por haber trabajado de vez en cuando con su padre, así que a la desesperada contactó con uno de sus amigos el cual antaño se codeaba con algunos traficantes a baja escala, y con pequeños ladronzuelos de comercios locales. Necesitaba dinero, no conseguía trabajo, y decidió la salida mas "fácil", trapichear con drogas y realizar algunos hurtos menores.
Con este estilo de vida, consiguió sacar algunos ahorros para ayudar a su madre, por suerte no era una enfermedad grave, o terminal, pero si una que necesitaba tratamiento constante durante al menos, un par de años.
Meses después, y aún dedicándose a los trapicheos, uno de los hermanos de su padre le ofreció trabajar en Holanda, en otra empresa de seguridad privada, así que Splinter, con los pocos ahorros que le quedaban, se compró un billete de avión y hacia Holanda que marchó. Su tío se encargaba de ofrecerle un techo durante los primeros meses, y un vehículo para desplazarse al trabajo.
Splinter consiguió de esta manera pagar el tratamiento completo de su madre, aun así estaba cómodo en Holanda y decidió quedarse casi diez años allí. A los pocos meses de acabar el tratamiento de su madre, consiguió alquilar una casa, y con ello trajo a sus padres a Holanda también.
Cuando Splinter estaba a punto de cumplir casi una década en su país de nacimiento, Holanda, recibió la llamada de la madre de aquel amigo que en su momento le ayudó a meterse en el mundillo de los trapicheos. Aquel amigo había fallecido por una sobredosis. Llevaba años limpio, pero tras quedarse desempleado, y entrar en depresión, volvió al consumo de drogas, llevándolo a la muerte. Por este motivo Splinter volvió a Los Santos, para despedirse de aquel amigo que, aunque desde fuera pareciese una mala influencia, jamás habría metido a Splinter en aquel mundillo "fácil" de no haber sabido a ciencia cierta que de verdad necesitaba el dinero.