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Oscar Campos, o más conocido como “Spirit” en la calle por sus compas, nacido en Tijuana, México un 11 de Septiembre de 1997, es un joven de 23 años frío y calculador, no se anda con tonterías, es uno de los pandilleros más temidos del área de Tijuana antes de que se trasladará a la ciudad de Los Santos y su mote “Spirit” todavía resuena por esas calles tras sus innumerables robos, asaltos, palizas y asesinatos, que dejó por esas calles. Innumerables actos que no eran del agrado de muchos y que por ello le hacen ser tan temido, al igual que su pandilla, una de las más grandes y temidas de américa central.
"De aquí para allá es territorio de la “18", dice Oscar Campos apuntando hacia el sur mientras transitamos en automóvil por Vespucci boulevard , en el área de Vespucci, el barrio donde ha crecido junto a “Los Aztecas, tras llegar a los EEUU.
"Y para acá", voltea la cara hacia el otro lado, "es de los Aztecas", los cuales defienden la “13”
Desde muy chamaco Oscar Campos se incorporó a las filas de la pandilla “Los Aztecas”, una de las pandillas más temidas y que tiene ramificaciones, principalmente, en Centroamérica.
¿Por qué lo hizo? Por muchas razones: desatención en la familia y en la escuela, necesidad de aceptación, el ambiente en que crecía, se podría decir que fueron las principales causas de que Oscar acabase por esos caminos que podrían ser un infierno para muchos y que de hecho, lo era.
Llegó a Los Santos cuando tenía 18 años, en 2015. Orden directo de los altos cargos de la clika, debido a una extensión de territorio, negocios y mucho más. La adaptación no fue fácil, ya que venía de una situación difícil allí en Tijuana, sus padres los cuales no estaban en la mejor situación le preocupaba bastante... su padre alcoholizado y su madre siempre metida en la iglesia, pero él sabía que tenía que avanzar y que negarse a una orden directa de los altos cargos de la pandilla era arrodillarse ante la mismísima muerte.
Dejó de ir a la escuela cuando cumplió los 12 años. Entonces empezó a probar el alcohol y la buena mota, empezó a delinquir y con ello a probar drogas más fuertes como el LSD o el perico.
Cada vez estaba más solo, los problemas en casa no se solucionaban, de hecho iban a peor, pero… a los 14 años se encontró con un grupo de pandilleros no muy amigable pero que con él desde el primer momento fueron muy gentiles y le ayudaron, tanto que se convirtieron en su nueva familia en los próximos años.
A los 15 abandonó su casa y se fue por completo al mundo de las pandillas, para servir a “Los Aztecas”. Una paliza fue la iniciación, si, es la ley de toda pandilla antes de ingresar a ella y ser uno más de esta. Ahí empezó todo, empezó a meterse en un mundo de drogas, delincuencia, tratos no muy lícitos que digamos y demás, que le llevaron a caer preso varias veces, por suerte siempre se las arreglaba para que tarde o temprano le soltasen.
Oscar, más conocido los últimos años por la ciudad de los Santos como “Spirit”, apodo que se le puso en los últimos años de su estancia en méxico como pandillero por ser reconocido como “indomable” u “imparable” una vez se prende y “veloz” huyendo de los tombos.
Este fué subiendo escalafones en la pandilla hasta llegar a ser uno de los que tiene más voz en ella y con ello luciendo los colores de la pandilla y sus joyas por toda la ciudad. Y como no y menos importante, la ciudad que conoció a sus gran hermanos “Luis Palma”, “Martín Cruz” y “Rafael Ramirez”, los cuales iban a acompañarle en esta historia entre pandillas, delincuencia y muerte.