Sebastián_Guerrero


  • FIB - Orion

    Sebastián Guerrero, tiene 30 años y nació en Santander, Colombia. Es un hombre hijo de Gonzalo Guerrero y Maria Clemencia Bueno, tiene un hermano menor llamado Brandon. De tez latina, cabello y ojos oscuros, mide 1,80 mts y pesa 77 kilogramos. Es un tipo con un alto sentido del honor, fuerza de voluntad, tranquilo, paciente, amable pero de un temperamento fuerte y que no teme demostrar si algo le molesta o le parece injusto.

    Le gusta ayudar a los demás, aunque suele castigarse a sí mismo de una manera un tanto exagerada cuando comete un error o siente que le hizo daño a alguien. De igual forma, una vez ha perdido su paciencia y entra en cólera, suele dejarse llevar por la rabia y hacer actos de los que después puede arrepentirse, incluso siendo consciente de los mismos.

    Tuvo una infancia tranquila, criado en el seno de una familia católica, sin muchos lujos pero con las comodidades suficientes para vivir bien. Se destacaba por ser un niño un tanto inquieto y con demasiada imaginación. Su padre abandonó su hogar a la edad de los 5 años, hecho que marcó su vida y definió muchos rasgos de su personalidad. Educado por una madre soltera, aprendió el valor del trabajo duro, la honestidad, y el buen trato hacia los demás, sin importar la raza, género y/o condición.

    Su juventud pasó por varios cambios, al ser de naturaleza tranquila y sensible, sufrió de abusos por parte de sus compañeros de estudio, en su etapa escolar. Esto lo sumió en soledad y depresión, situación que cambió a sus 15 años, cuando decidió cambiar su situación y atacó a uno de sus agresores, haciendo que sus demás compañeros disminuyeran considerablemente el acoso y que se pesaran dos veces en meterse con él.

    Si bien esto lo ayudo a salir de la tristeza, Sebastián pasó al otro extremo, de ser una persona pasiva a ser agresiva, sin tolerar la más mínima falta de respeto, incluso si ésta era en tono de broma simple o incluso de cariño. Esto lo llevó a volverse una persona conflictiva y con problemas con la autoridad.

    Al comienzo de su vida adulta, su padre, que si bien no desapareció del todo no tuvo mucha presencia por el resto de su niñez o de su adolescencia, reapareció brindándole un trabajo en un taller de reparación de máquinas. Durante este tiempo, poco a poco su progenitor fue dándole consejos y ayudándole a moldear y forjar su personalidad, supo ponerse en los zapatos de su padre, y por ende, en el de los demás, comprendiendo así que la violencia no lleva a nada, y que molestarse por todo tampoco iba a asegurar que su vida fuera feliz, solo amargura y rencor.

    Si bien ya no era una persona agresiva, se destaca que aún conserva ciertos rasgos de ese pasado, sin dudar en actuar cuando es testigo de una situación injusta, o al ver que alguien abusa de una persona que no puede defenderse. Si bien él sabe que el diálogo, así como otras estrategias, son el primer paso para resolver problemas, Sebastián no dudará en tomar acciones físicas de ser necesario, incluso llegando a dar la vida por sus ideales o seres queridos.

    Este nuevo cambio hizo que Sebastián pasara de ser una persona agresiva a asertiva, sin temor a decir lo que piensa y siente de manera clara y directa, pero sin llegar a ofender a quien no lo merece. Toda esta situación lo llevó a decidirse por entrar a la universidad y estudiar la carrera de comunicación social, donde se graduó con honores, llegando incluso a ganar un premio regional de periodismo, gracias a las tareas que desempeñó en el lugar donde realizó sus prácticas como becario.

    A diferencia de la escuela, Sebastián disfrutó mucho de su tiempo de universidad, donde continuó con su afán por llenarse de conocimientos, tuvo excelentes relaciones con sus profesores y conoció a 2 de sus más grandes amigos, Cristian Aguillón y Nilson Gamboa, ambos publicistas, los cuales considera hermanos de otra madre.

    Una vez obtuvo su diploma, viajó por distintas ciudades, donde ejercía su carrera gracias a sus dotes investigativos, desempeñándose en distintos trabajos, no solo como periodista o comunicador. Con el fin de buscar un mejor futuro para sí mismo y su familia, y por invitación de un amigo llamado Frank Miller, que conoció en otra ciudad, Sebastián llegó a Los Santos.

    Era la primera vez que llegaba a los Estados Unidos, sin embargo sus habilidades comunicativas y su dominio del inglés le facilitaron mucho las cosas. Con todas las ganas de progresar como persona y conseguir recursos para darle a su familia la vida que merecen, Sebastián tiene todas las intenciones de hacerse conocer dentro de Los Santos y fundar una empresa de comunicaciones, ámbito en el que ama desempeñarse y lo ha llevado muy lejos.


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