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Buen foro!!
Ultima actualización del post: 02/11/2023
Mateo, el hermano mayor de los Carrión perdió la cabeza después de la ruptura de la 104 Lost Souls, él no era consciente de la repercusión y el dinero que estaban generando, no era mucho, pero él es un chico que nunca tuvo nada, al perder todo esto y perder compañeros que siempre estuvieron a su lado para siempre buscaba un culpable ante todas las desgracias que estaban pasando, ahí entraba con quien compartía el poder, su hermano Alejo. MC culpó a este de las desgracias que le estaban ocurriendo a la 104 y decidió actuar.
En la charla Mateo le propuso a su hermano que le cediera el total mandato de la 104 a él, reclamándole que no tenia lo suficiente para liderar algo tan grande, y que lo único que hacía era perjudicar a la pandilla. Alejo se tomo como un ataque esto último, claramente se negó y la relación entre los dos hermanos comenzó a quebrarse.
Los Carrión vivían peleados día y noche, buscaban cualquier excusa para colocarse por encima del otro en todas las situaciones y así hacerse el más poderoso. Esto llegó a fuertes discusiones, incluso llegaron a enseñarse el arma el uno al otro, pero no había quedado en más que simples acontecimientos. Pero esta situación no podía seguir así para siempre, un día, Connor, mejor amigo y mano derecha de Mateo se acercó a hablar con él, y lo que le diría dejó de piedra a MC, Connor quería matar a Alejo.
Connor juntó a unos cuantos miembros de la 104 e hizo lo que le dijo a Mateo, Connor le metió una bala en la cabeza al Carrión menor, dejándolo muerto en el suelo. Solo quedó un Carrión.
Hasta ahora la 104 no había experimentado ningún capítulo con un final no muy agradable para ellos por fortuna, pero nada en la vida es eterno, y el dinero fácil tiene sus consecuencias.
El barrio comenzó a perder integrantes, la policía estaba muy alerta por un tiroteo que se ocasionó en Hawick, hasta que un día se presentó la PD de Los Santos en la plaza del bloque 104, no cogieron a mucha gente, pero algunos de los integrantes de la pandilla se fueron presos por porte de armas, de droga o murieron por fuego cruzado ante la policía u otras pandillas.
A parte de los acontecimientos con la policía, la 104 experimentó uno de sus peores momentos en todo lo que llevaba por la ciudad, algunos de sus integrantes más leales decidieron traicionar a la 104 y brindar información a pandillas rivales, tratando de matar a MC y gente con prestigio del barrio para acabar con la pandilla de Hawick. Esto desembocó en una serie de "Drive by's" y caídas constantes entre las pandillas, resultando mucha gente herida. Los chicos de la 104 tardaron en dar con las personas que habían traicionado a la familia, pero al dar con ellos acabaron con la vida de estos mismos, dejando un gran vacío en el bloque, mucha gente perdió la vida y dejó a la pandilla en una situación de debilidad.
Mateo y los chicos no iban a dejar que se olvidase el nombre de la 104 en las calles, tenían que hacerse más poderosos. Comenzaron a moverse por las calles, en busca de gente humilde, sin oportunidades y que tengan una vida parecida a los chicos. De esta manera ofrecerles un hogar y una forma de conseguir dinero.
Y así fue, fueron por los barrios, hablando con gente de los mismos y proponiéndoles trabajos para poder ganarse la confianza de Mateo y que posteriormente puedan trabajar y ganarse la vida en la calle al lado de los chicos de la 104 y unirse a ellos. Normalmente estos le pasaban algo de droga a los chicos de la calle, así podían ver como se movían estas personas, que tan rápido, a que precio, y con que facilidad lograban vender la mercancía sin ser atrapados por la puta policía. De esta forma consiguieron hacerse un hueco en la pandilla muchos chicos, reviviendo el espíritu de la 104 y haciéndola presente en las calles más que nunca.
Se debía reactivar el negocio de manera inmediata, los negros tenían que comenzar a moverse de nuevo por las calles para dejar presencia y poder sacar algo de pasta con la que sobrevivir.
Debíamos rodearnos de la gente adecuada para volver a controlar barrios bajos, quedaban cenizas de la 104 y había que levantar todo de nuevo y éramos conscientes de que con gente que merezca la pena de nuestro lado nos iría mejor.
Nos comenzamos a mover por los barrios, conociendo lo que se movía y los que se movían en cada lugar de los barrios de la ciudad, conocer de otras pandillas y reunirnos con las personas que conocíamos antes de la decaída de la 104.
Estábamos volviendo a dejar la huella que habíamos marcado en el pasado, pero aún faltaba algo, decidimos armarnos y a base de spray dejar un poco de nosotros por cada calle.
Teníamos claro que la vuelta a las calles no iba a ser fácil para ninguno de nosotros, pero sabíamos que íbamos por el buen camino, si seguíamos así no tardaríamos en alcanzar el respeto que teníamos en las calles anteriormente.
La 104 volvió a la normalidad que tenía antes de la desaparición de la original Lost Souls, el barrió volvió a estar lleno de vida de nuevo, eso significaba que el barrio estaría más protegido, pero también significaba que había más personas que alimentar.
Contactamos con algunos de los barrios cercanos y con los que habíamos conseguido formar algo de confianza, los negros se movían por todos lados con la misión de comprar y mover mierdas para conseguir armas para el barrio. De vez en cuando le pasábamos algunos ziplocs de cocaína a la gente del barrio para que lo moviera.
Teníamos el barrio en movimiento pero debíamos seguir progresando, la policía estaba pendiente a lo que pasaba en Groove y algunos barrios no vieron muy bien la resurrección de la 104 y venían a dar problemas por la zona, cosa que debíamos cortar de raíz.
Cuando parecía que todo comenzaba a mejorar, el barrio se llevó un gran golpe. En una noche agitada, la policía llegó al barrio llevándose a Mateo, le vieron disparando contra policías y su condena fue la máxima.
El último de los Carrión no saldría más de la cárcel, aunque él se podía seguir comunicando con los chicos, el barrio necesitaba nuevas personalidades, el barrio se quedó sin su líder y alguien tenía que suplirle.
Además debían seguir moviéndose, Mateo no fue el único que cayó en la prisión, pero como siempre se dijo, por más obstáculos que te pongan en la vida debes seguir sorteándolos.
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Teníamos almacenados cocaína, armas blancas y algunas armas de calibre ligero que queríamos vender, pero no debíamos exponernos tanto a que la policía nos descubriera, es por eso que debíamos buscar nuestros propios dealers que distribuyeran la mercancia.
Nos movimos por los barrios en busca de gente que quisiera mover todo eso por nosotros a cambio de un pequeño porcentaje de la venta, deberían ocuparse del trabajo sucio.