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Después de la pequeña reunión que tuvimos la noche anterior con alguna gente del Norte, me desperté bien tarde, casi a la hora de comer, y adormilado tuve que acercarme al banco central para arreglar unos papeles y sacar algo de dinero para las arcas del Club, ya que teníamos que seguir amueblando el piso que habíamos comprado temporalmente.
Los chicos poco a poco comenzaban a funcionar cada vez más, y cada vez mejor, la organización y la jerarquía comenzaba a dar sus frutos, Korey cuidaba de todos, yo cuidaba de los muchachos y a su vez, los muchachos cuidaban de los chavales. Aunque aquella mañana, había recibido una llamada y una buena noticia; nos seguía llegando más sangre irlandesa a combatir nuestra causa y a ayudarnos en nuestras filas.
Nora, la autentica Nora, la chica guerra del colegio, la cual no se dejaba pisar ni por nada, ni por nadie, suficiente tenia en casa defendiendo su puesto de hermana pequeña, con la horda de hermanos mayores que tenia por encima de ella. Una chica que llegaba con las ideas bien claras y con un carácter indomable, lo que necesitábamos como apoyo fuerte dentro del Club, aunque de momento, vendría como invitada unos cuantos días. Así que lo primero que tuvimos que hacer, fue presentársela a nuestro Sgt, y que uno de los novatos pusiera un par de cervezas mientras la conocían, a falta del resto del grupo y sobretodo, del Presidente.
Tras unos cuantos días en la ciudad, los chicos y yo necesitábamos un poco de aire fresco, de estar varias horas sentados en nuestros motos disfrutando de la carretera y del paisaje, y que mejor zona que irnos al norte, o eso fue lo que hablé en un principio con Korey, y a los pocos minutos ya habíamos montado una ruta con varias paradas, que en total fue casi de unas cuatro horas.
A los chicos les gustó bastante, estábamos casi todos, y fue una buena forma de poder integrar poco a poco a Nora en el grupo, aunque aún no nos habíamos puesto manos a la obra con su moto vieja, que la había traído directamente desde Irlanda. Parecía que a los chicos les había caído bien, y aquello era un buen punto de inicio; comenzar con muy buen pie.
El Atraco
El día que comenzó esto era Sabado, mucha gente en la ciudad era pleno fin de semana en la ciudad y había poca gente en los pueblos. Entonces, aprovechando la situación Jeremy se le ocurrió robar una tienda junto a un colega, Otto. Estos planearon a detalle cada paso del robo para que este no saliese mal y sacar la mayor cantidad de dinero posible.
Empezaron con lo principal, la vestimenta y el coche que iban a usar para el robo; ambos iban vestidos iguales por lo que sería facil confundirlos, fueron a comprar dicha ropa a un local cercano al lugar donde iban a robar; y el coche era descartable.
Para lo siguiente era hacer robo de prueba para saber aproximadamente como iban a proceder. Claramente para esto debían tener un estimado del tiempo de respuesta de la policía desde la comisaria mas cercana a la tienda robada.
Posteriormente estos, revisaron las posibles vias de escape, si habia cámaras y en el momento de hacer esto llego un camión del banco a cargar los cajeros de la tienda, lo que motivó el doble a estos a hacer el robo de prueba.
Continuara...
En uno de nuestros primeros viajes al norte, para ir a conocer Paleto, aprovechamos la ruta para continuar perfeccionando la formación y los puestos de cada uno de nuestros de cara al día de mañana. La cosa iba bien, pintaba bastante bien e iba viento en popa, nuestros chicos estaban muy animados con el grupo, con el Club y con el proyecto que, Korey y yo, con el resto de miembros, teníamos en mente montar en Los Santos, estableciéndonos finalmente en La Mesa.
Además de que aprovechamos aquella pequeña ruta hacía el norte, para ir a conocer a un chaval que estaba interesado en unirse a nuestra causa y ayudarnos con el Club, de momento, desde la confortable zona de invitado. Un tipo bastante peculiar, el cual le cayó rápidamente bien a nuestro honorable Sargento de armas, dándole el visto bueno.
Y de paso, aprovechamos para dejar bien claro a los novatos, que sus motos eran nuestros jodidos retretes si era más que necesario, dejando una buena meada en la rueda trasera de uno de ellos, entre varios miembros, antes de comenzar a tomar el camino de vuelta a Los Santos.
(Hacer click para ver con mayor resolución)
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Bienvenida a Los Santos, Nora Donnelly. Nadie me dijo lo que aquello significaría. "No lograrás llegar lejos si te vas sola, Irlanda es tu hogar" esas eran las palabras que me regaló mi padre antes de cerrar la puerta de casa e irme por mi cuenta, con unos pocos billetes en la cartera y una mochila con cuatro prendas. Ni siquiera tuve tiempo de despedirme de "Queen", mi motocicleta, la cual había tenido desde los veinte.
Me daba igual, no me importaba si no confiaban en mi, iba a buscar mi camino en otro lugar. Mi hermano me necesitaba, yo necesitaba escapar de aquellas paredes. No es que no me guste mi país natal, no es que no quiera a mi familia, al revés. Pero no podía quedarme de brazos cruzados viendo cómo la justicia hacía lo que le venía en gana y mis padres no podían hacer más que endeudarse. Discusiones día sí y día también, aquello era un infierno y nos queríamos demasiado como para soportarlo mucho más.
Nunca he sido una chica temerosa, de hecho era conocida como se dice en mi idioma natal: 'Fíochmhar' que significa: feroz. 'Little but fierce', una frase con la cual me he sentido muy identificada.
Mi llegada a Los Santos no fue fácil, aunque por suerte contaba con la ayuda de mi amigo de la infancia, Jason Fox, otro irlandés con muchos huevos y las ideas claras. Me dio la oportunidad de conocer a los suyos y tratar de hacerme un hueco, ayudarme a buscar un trabajo y asentarme. Mi llegada no fue cálida o cariñosa, y es lógico, ese grupo es cerrado e íntimo y no cualquiera puede llegar a interrumpir sus planes. Pero no me importaba, cabezona como soy lo conseguiría.
Con el paso de los días fui demostrando a los chicos que podía ser dura de pelar, que no me dejaba amedrentar y que las ruedas eran lo mío. Me dieron la oportunidad de trabajar en el taller como mecánica y, aunque mis conocimientos no eran tan extraordinarios como los de ellos, mi padre siempre se dedicó a ello y lo llevaba en la sangre.
Más allá del taller querían ver cómo me manejaba en la rama de lo ilegal. No me tembló el pulso para quitarle la pistola a Jeremiah y apuntar en la frente de aquel dependiente para que me diera todo el dinero que tuviera en la caja. Creo que les sorprendió, pero para mi solo era demostrar de lo que era capaz, quería dar el cien por ciento de mí.
Las cosas fueron mejorando y poco a poco me hice hueco entre ellos, participando en algunas de sus rutas para comprobar qué tal se me daba aquello de ir en fila y ordenadamente, siguiendo las indicaciones de los miembros.
De nuevo me pusieron a prueba en una de las reuniones con los Dixie, en una pelea entre los novatos. Gané uno de ellos y disfruté viendo a mis compañeros participar y darlo todo entre vítores y silbidos. Fue una noche caótica pero memorable.
De repente un día me citaron en la oficina, y cuál fue mi sorpresa que encontrarme a todos reunidos ofreciéndome mi parche como 'Prospect' en No Surrender MC. Aquello no significaba que fuera uno de ellos, pero qu eiba por buen camino y tenía que seguir dando todo de mi para demostrar que podía ser una más. El género nunca fue un problema.
Y la mejor forma de presumir de mi nuevo parche fue siendo parte de una ruta enorme en la que nos reunimos varios MC. Fue magistral, algo que jamás olvidaré. Estaba muy nerviosa, para qué negarlo, y traté de hacerlo lo mejor posible para que mi club estuviera orgulloso de mi. Conocí otros moteros y moteras con los que congenié bastante bien, espero poder repetir la experiencia pronto.
Aunque ha habido días mejores y otros peores, tengo que saber enfrentarme a cada adversidad intentando procesar ese carácter del que me enorgullezco. Saber cuándo es mejor atacar y mantenerme firme y calmada cuando lo requiere.
Ayer fue un día de mierda, pero me hizo meditar y procesar mis acciones, mis errores, y aprender de ellos. Decidí que era buena idea comenzar a marcar estos cambios en mi vida con tinta sobre la piel. Este nuevo tatuaje es el comienzo de una nueva vida en la que espero demostrar a mis compañeros que abrirle las puertas a una mujer a su club no es tan mala idea.
Una nueva motera ha llegado a la ciudad para quedarse y nada puede pararme.
Los días últimamente han sido un poco extraños. Tanto para bien como para mal. Siempre me gusta empezar por lo malo, ya que así dejamos lo bueno para el final. Es posible que estemos al inicio de un conflicto con un grupo que preferimos evitar pero, aun así, no tenemos demasiado lejos. Nuestro sargento no estuvo de acuerdo con algunas decisiones, cosa que me parece correcto, aquí valoramos las opiniones que nos lleven a debatir, pero siempre nos decantamos por la mayoría.
Y a pesar de que lleva su parche como uno de los mejores que haya visto en mucho tiempo, no puedo permitir ninguna falta de respeto hacia mí por su parte, por pequeña que sea. Sé que lo hará bien, Vince es un tipo duro para su edad, y se le ve en los ojos la mierda que ha tenido que tragar. Y seguro que sabe encajar un cabezazo en la nariz.
Por fin tuvimos una tarde para organizar una ruta con los señores del taller de MotorHead, cosa que entre una cosa y la otra habíamos tenido que ir postponiendo pero que teníamos bastantes ganas. Vinieron Will y los chicos que conocí en el taller con Jazz, bastante buena gente y nos echamos unas buenas risas debatiendo cómo ligar y durante la noche en general. Como siempre, las rutas por la ciudad suelen dar algún problema con el tráfico... pero finalmente llegamos al Tequi-la-la. En principio íbamos a estar de tranquis, pero...
Al final Jazz, que tenía ganas de fiesta y de paso hacer algo de publicidad para el club, llamó al encargado del local y lo alquiló durante un par de horas. Puso algunos anuncios en la web, invitamos a Dixies del norte, también se apuntaron los Dirty y lo que iba a ser un paseo de tranquis se convirtió en una travesía por un río de cerveza y whiskey. Vaya resaca tengo mientras escribo esto, mamones. Eso sí, lo pasamos como críos... hay que repetir más mierdas como esta. Cuando vimos aparecer todas las motos norteñas fue una puta alegría, hay que enseñarles que en Los Santos también tienen amigos y un hogar.
El Atraco | Capitulo dos
Jeremiah y Otto al terminar la planificación con la ropa previamente comprada, se dirigieron al departamento y se cambiaron allí para no dejar rastro alguno de su vestimenta.
Continuarían volviendo al lugar donde sería ejecutado el robo en el que estos sacarían una suma aproximada de USD$17.000 al concluir el trabajo.
Al terminar de robar, estos debieron de deshacerse de la evidencia y los instrumentos que se utilizaron para ejecutar este robo, eso incluía el coche por lo que la opción mas viable fue dejarlo a altas horas de la noche tirado en la playa sin matricula, haciéndolo parecer un vehículo abandonado para al día siguiente que pase un conocido de estos a llevárselo y se cambiaron de ropa dentro del coche para evitar ser vistos en algún momento.
NORMATIVA INTERNA ACTUALIZADA EN EL POST PRINCIPAL
Los días pasaban y poco a poco nos íbamos encontrando aún más cómodos pero de vez en cuando, uno necesita desconectar, uno necesita apagar el walkie y hablar consigo mismo, saber sus necesidades, y tratar sus preocupaciones, sus problemas interior y buscar una solución después de muchas horas de reflexión.
Las rutas iban bien, cada día mejor, e incluso el chaval que conocimos en Paleto y odiaba el sur, poco a poco estaba más cómodo entre las calles llenas de gente de la ciudad, y cada vez se pasaba más por el Club. Queriendo conocernos mejor, y dejarse conocer, además de querer invitarnos a cervezas y ayudarnos con el taller.
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✙ El club está empezando a comerse mi vida poco a poco cada vez ayudo más o me buscan ellos o la busco yo para matar el tiempo muerto me dejan ir a bodas y ayer me dejaron ir a llenar las arcas con ellos así que hubo que dar caña a todo.