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Hay tres maneras de hacer las cosas: bien, mal, y como las hacemos nosotros.
El Clan del Oriente utiliza la antigua edificación perteneciente a los Viñedos Marlowe, como su punto de encuentro para reuniones de alto nivel, así como también para el descanso y el ocio de miembros de confianza de la Organización.
La finca, ubicada en las laderas de Tongva Hills, goza de una vista sin igual de gran parte del Pacífico, así como de la Great Ocean Highway, y la naturaleza que la rodea, brindan un espacio totalmente natural y silencioso para el descanso. La arquitectura que tiene la finca es prácticamente una fina masía tradicional pero con un marcado carácter hispánico colonial, haciendo uso de elementos de piedra vista, y arcos escarzanos.
Rodeada de un gran paisaje, dentro de su terreno cuenta con cipreses y sauces, así como también algunos arroyos en dirección a tierras bajas de Tongva Valley.
El Clan del Oriente, es una organización criminal fundada por Walter Jimenez y Camila Ramirez, antiguos cabecillas del desaparecido Cartel de Medellín, que operaba fuera de Colombia, más específicamente en la ciudad de Los Santos, en Estados Unidos.
Luego de años siendo el nexo del narcotráfico de Colombia en los Estados Unidos, permitiendo el acceso y la distribución de la cocaína y otros estupefacientes, ambos decidieron desaparecer del radar ante la cada vez mayor presión de las autoridades, las cada vez mas constantes traiciones de gente que operaba con ellos, y el peligro que corría su libertad. Fue así que gente muy cercana como alias "Guadaña", alias "El Jardinero", entre otros, fueron eliminados o cumplen actualmente cadenas perpetuas en alguna prisión del país del norte.
Varios meses después, la pareja que alguna vez lideró una de las organizaciones criminales mas poderosas de la ciudad capital de San Andreas, decidió volver a retomar el camino del ascenso al control total del narcotráfico y el sicariato. Y ello, respaldado por grandes y conocidos delincuentes de mucho peso como alias "JJ", "El Capi", "Careloco" o "Juancho", antiguos cabecillas de las extintas Águilas Negras, organización criminal que contaba con grandes lazos con grupos al margen de la ley en Colombia y Centroamérica.
El pasado hablará por sí solo, el peso de la historia que Jimenez y Ramirez cargan sobre sus hombros, marcarán un camino con experiencia, y un rumbo fijo hacia un solo objetivo: el control total de la ciudad de Los Santos.
Sabemos que después de ausentarnos bastante tiempo en la ciudad de Los Santos, varias organizaciones quisieron surgir y ocupar nuestro lugar. Por eso nos dimos a la tarea de empezar a extender nuestros tentáculos a esos grupos criminales que pueden sernos de utilidad. Gracias a "Careloco", conseguimos el contacto de unos mexicanos, y decidimos pactar una reunión con ellos para conocer sus intenciones, sus objetivos, y poder indagarlos en lo que respecta a la utilidad que podrían representar para nosotros.
Alistamos las camionetas, y decidimos citarlos en un lugar anónimo; en este negocio nunca es inteligente encontrarse en un mismo lugar, ni en un lugar concurrido, ni en un lugar cerrado. No solo la inteligencia es vital en este negocio, también la viveza y la estrategia. En pocos minutos arribaron al lugar aproximadamente 6 o 7 'mariachis', pero no iban justamente a cantar alguna canción de Vicente Fernandez, sino a esbozar palabras que poco o nulo interés generaron en nosotros.
Debo decir que algunos de sus miembros presentaron una actitud hostil, amenazante, y egocéntrica; pobres de ellos si llegaban a tomar alguna medida poco amigable con nosotros, porque crearíamos un río de sangre en plena zona industrial de Los Santos. Por suerte valoraron su vida y mas allá de andar jugando con cuchillos y maricaditas con las que solo se podrían lastimar ellos mismos, dimos media vuelta y nos fuimos.
¿Qué sabor de boca nos quedó? Como a bandeja paisa de varios días sin refrigerar: es decir, a mierda.
A pesar de las adversidades y diferentes circunstancias del pasado, aquí nos encontramos empezando desde cero. Eso si, que nunca falten las viejas y confiables amistades, que llegaron con nosotros para emprender este nuevo camino.
Parte de nuestro negocio está enfocado al narcotráfico, y tuvimos que hacer valer los conocimientos que teníamos en el procesamiento de la hoja de coca para empezar a producir cocaína pura y blanca, con el sello de calidad de la hermosa Colombia que la procesa. Por ello, contactámos a unos campesinos en el Urabá de Antioquia (en Colombia), para poder importar de manera -claramente- irregular hojas de cocaína para hacer las pruebas piloto de la producción; dicha mercadería salió Necoclí y arribó directamente a Los Santos luego de una larga travesía en lancha y submarino improvisado (claro está, para evadir a las autoridades norteamericanas). Allí, en un puerto improvisado en Great Ocean, la gente del Clan recogió el cargamento y lo llevó a algún lugar de Los Santos.
Varios viajes, buscando queroseno, ácido sulfúrico, la 'perga', soda cáustica, acetona, entre otros componentes que hacen parte del proceso de producción del polvo limpio y luminoso. Allí, en ese búnker improvisado de producción de la blanca, nos juntamos todos los miembros del Clan; era necesario conocernos un poco más en profundidad y trazar una hoja de ruta para nuestros próximos movimientos, y así es que empezamos este largo y tortuoso camino en ascenso al dominio de toda la maldita ciudad, llenándola de melcocha y vicio para los ingenuos que dañan su vida con la merca, pero que para nosotros representan una sola cosa: billete.
Una cuestión importante en toda organización es contar con permanente recurso humano, capaz de afrontar y emprender todas las tareas que le sean asignadas con total éxito. Por ello, aprovechando una de nuestras empresas, empezamos a incorporar personal para -paulatinamente- perfilarlos para ser parte de nuestra Organización. Últimamente han llegado nuevos muchachos, y por fortuna -o no- la gran mayoría de la Tierra Madre de todos nosotros, sí, Colombia.
Dada la cantidad de personas que empezaron a unirse a las filas de nuestra empresa, tuvimos que incrementar la flota de vehículos de transporte a disposición, para también perfilarnos como una de las mejores empresas de transporte de la ciudad. No es algo fácil, no es algo barato, pero estamos seguros que es el mejor camino para intentar tener una fachada creíble ante las autoridades tributarias y gubernamentales.
Confiamos en estos muchachos, ya tienen claro que un error, significa una cosa.
Decidimos citar a todos los muchachos para conocernos un poco más entre nosotros, definir los alias que van a usar, e instaurar las pautas a seguir en estos días, y de paso ponerlos a trabajar un poquito recogiendo uvas en el viñedo de la Finca. Claro está, estos muchachos bastante acostumbrados a tener el culo aplastado encima de un taxi, no estaban en la condición física de ayudarle a Don Gerardo con la recolección de las uvas, pero como dice el dicho, siempre hay una primera vez. Fue así que entre Pipe, el Doc, Doble M, y el resto del personal se pusieron a ensuciarse las manos y obedecer las órdenes dadas.
En el tiempo que estaban los muchachos colaborándole a Don Gerardo, llegó directo desde Envigado una ficha más de este parqués, 'El Overol' había llegado a la finca directo desde la tierrita del café, aunque su avanzada edad ya se notaba porque usaba un bastón para caminar; pero acá no le hacemos el feo a nadie, valoramos toda la experiencia que trae con sus más de 50 años moviéndose por Antioquia, conociendo el negocio, y siendo la voz del saber para los más jóvenes que están entrando a este mundo. Claro está, también lo mandamos a recoger uvas porque el bastón era para la pierna y no para las manos.
En ello, le encargamos a JJ darle unas clases a los muchachos de cómo aperturar un vehículo usando un destornillador para abrir la cerradura, y posteriormente encenderlo haciendo contacto con los cables de encendido del mismo, y es que justo nos llamaron los muchachos de los barrios bajos para decirnos que tenían un Feltzer por la zona de Rockford Hills y que querían que nosotros hicieramos ese trabajito. Obviamente, a caballo regalado no se le miran los dientes, y eran unos cuantos miles de dólares para todos que aprovechamos.
Así, sin más, nos dirigimos al lugar, hicimos lo que teníamos que hacer, y entregamos el vehículo en el lugar indicado. Una linda manera de terminar el día de arduo trabajo, con dinero en el bolsillo, los muchachos instruidos, y mas unidos que nunca.