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Los Dirty Bastards siempre se han caracterizado por tener una relación de respeto con sus clientes, es por ello que hasta el día de hoy los compradores siguen siendo fieles al club, los negocios nunca cesan y el dinero sigue llegando.
Estos último días ha habido una fuerte cooperación entre un motorclub del sur, los Warpigs M.C y los Dirty Bastards. Ambos se han apoyado en las buenas y en las malas. Por eso mismo y aprovechando la llegada de un nuevo motorclub norteño, los Fallen Angels, se decidió organizar una pelea amistosa entre los 3. Muchos miembros pelearon, así como los prospects, los cuales aprovecharon para intentar demostrar sus capacidades delante de sus superiores.
En estos tiempos hay pocas actividades que unan a los distintos MC con el objetivo de pasar un buen rato y olvidarse de las muchas diferencias. Un club cercano y con el que tenemos una buena relación, los Dixie MC, tomaron la iniciativa de organizar una ruta junto con varios clubs. Para nuestra sorpresa, algunos de ellos procedían de la ciudad, con un par ya habíamos tenido alguna charla aunque otros no sabíamos quienes eran y pudimos ponerle cara a sus miembros.
Todo salió bastante bien, aunque como siempre, hay algunas personas desagradecidas que intentan llamar la atención, ante eso, simplemente se decidió ignorarlos para no arruinar esa oportunidad de conocer a los otros representantes del 1%
El club crece cada vez más y con ello la necesidad de capital para mantener a todos los miembros. Los negocios continúan firmes con aquellos que nos han apoyado desde siempre, aunque también aparecen nuevos compradores de vez en cuando...
Como siempre, el Sgt at Arms organiza el envío y los miembros y prospects se encargan de cuidar la mercancía hasta el final de la entrega.
Buen proyecto, apoyo
Apoyo. Post bien estructurado y documentado.
NOMBRE: Jacob Allen
EDAD: 27 años
NACIONALIDAD: Estadounidense
LUGAR DE NACIMIENTO: Red County, San Andreas.
BIOGRAFÍA:
Jacob Allen nació el 2 de diciembre de 1996 en Red County, San Andreas. Proviene de una familia modesta y trabajadora que siempre valoró los principios Americanos de lealtad, esfuerzo y sacrificio. Su padre, Nelson Allen, había sido un miembro honorable del Ejército de Tierra de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos, alcanzando el rango de Mayor. Por otro lado, su abuelo también perteneció al ejército, pero lamentablemente había perdido la vida durante la guerra de Vietnam. Aunque Jacob nunca llegó a conocer a su abuelo, creció escuchando las historias de guerra que su padre compartía con él.
Durante su infancia y adolescencia, Jacob se ganó el respeto de los habitantes del pueblo gracias a su dedicación y compromiso a la comunidad. Completó con éxito sus estudios primarios y secundarios en la escuela local, mostrando un deseo constante de aprender y superarse. Si bien no buscaba problemas, nunca permitió que nadie lo pisoteara, ya que su padre lo había criado con una disciplina firme y exigente que forjó su carácter desde una edad temprana, es decir, le enseñó a ser un hombre.
Una vez terminados sus estudios, Jacob se dedicó a buscar empleo en diferentes áreas del pueblo: camarero, mecánico, cualquier trabajo que pudiera encontrar. Aunque lograba ganar algo de dinero aquí y allá, nunca encontró una ocupación que le llenara por completo. A medida que pasaban los años, Jacob se encontraba cada vez más infeliz y sin un propósito claro en la vida. Se preguntaba qué podía esperar de un joven humilde en un pueblo de apenas 4.000 habitantes y cuáles eran las posibilidades de aspirar a algo más. Se levantaba todas las mañanas para trabajar, con un sueldo mediocre y sin posibilidades de mejorar como persona. ¿Qué podía hacer? Realmente nunca fue un joven afortunado.
Fue el 17 de septiembre de 2020 cuando recibió la devastadora noticia de que su padre había perdido la vida combatiendo al Estado Islámico. Aquel día, Jacob lo perdió todo. Se encontraba en una situación desafortunada, sin familia y desamparado en un pueblo de mala muerte. Sin embargo, esta trágica pérdida se convirtió en un punto de inflexión para él. Decidió despertar y hacer algo significativo con su vida, por lo que decidió dar el paso y mudarse a un lugar con más oportunidades: Los Santos, específicamente a Blaine County, donde esperaba descubrir algún talento que pudiera hacerlo feliz.
Una vez llegó al norte de Los Santos, se estableció en un pequeño pueblo llamado Sandy Shores. Allí, alquiló una caravana y la ubicó junto a las orillas del Alamo Sea.
Cansado de ahogarse en whisky y ver películas de John Wayne, Jacob comenzó a buscar empleo en la zona y a hacer amistades en los bares locales, siendo el Yellow Jack y el Patriot sus más frecuentes. También empezó a hacer ejercicio de forma activa: Cardio, pesas, artes marciales, lo que fuera.
Es en este lugar donde Jacob comenzó a entender los verdaderos valores Americanos: El patriotismo, el amor por las enmiendas y la libertad, la necesidad de defender lo nuestro. Cada día tenía más metida en la cabeza la idea de servir activamente a su país. Realmente le daba igual la manera de hacerlo, ya fuera predicando sus valores por Rebel Radio o alistándose en la guardia nacional, este estaba bien dispuesto a vivir y morir por América.