Biografia de Rex Rekless



  • Rex nació en Venezuela en el año 2000, hijo de una familia disfuncional marcada por el odio y la violencia. Ernesto, su padre, volvía todos los días borracho a casa y golpeaba a su madre Olivia y a él.
    Hartos del maltrato al que fueron sometidos durante tantos años, cuando Rex cumplió los 14 su madre dejó su trabajo de cajera y, robando el dinero de la caja y cogiendo lo poco que encontró por su casa, tuvieron lo suficiente para huir juntos a Perú y comenzar una nueva vida lejos de Ernesto.
    Aunque la vida se les hizo más fácil psicológicamente al no sufrir más abusos, monetariamente fue empeorando hasta quedarse sin dinero y, por mucho que Olivia intentaba encontrar un trabajo nunca tendría la suerte de ser contratada ya que estaban indocumentados, por lo que nadie la quería en sus negocios. Mientras tanto, Rex iba al instituto y se preocupaba por la manera en la que veía cómo se iban acumulando las facturas sin saber cómo podía ayudar.
    Un día al salir de clase vio a unos chicos vestidos de forma parecida y con los mismos colores, cosa que le dio bastante curiosidad, y de alguna forma extraña comenzó a verles todos los días cada vez que terminaban las clases. Uno de los días se los encontró a todos juntos en un círculo, reproduciendo bases instrumentales de rap desde un móvil e improvisando para pasar un buen rato. Rex lo vio como una oportunidad para poder acercarse a ellos ya que rapear había sido una de sus aficiones desde pequeño y había practicado mucho, así que se armó de valor e irrumpió en un momento cuando uno de los chavales se trabó para comenzar a rapear con fluidez y velocidad. Todos quedaron sorprendidos y le dejaron unirse a esa pequeña sesión, incluso se quedaron hablando con él y ese fue el momento que aprovechó para preguntarles por qué iban todos vestidos de esa manera.
    Al parecer, los chicos pertenecían a una banda en las que vestían todos de colores llamativos ya que era una forma de marcar su territorio y sentirse identificados con sus hermanos. Tan bien se llevaron con Rex ese día que decidieron darle la oportunidad de ayudarle a ganar dinero, ya que él les había contado de sus problemas con el dinero. Sin dudarlo, aceptó y al día siguiente ya le habían dado un trabajillo: ser un camello y llevar la droga de un lado a otro. Nunca le dijo a su madre lo que hacía, mintiéndole y diciéndole que se encargaba de repartir periódicos antes de ir al instituto y otros trabajos cuando salía de clases.
    Un año y medio después, cuando tenía 15 años, consiguió ingresar en la banda y, de ser solamente un camello, le ascendieron y le asignaron nuevos trabajos más delicados. Comenzó a mover más dinero y a hacer pequeños atracos y extorsiones, haciendo tan bien su trabajo que siguió poco a poco su camino hacia la cima.
    La mayor cantidad de dinero que ahora conseguía estaba haciendo que su madre sospechara de su supuesto trabajo de repartidor de periódico y los trabajos que hacía tras las clases; pero se engañaba a ella misma convenciéndose de que Rex era un buen chico y que trabajaba duro día a día para sacarles adelante.
    Cuando Rex cumplió los 18 años, su madre enfermó repentinamente. Preocupados, acudieron al médico y, muy a su pesar, le diagnosticaron cáncer. Le darían un año de vida.
    Fue un golpe muy duro para ambos. Nunca nadie desearía tal desgracia ni en su vida ni en la de nadie, y aún sin merecerlo las enfermedades llegan de la manera más injusta e inexplicable. Convivir en casa los días siguientes a semejante noticia fue muy extraño, dejándoles con una sensación de
    que nada era real. Rex solo podía pensar en cómo en un año su madre ya no estaría junto a él y trataba de no derrumbarse frente a ella, pero cuando estaba solo sentía repentinamente cómo todo el peso que había estado aguantando caía repentinamente sobre él y se hundía en un estado de depresión profundo.
    En un momento de lucidez tuvo un pensamiento que le haría seguir adelante: haría que ese último año de vida de Olivia fuese uno de los mejores que jamás tuvo. Ese deseo le hizo empezar a hacer muchos más hurtos, extorsiones, y a mover muchísima más droga; incluso comenzando a robar vehículos cuando se dio cuenta de que necesitaba más dinero para poder pagar los tratamientos.
    Al poco de cumplir los 19 años, su madre comenzó a empeorar. La internaron en el hospital, donde Rex iría todos los días a verla para cuidar de ella y hacerle compañía ya que sabía que no le quedaba mucho, y poco a poco vio cómo empeoraba hasta que ya casi ni podía mantenerse despierta. Una de las últimas palabras que pudieron intercambiar fue una promesa -Olivia hizo prometer a Rex que se cuidaría y tendría cuidado. A los pocos días ella murió.


    Pasó el tiempo, casi dos años, y Rex siguió en la banda robando y moviendo droga hasta que un día les dieron un chivatazo. Corría el rumor de que había una casa que tenía más de cinco millones de dólares en efectivo en una caja fuerte, una oportunidad única en la vida de convertirse en personas millonarias en un solo atraco. Investigaron la casa y sus alrededores, las personas que entraban y salían de ella, las maneras de entrar y las posibles escapatorias… tenía que ser un plan perfecto y eso era lo que creían que habían conseguido hasta que llegó el día de llevarlo a cabo.
    Lo que nunca sospecharon fue que era toda una trampa para atraparlos.
    Viéndose rodeados y sabiendo que estaban atrapados, cada uno corrió en una dirección distinta para despistar a los policías. A Rex lo siguió un policía que intentó dispararle, pero por suerte falló los disparos y le acorraló en un callejón. Sacó una pistola y no dudó en disparar al policía para poder escapar, rompiendo la promesa de su madre, y lleno de angustia se fue corriendo con todas sus fuerzas hacia su casa para coger todo lo que podía. Lo metió todo en su coche y se alejó a toda velocidad hacia el puerto, casi atropellando personas por su camino hasta el lugar donde estaban atracadas las lanchas y, sin pensarlo, se coló en una lancha y tiró al conductor al agua; apuntando a las otras que estaban encima que saltaron inmediatamente al agua.
    Así fue cómo se puso rumbo a Adictos sin saberlo, solo queriendo llegar a un lugar donde nadie sabría quién era para poder comenzar una nueva vida. No sabría qué le depararía el futuro, pero como él sabía bien, podría salir adelante.


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