Samuel Hawking



  • Samuel Hawking

    2016, me encontraba en Liberty City realizando un par de trabajos para el jefe de un amigo, me habia tomado confianzá puesto que le habia salvado el pellejo de unos asiaticos en el barrio de Chinatown. Tenia al rededor de 21 años, la verdad ya casi no recuerdo. Estube en unos lios con una familia llamada Rothwell, tenian fama de pijos en la ciudad, y un dia se metieron con quien no debieron y todo se fue a la mierda. El jefe de mi amigo se llamaba Jaime, no era un sujeto muy agradable a primera vista, pero si lo conocías hasta te podia caer... "bien", un dia viernes, salia de la fabrica de textil en la que trabajaba, cuando un par de negros me atropellaron queriendome robar. Uno de ellos saco una navaja así que durante el forcejeo resulte con muchos cortes, y algunas heridas no muy profundas en el brazo. Mientras el de la navaja trataba de apuñalarme, el compañero me sostenia de los brazos, asi que con mucha fuerza di un golpe hacia atras justo en el abdomen del sujeto, y mientras me soltaba, di una patada en la boca del estomago del de la navaja. Rapidamente note una tuberia en el suelo, y mientras ellos trataban de volver a levantarse, di un golpe seco en la cabeza al de la navaja, quebrandole asi el craneo y dejando el suelo lleno de sangre. El otro sujeto trato de levantarse alejandose de mi, se levanto despaborido y salio corriendo, no quise ir por el, asi que solo me quede mirandolo desde lejos con el overol grisaceo que llevaba, lleno de sangre.

    Corrí entre los callejones hasta llegar a las escaleras de emergencia de mi casa, abrí la ventana, ingrese a mi casa, y rapidamente tome mi teléfono celular de la mesera. Llame a Jaime y le dije lo que habia sucedido, asi que le dije que saldria de la ciudad y tál vez en algún momento vuelva. Colgué el teléfono, tome mi maleta y empaque toda la ropa que pude. Estaba buscando mis documentos mientras me ponia a pensar, de que por qué mierda no mate a aquél desgraciado que huyó, tál vez no estaría en este lugar y en esta situación. Cada vez que pensaba en ello me alteraba, y me dije a mi mismo que no podria huir de esto. Solo quedaba enfrentarme a lo que se venga por delante. Llegando al aeropuerto, tome un boleto inmediato hacia Los Santos, una nueva vida, un nuevo comienzo, y tál vez tambien una nueva oportunidad.


Accede para responder