Valentina Cortazar



  • Nombre del personaje: Valentina Cortázar
    Edad IC: 22 (22/09/99)
    Edad OOC: 21
    Nacionalidad: Argentina
    Personalidad: Calculadora, alegre, extrovertida, amante de los animales, protectora de las personas que quiere, desconfiada a veces, memoriosa.
    Resumen: Luego de años de estar huyendo de su pasado, Valentina, decide instalarse en una nueva ciudad, en donde tratara de incorporarse al montón, sentar cabeza y conseguir un trabajo. Pero en el fondo espera que eso dure más de lo que duraron otras vidas en otras ciudades
    Desarrollo del personaje:
    Aquí estaba yo, mirando al horizonte, viendo como esos edificios se hacían cada vez más pequeños, huelo el mar y sonrió levemente, ¿Qué mejor lugar para huir que una isla?, pero allí esta otra ciudad a la que debo dejar atrás, personas a las que extrañare, otras quizá no tanto, todo porque mi pasado una vez más había llegado a mí. Miro el brazalete en mi muñeca y lo acaricio con cuidado. Si tan solo hubiera sabido lo que tener esto significaba, no solo para mí, sino para todos los que estaban a mi alrededor, jamás hubiera huido ese día, quizá esté muerta, es un hecho, pero no habría perdido tanto.
    Recuerdo cuando empezó todo, 02 de octubre de 2013, un oficial, un coronel si no recuerdo mal, su apellido era Cereté, había tocado a nuestra puerta. Abrí creyendo que lo vería una vez más, sus ojos cafés, su sonrisa que siempre me transmitía seguridad, pero no. El ya no volvería. Vi la cara del coronel, su boina puesta, solo para ocasiones especiales la usaban, papa me había contado todo sobre el ejército, aspiraba a ser una gran militar algún día, pero ese sueño se hizo añicos ese día, el día en que me di cuenta que había perdido a la persona más importante para mí. No se si alguna vez experimentaron el dolor de una perdida, pero no se puede explicar que dolor que genera en tu interior, sentir que te derrumbas poco a poco, sentí que una parte de vos se hace mierda. Con tan solo 14 años ya experimenté ese dolor. Nadie lo entendía, pero todos querían. Lo mire, aun con mi pijama puesto, detrás de mi apareció Milo, mi hermano, es cuatro años más grande que yo, me tomo en brazos para acto seguido llamar a mi mama y llevarme a mi cuarto. Recuerdo ver a mama desplomarse en el suelo, eso fue lo único que pude ver, las lágrimas en mis ojos acumuladas me impedían divisar lo que estaba a mi alrededor. Me aferre a la remera de mi hermano y comencé a llorar, no sabía que decir o hacer, ¿Y si era un error?, ¿Y si papa solo desapareció en combate?, ni si quiera sabia como murió, Argentina no está en guerra desde hace años, y sinceramente nuestra milicia es una mierda, entonces ¿Qué estaba haciendo para acabar muerto? Milo me sentó en su cama y corrió el pelo de mi rostro. Me tomo las mejillas y beso mi frente.
    _Tranquila colo-Me dijo con total calma-Juntos vamos a seguir adelante-Dijo sonriéndome y limpiando las lágrimas que aun caían por mi mejilla. ¿Vieron esa persona que te transmite una paz interna que no podés describir?, esa persona era Milo. Es la persona más buena que podés conocer, es compañero, dulce, atento y muy confiable. Pero esos dotes se esfumaron con el tiempo, pues ese día todo se fue al carajo. Mamá empezó a fumar, cosa que odiaba, y mírenme ahora, una fumadora nivel 100 diría que soy, la hipocresía. Milo, el seguía siendo el mismo conmigo, pero fuera de mi habitación era otra persona, a veces me daba miedo, pero veía como me miraba y algo me decía “quédate tranquila”, lo único que no me cerraba, era la forma de conseguir tanto dinero en tan poco tiempo que tenía. Sabía que trabajaba con Jorel, el nuevo novio de mama, creo que, a los dos años de fallecer papa, ella se encontró con ese idiota bueno para nada. ¿Vieron las típicas películas yanquis, padrastro borracho, golpeador, abusador y con todos los defectos posibles? bueno, ese era mi caso, la diferencia, si ese idiota me tocaba, como lo quiso hacer, se llevaba un golpe en las rodillas con el palo de hockey, se lo había dejado bien en claro, lo malo de eso, es que Milo sufrió las consecuencias, volvió todo golpeado a casa. Era un infierno volver a casa y ver a esa “familia”. Así fue durante años, ir a la escuela fue fácil la verdad, trataba de probarle al mundo que era útil, buena, que valía la pena, sin importar los defectos que tenga, que quizá son muchos, sé que puedo valerme por mi misma, eso me enseño papa. Por otro lado, mi vida cambio cuando conocí a Ezequiel, ese chico me dio los mejores dos años de mi vida, y estoy segura que hubieran sido más si los problemas no hubieran llegado y si él no hubiera hecho lo que hizo. Si no mal recuerdo era un 13 de septiembre, el idiota de Jorel y Milo no habían vuelto a casa en varios días, la verdad el borracho de mi padrastro me importaba poco y nada, pero Milo, él lo era todo. Mama, luego de lo de papa se descarrilo muchísimo, y lamentablemente, el tabaco y el alcohol no favorecieron mucho las cosas. Cáncer de colon, metástasis en los pulmones y el cerebro, nos dimos cuenta tres años tarde de que lo tenía, es decir, ya estaba escrita su fecha de muerte. La única que la cuidaba era yo. No voy a describir las cosas que tuve que hacer, no me quejo, jamás lo haría, estoy super orgullosa de lo que hice, pero son cosas que un hijo, con tan solo 17 años no tendría que ver o pasar con sus padres. Ella no me reconocía, hace ya un año que no reconocía a nadie, eso Jorel lo aprovechaba al máximo, trajo una mujer un día, situación que termino en golpes e insultos, y otros días solo le sacaba plata a mama, la “herencia” de papa.
    _Que grande estas colo-Dijo de repente mientras me acariciaba la cabeza y unas lágrimas comenzaban a caer- Y tus pecas siguen apareciendo-Dijo soltando una risita, típica de niña de tres años que se mandó una cagada. Yo la abrace, sabía que solo estaría unos minutos así- Toma-Dijo abriendo el cajón de la mesita de luz que tenía llave y dándome una caja- Tenes que cuidar esto con tu vida, tu padre lo hubiera querido así…-Dijo dándome esa caja de madera, para luego cerrar los ojos y dormirse. Me levanté y fui hacia el suelo de mi cuarto, lo abrí y era un brazalete, que raro, papa sabía que odiaba, y odio estas cosas, por así decirlo. Lo tome, era de plata, hermosa plata, y tenía una escritura, no sé qué idioma es, mi inglés es lo suficientemente básico para saber que no lo era. Lo mire con detalle y tenía una piedra incrustada, Azul Francia, hermosa. La inspeccione bien, hasta que escuche un golpe en la puerta. Escondí la caja y el brazalete y corrí a abrirla.
    _Nacho-Dije saltando sobre Ezequiel. Su segundo nombre era Ignacio, y en su familia le decían así, cosa que se me pego enseguida. Se había ido a pescar con su papa y volvía hoy. Recuerdo ese maldito día. Estábamos sentados en el living de casa mirando Star Wars, éramos unos frikis, cosa que amaba compartir con él, y que aun, para mantener la memoria, aunque sea de algo bueno, lo sigo haciendo y sigo siendo. De repente entran por la puerta Milo y Jorel, llenos de sangre y con armas en la mano. Me sobresalte, comencé a temblar. Nacho tomo mi mano y se puso delante mía- ¿Qué mierda hacen? -Exclamé. Estos cerraron la puerta de entrada y se sentaron en el suelo. Ninguno decía nada, Nacho estaba serio y acariciaba mi mano.
    _Tenemos que irnos Val-Dijo Milo. Solo me decía así cuando me retaba o hablábamos temas serios. Camino con cuidado y se dirigió hacia su cuarto, tomo un bolso y metió ropa y la caja de ahorros de él. Yo miraba la escena sin habla, Nacho estaba igual, quizá esta sea la última vez que lo vea- Alguien está buscándonos, a nosotros dos, y no sé porque quieren…-De repente un golpe en la puerta nos asustó a todos-Llegaron..
    Recuerdo ese momento en el que el idiota de Jorel hizo una buena acción. Recuerdo que nos empujó a mi cuarto y dijo-Protéjanse, yo me encargo.
    Milo tomo el arma y se acercó a Nacho-Eze, cuidala, quiero que te la lleves lejos de acá…-Ezequiel lo miraba serio, como si entendiera lo que pasaba ¿Qué está pasando? - Val, te tenés que ir, ella va a estar bien-Dijo Milo poniendo su mano en mi hombro-Tenes que cuidarte vos, Eze va a estar con vos hasta que te vayas de acá-Dijo mirándome con media sonrisa, ¿Por qué soy la única que no entiendo nada de lo que pasa? tome un bolso, los ahorros, el celular, y la caja que me había dado mama, me asegure que estuviera el brazalete me asome por la ventana para irme. Primero salió Nacho, de repente un disparo se escuchó desde adentro. Milo tomo mi rostro y beso mi frente- No mires atrás nunca, sé que no entendés nada, voy a asegurarme de que lo entiendas algún día, ahora corre-Dijo levantándome y sacándome de la casa, luego me lanzo su bolso para luego cerrar la ventana. Mis lagrimas comenzaron a caer, corrí de la mano con Ezequiel, hasta que lo escuché, otro disparo. Milo. Mi cuerpo se paralizo, ¿Qué mierda estaba pasando?
    Corrimos hacia una estación de tren y allí unos hombres estaban esperando, Nacho me miro.
    _Vas a tener que irte sola-Dijo bajando la mirada-Milo me explico algunas cosas, algo relacionado a una inscripción millonaria, un brazalete y una mafia, demasiada información-Dijo pasando su mano por su pelo- Pero sos importante para mí, así que sola no vas a estar-Luego de eso me beso- Espero volver a vernos más adelante amor y que puedas perdonarme por todo-Dijo dejándome con la duda sobre que tenía que perdonarlo, luego se fue, camino hacia los hombre, intercambiaron algunas palabras, y cuando se fueron de mi vista ,corrí hacia el tren. Esto iba solo al centro, ahí vería que hacer, quizá Sofia me ayude, ella es mi mejor amiga, vive en el sur, pero seguimos teniendo contacto estrecho. Mire la caja una vez más, ¿Muerte y sangre por un brazalete?
    Recuerdo los meses posteriores a eso, noticias sobre mi hermano, madre y padrastro muertos, yo desaparecida y una supuesta conspiración militar. Sobre Nacho no tuve más información, cambio su número, sus redes sociales se esfumaron, es como si no hubiera existido. Estuve oculta mucho tiempo, estudiando un poco de todo para sobrevivir, estaba sola, trataba de moverme para que no me encontraran, por mucho tiempo viaje de una provincia a otra, hasta que decidí ir más lejos. Lo único que rescato es la presencia y apoyo de mi padrino, Víctor, era un coronel retirado, no sabía mi ubicación exacta, pero si que me apoyaba económicamente y con alguna que otra información. Es por el que me enteré que aún seguían buscándome, en realidad al brazalete. Ahorré lo suficiente como para irme a otro país, trabajos de mierda que tuve que hacer para lograrlo, dinero de Víctor.
    Habían pasado años, ya tenía 20, nadie se acordaba de la masacre Cortázar, eso quedo en el olvido. Tome mis cosas y me subí a un colectivo que me dejaría en el aeropuerto. Jamás había vuelto a la ciudad luego de lo que paso esa vez. Miraba la ventana y pensaba, luego de tantos años jamás se esclareció el porqué de aquella masacre. Miraba el brazalete de reojo, lo tenía en mi muñeca derecha y tapado con la campera. Mire la puerta del aeropuerto y suspire. Adiós Argentina, hola España, quizá sea una “fugitiva” o “desaparecida” pero voy a mudarme a un lugar donde me sea fácil adaptarme, y fuera de América, la milicia aquí es muy corrupta, sino no lo saben, la operación cóndor es un claro ejemplo. Saque mi pasaje, leí su escritura y suspire. Adiós pasado, hola nueva vida.
    Ese día comenzaba mi travesía, unos meses por aquí, unos meses por allá, pero jamás me imagine, que alguien de mi pasado estaría detrás mío, persiguiéndome, pisándome los talones, alguien que arruinaría todo lo que planeara sobre la marcha.


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