Nick Wolfwood


  • LSAG - Orion

    Información personal


    NOMBRE COMPLETO: Nick Wolfwood

    EDAD: 23

    LUGAR DE NACIMIENTO: North Yankton, Ludendorff.

    SEXO: Hombre


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    EL PRINCIPIO

    Me crie durante casi toda mi vida en las gélidas tierras de Ludendorff, donde en el verano hacía frio y en el invierno hasta los osos polares se abrigaban. (Quizás exagero un poco, pero ustedes me entienden). Mi padre es camionero, trabajó siempre llevando cargamentos pesados por toda la ciudad, desde el esta de North Yankton, pasando por Los Santos, Liberty City y hasta hizo viajes bien al sur, hasta la ciudad de Vice City. Había momentos en los cuales yo no tenía clases por las grandes nevadas y entonces aprovechaba, me ponía en mi pequeña mochila todas mis cosas y emprendía el viaje, luego de que mi madre me tuviera besando los cachetes por 30 largos minutos, lo odiaba en ese momento pero hoy en día lo extraño realmente. Me llevó a conocer distintos puntos del país, y también con gente super interesante donde encendió esa llama en mi de poder sociabilizar, era muy gracioso ver a un enano de 9 años charlando de cosas de la vida con un hombre adulto pero ahí estaba yo, gesticulando, discutiendo y demás.

    Desde chico me caractericé por enfatizar con la gente, la empatía y poder ser sociable al punto del hartazgo, aunque en situaciones donde hay mucha gente no me gusta mucho ser el centro de atención, porque en mi forma de pensar tiende a ser el ridículo del grupo, cosa de que no me gusta y a veces se tradujo en soberbia de mi parte.

    Así esa fue mi vida de pequeño, viajar cuando podía, estudiar nunca me fue muy complicado y los amigos que tuve se cuentan con los dedos de una sola mano, cuales tengo contacto hoy en día pero cada uno está en su mundo.

    Cuando mi padre estaba de vacaciones le gustaba llevarme a los bosques cercanos a nuestro pueblo para ir a cazar distintos animales, ciervos más que nada. Ahí aprendí a usar la carabina que tenía, un Mauser modelo 98 y también un revolver colt que tenía de mi abuelo. Usaba más que nada la carabina pero el revolver lo teníamos por si venía algún lobo indeseable y lo teníamos que asustar. Aprendí lo que era la paciencia y también a poder disparar, teniendo la verdad muy buen ojo y seguramente me sirva para algo en el futuro.


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    NUEVOS RETOS

    Antes de terminar mis estudios a la edad de 17 años, ya era considerado una de los mejores promedios en el colegio de mi ciudad, en mi adolescencia me puse a leer bastante, ya que cuando viajaba con mi padre no había mucho que hacer asi que use el tiempo leer libros y conocer muchas historias, leí desde Así habló Zaratustra de Nietzche, hasta las novelas de ficción de Rothfuss, El nombre del Viento. También algunos clásicos como 1986 y Animal Farm, de Orwell, mis favoritos. Para no desviarnos mucho, esto me abrió las puertas a que me dieran una beca en una de las mejores universidades del país, Liberty City Law School, donde emprendí mis ganas de leer y las traduje en el derecho anglosajón, siendo una de mis pasiones el estudiar derecho y poder cultivarme en el conocimiento.

    Durante esos años, vivía en el campus de la universidad y me hice muy buenas amistades y también muchos romances que terminaron mal. (Consejo de amigos, sepan que si se van a liar con una estudiante de derecho, ella sabe discutir y muy bien, jaja.) Pero también, me tuve que buscar un trabajo, debido a mi gran altura y contextura física, siempre realice labores manuales, estuve un tiempo trabajando de seguridad en un bar, el cuál me gustó bastante pero la paga no era tan buena, así que me puse a hacer distintas cosas, como repositor en un frigorífico, repartiendo carne a las distintas carnicerías de la ciudad. Y en mis últimos años trabajé en un despacho de abogados, dado mi buen promedio me dieron la oportunidad de ayudarme con mi carrera y tener mayores conocimientos prácticos.

    Terminada mi carrera, luego de haber aprobado el BAR con mis 21 años, me recibí con el título Cum Laude en la universidad de Liberty City Law School, y emprendí mi aventura laboral. Me interesó mucho lo que es el derecho criminal al principio, pero solo tenía práctica en el civil, haciendo contratos para particulares y para empresas. Así que incursioné un poco en eso, hablando con los fiscales y la policía me empezó a picar otro bichito, que era todo lo que tenía que ver con el cuerpo forense de la justicia, el brazo armado de la ley. Me acordé del viejo Sheriff de mi pueblo, el cuál el siempre muy amable nos contaba como estaban las cosas y lo invitábamos a cenar cada tanto, me pareció siempre una persona muy amable y correcta. ¿Será que ese recuerdo me hizo pensar en unirme a las fuerzas?

    No obstante, durante todo este tiempo y ya con mi carrera completada, todavía quedaba mucho por escalar. Sin embargo, un reclutador se aproximó hacia mí comentándome sobre una posibilidad más de desarrollo, en este caso era viajar hacia West Point, donde estaba la academia militar y poder tener conocimiento teórico y práctico sobre todo lo que tenga que ver con las maniobras militares, dado que ya tenía una carrera profesional hecha, tendría un mérito por haber cursado ahí y en el caso de guerra, poder ser un oficial al mando de cualquier unidad. Este curso duraría un año y sería entrenado junto a otros con la misma categoría que yo, muchos de ellos mayores a mi en cuanto a la edad. La idea, es poder formar parte de la reserva y cada tanto tener alguna que otra instrucción o entrenamiento, estando a disposición de la National Guard.

    Ese año fue muy interesando, vimos un poco de manejo de personal, otra gran parte era navegación en el terreno, normas de orden cerrado para las presentaciones, uso de armas de fuego. Lo bueno que al elegir el arma de Ingenieros de combate, también conocido como Zapadores, nos pudimos adiestrar en el manejo correcto de los explosivos, el empeñamiento de lo que llamamos Trotyl y el C4 para uso táctico, los cables detonantes, como armar un circuito para realizar una detonación. También, a manejar las tropas para el correcto armado de un puente, el cuál posibilita el paso a los vehículos en tierra y también las tropas a pie. La idea es tener un conocimiento básico y de utilizamiento táctico de los mismos que luego se implementaría en maniobras de campo que nosotros estaríamos presentes, al menos una vez al año tendría que hacer una nueva capacitación de una semana para no perder esos conocimientos y para incorporar nuevos. Durante este año no estuve muy en contacto con el mundo exterior para serles sinceros, pasó todo tan rápido y me divertí mucho, además con todos los nuevos conocimientos que adquirí con respecto a la defensa personal y al manejo de armas de fuego, me terminé encariñando aún más con el deber público y las leyes.

    Pasado este tiempo y una vez finalizado mi año en West Point, en el despacho de abogados me esperaban nuevamente con los brazos abiertos pero ahora con una posición de Abogado Junior y listo para poder ejercer mejor mi oficio, aunque me costó acostumbrarme nuevamente a la vida civil me dejó muchas enseñanzas y valoraciones a la vida que siempre los voy a llevar conmigo.


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    LA NUEVA AVENTURA

    Mi alma viajera me decía, "¿Por qué estás en el mismo lugar tanto tiempo? ¿Hace cuánto no viajás?". La verdad es que si, ya me había acostumbrado a la gran ciudad, y sinceramente no todo iba como quería, pero hay algo que me hizo cambiar todo. El estudio con el cual trabajaba tenía lazos con la mafia, y de un día para el otro, todo un gran equipo de agentes de policía vinieron al lugar y se empezaron a llevar a quienes eran los socios y también mucho papeleo, documentos y cartas que tenían ellos guardadas. Me dio tanto asco la situación que no dude ni un segundo en renunciar, y darme un parate en mi carrera, ¿realmente quiero hacer esto, defender criminales? Así que hice algo bastante impensado, y con todo eso que tenía en la cabeza agarré y aleatoriamente apunté a otro estado para ir a comenzar una nueva aventura, resultó en la otra punta en la costa oeste, en la ciudad de Los Santos. Guardé el equipaje que tenía, hablé con mi landowner para cesar mi contrato de renta y me fui, me tomé el primer avión hacia la ciudad.

    Una vez que llegué, con todo el dinero que tenía ahorrado no me costó mucho alquilar un departamento cerca de Davis, y un modesto vehículo para poder movilizarme en la ciudad, es así como empecé a buscar trabajo, ya no como abogado, pero si como algo que tenga que ver con la seguridad.

    Vi unos anuncios en el periódico, donde una empresa llamada SecuroServ contrataba personal de seguridad, así que me contacté con ellos y empezó mi jornada, pero eso se los voy a contar más adelante...

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  • LSAG - Orion

    NUEVAS RESPONSABILIDADES

    Durante una buena cantidad de semanas estuve trabajando como guardia de seguridad con la empresa de SecuroServ, la verdad es que pagaban bien y no tenía muchos inconvenientes con el trabajo. Quienes eran mis superiores estaban contentos con mi trabajo, me acuerdo que en un momento habían pedido alguien que sepa de instalar cámaras de seguridad, y yo levanté la mano como si realmente fuera un experto en la materia cuando solamente lo había hecho una vez de manera hogareña, fue muy gracioso pero la verdad que salió muy bien. Como hicimos un buen trabajo para la policía, ya que ellos fueron quienes hicieron el primer encargo, a los días ya muchas empresas privadas se enteraron y comenzaron a llamarnos para hacer dichas instalaciones también en sus locales.

    Además ayudé también con algunos temas administrativos de la empresa por el hecho de que el abogado empresarial estaba algo desaparecido, así que obviamente les di una mano. Para serles sinceros, nunca soy de comentar mi pasado a los demás y tampoco sabían que ya tenía un título de Abogado, solamente que en otro Estado el cuál tendría que validar en San Andreas, ya que cada BAR tiene sus propias jurisdicciones y no puedo ejercer sin tener aprobado dicho examen. Así que mientras estudiaba, me hacia un buen dinero con tareas que ya conocía, sin embargo se me ofreció una posición más administrativa dentro de la empresa, manejando al personal y tratando de buscar maneras para mejorar el negocio que se iba llevando a cabo. Obviamente que esto generó crispaciones en quienes eran mis colegas, pero mucho no me importó porque nunca me consideré mejor que nadie, lo único que me molestó fueron los holgazanes que no hacían bien su trabajo, por suerte esos se fueron rápidamente y pudimos rellenar con personal eficiente para la tarea.

    Comencé a formar parte ya de la mesa chica de la empresa, dando una mano en todo lo que pudiera y poder capacitar a la gente que recién se unía para poder dar una buena imagen de la empresa, ya que se venían cada vez más contratos y había que mantener la calidad en el servicio.


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    Aunque para serles sincero, el trabajo que más me gustó realizar dentro de la empresa era otro muy diferente y el cuál solo nosotros teníamos la posibilidad de realizar. Ser escolta del gobernador, algo bastante dinámico y riesgoso, pero se alcanza a ver muchas cosas nuevas que uno no habría imaginado antes. Poder viajar en las limusinas, en los vehículos blindados que proteger al gobernador, siempre manteniendo una seriedad impoluta. En este poco tiempo hice más que en mis dos últimos años, parece que tomé la decisión correcta de venir acá y dar un nuevo cambio de rumbo. También me permitió conocer a mucha gente importante, que seguramente seguiré viendo a lo largo de mi estadía en la ciudad, como las máximas autoridades de la Policía, del Ejército, hasta también el Gobierno y el Departamento de Justicia.


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    Esta nueva posición dentro de la empresa y el arduo trabajo que vinimos haciendo tuvo sus compensaciones monetarias, me permitieron poder mudarme hacia Pillbox Towers, y comprarme un vehículo más acorde. No me puedo quejar realmente, voy a serles sincero, pero todavía siento que me faltan cosas por alcanzar y espero que esta aventura nunca termine....


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  • LSAG - Orion

    OLD MAN, NEW MAN

    Pasaron algunos meses desde mi ingreso en Los Santos, desde que llegué acá lo único que hice fue moldearme y respirar la ciudad desde un punto de vista un poco fijo, teniendo un empleo medianamente estable y colegas amigables, llegué a un punto donde me di cuenta que lo mejor era usar toda esa experiencia adquirida y los contactos forjados para emprender de manera independiente. Así que, mientras espero a mi próxima aventura en la ciudad, voy a hacer lo que ya estoy acostumbrado y se me da bien, que es el mundo de las leyes.

    Saqué mi traje del armario, lo planché un poco para estar más presentable. Luego fui a la tienda de ropa para elegir una corbata nueva y que sea un poco más formal y sobria en sus colores. Me terminé decidiendo por una negra con detales en amarillo y blanco, me recordó a los colores de mi unidad en la Compañía de Ingenieros, así que con algo de nostalgia la tomé, la llevé hasta el cajero comprándola inmediatamente.

    Preparé mi maletín, poniendo dentro el Código Penal, también el Código Civil y la Constitución dentro por las dudas. También, algunos apuntes por si me llegaran a preguntar algo raro, pero la normativa actual tiene muchos resabios de la vieja constitución de California con un tono bastante liberal. No creo que tenga ningún problema si es que se me examina, pero siempre hay que estar preparado para todo. Me subí a mi auto, y emprendí mi viaje hasta las oficinas del Departamento de Justicia, que casualmente por razones de reformas edilicias están actualmente en el Ayuntamiento. Me presenté con el señor magistrado de Turno y también me presente con el Fiscal General, que estaban ahí para recibirme.


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    Una vez que terminé la entrevista, finalmente pude obtener mi licencia para poder ejercer en Los Santos, así que con mucho orgullo la guardé en mi billetera y emprendí mi viaje de regreso a casa. Pero, en mi mente ya venía pensando que iba a tener que armar una oficina para poder usarla como despacho, como estaba siempre fuera mucho no utilizaba la casa para propósitos hogareños así que como había hecho una vez, utilicé la mi piso para convertirlo en oficina. Vendí algunos muebles y compre otros para dejar el lugar lo más impoluto posible para los clientes.

    Luego de unos días, me llegó un mensaje de texto con la primer persona interesada en mis servicios, y la verdad que con un caso muy interesante. Sinceramente, no me puedo explayar mucho en el tema porque debo guardar la confidencialidad, pero déjenme decirles que va a dar que hablar al público en general cuando salga a la luz.

    Mientras tanto, una empresa de seguridad nueva en la ciudad, Shark Security se interesó en que los ayudara en algunos temas legales, entre ellos, la posibilidad de escriturar un contrato para quienes deseen forma parte de su empresa, con clausulas y estipulaciones bastante claras para que sea fácil de leer y proteja a la empresa en caso de algún litigio a futuro por parte del trabajador. Fue una experiencia bastante grata, y me pareció bastante interesante poder ser parte de un proyecto nuevo, así que ya saben, si necesitas algún contrato para tus trabajadores, ¡no dudes en llamarme!


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