Mateo Ospina



  • Biografía de Mateo Ospina

    RASGOS PERSONALES BÁSICOS.

    • Nombre(s) y Apellido: Mateo Ospina.
    • Fecha de nacimiento: 11/20/1981 (39 años).
    • Nacionalidad: Colombiana.
    • Residencia Principal: DESCONOCIDA, con sede en Los Santos.
    • Estado Civil: Soltero.
    • Estado Físico: Fornido, con una masa muscular notable. Cuenta con arrugas de vejez en extensas zonas del cuerpo.
    • Estado Psicológico: Medianamente normal, con recaídas esporádicas.
    • Distinción en apariencia: Cabello grisáceo tirando a blanco puro, acomodado y emprolijado. Barba de pistolero con bigote. Una tonalidad en sus vestimentas mayoritariamente negras o tirando a lo oscuro.
    • Gustos: El vino fino, el vodka puro y los autos clásicos.

    HISTORIA (PASADO LEJANO, 1981-1999)

    Mateo Ospina, nacido en el Once de Noviembre del mil novecientos ochenta y uno, fue un niño lleno de expectativas desde su mero nacimiento. Su padre, ex-militar, era una persona sumamente seria y estricta, pero con un corazón y amor que le faltaría a la mayoría de personas. Por otro lado, su madre, era mucho más permisiva y sabía cuando permitir las peticiones del pequeño Mateo. Esa pareja era como el Jing y el Jang, quizás por eso combinaban tan bien a la hora de criar a su hijo.
    Tuvo una infancia feliz, con una educación muy buena y unas calificaciones del promedio, lo suficiente para hacerlo sentir realizado. Sus amigos los contaba con los dedos de la mano, una lección que aprendió de su padre en los primeros años de su vida, que quien quiere estar, va a estar sin importar qué.
    Ya unos cuantos años pasaron, el pequeño (ya no tan pequeño) Mateo había cumplido hace poco catorce, era momento de otra charla de la persona más increíble que conocía. Las palabras de su tiempo en la milicia, iluminaron los ojos de un adolescente ilusionado con el futuro. Aprendió mucho en pocos minutos, el arma que trajo de su tiempo en la militancia, una pistola de calibre 50, más reluciente que un diamante en bruto, sirvió como ejemplo para un refrán escuchado de una canción satírica de esos días. "Un arma no es un juguete, no se toma a la ligera, esto es para defensa personal, aunque espero y Dios no lo quiera". Esas palabras que se encascaron desde un primer momento en el cerebro de Mateo, comprendió casi instintivamente que lo que tenía frente a sus ojos, no era un juego. Y así fue como él, decidido completamente, se enlistó en las fuerzas armadas, para que una vez posea los dieciocho años, pudiera comenzar su entrenamiento.

    HISTORIA (PASADO PRÓXIMO 1999-2020)

    Mateo había comenzado su entrenamiento militar, algo que le ilusionaba desde su adolescencia, y sabía que tenía que aprovecharlo al máximo, ya que esto iba a comer una gran porción de su vida.
    Y, en realidad, no pasó mucho los primeros años, todo fue marchando con perfección, a veces hacía de guardia en las fronteras, o entrenaba en el campo, realizaba simulacros, prácticas, etcétera. Muchas veces volvía a visitar a su familia unas cuantas horas al día, ya que todo transcurría con normalidad, y los problemas civiles generalmente eran solucionados por el departamento policial correspondiente.
    Bueno, así fue en principio, ya que todo cambió un día que fue llamado a primera fila por el líder de la milicia. Casi como bolsas de papas trataron a los miembros que participaban de esto. Ospina, fue asignado en un pelotón, conocido como Beta-Hunters 3, partícipe de seis soldados, los cuales conocía básicamente nada. Debido a su tiempo de casi diez años en el ejército, los mismos superiores de la milicia lo nombraron Comandante, debajo del apodo "El Titan". Mateo comenzó a conocerlos lentamente, debido a que sabía que al estar en primera fila, sólo se tenían los unos a los otros. No tardó mucho en empezar a perder soldados por culpa de altercados que sufrían constantemente. Todo esto fue marcando a Ospina, lentamente, y poco a poco iba perdiendo esa confianza en el gobierno de San Andreas, parecían carne de cañón, preparado para ser asesinados en batalla sin ninguna distinción, sin ningún interés o apoyo. El corazón de Mateo comenzó a pudrirse lentamente mientras escuchaba las atrocidades de su pobre pelotón, cosas como los secuestros de guerra era lo más típico de los pelotones en primera fila, pocos salían con vida.
    En el momento que vio cómo otra vida se perdió dentro de sus ojos, una de las personas que más apreciaba en su pelotón, una persona de lo más amable, un soldado increíble, un amigo. La sangre caliente corrió por su cuerpo y, con un odio inexplicable, levantó en brazos a su compañero y volvió a su hogar, tras poco más de veinte años de servicio. Hoy día, esas medallas podridas, esa pensión por defender a su país, ese odio iracundo y desmedido a casi todas las personas, es todo lo que le queda de recuerdo. De su pelotón, sólo él y un soldado más sobrevivieron, con el cual tiene poco contacto hoy día.

    HISTORIA ACTUAL (2021)

    Mateo comenzó a desarrollar una adicción al alcohol, algo que le servía para olvidar esos horrendos momentos que vivió dentro de la milicia, que le hacía olvidar el odio que generaba y ni él podía explicarlo. Ver tantas vidas perderse frente a sus ojos, y no poder hacer nada con ello, le jodió la mente con el pasar del tiempo y los años. Fue allí cuando obtuvo una propuesta de trabajo, un sitio discreto, un lugar donde poder ganar un buen dineral con algunos actos no muy "patrióticos". Al principio lo rechazó, no quería meterse en esas cosas, pero luego comprendió lo podrido que estaba la ciudad, que quería probar esto. Tuvo una vida miserable, pero todavía podía cambiarla. Y así decidió ejecutar su cometido, actuar detrás de la ley, corromper la ciudad y hacerse un camino en las partes más recónditas e invisibles de Los Santos. Sabía que iba a ser complicado, y aunque no lo logre, no iba a irse sin obtener un beneficio.

    Continuara...


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