Sam Gibson



  • Mi nombre es Sam Gibson, nací un 10 de diciembre de 1994, nací en Liberty City.
    Soy hijo único de un matrimonio felizmente casado. Mi madre nacida también en Vice City ejerció de contadora pública hasta que conoció a mi padre a cual ejercía en el rubro de comerciante.
    Se casaron y se mudaron a la ciudad de Liberty City en busca de nuevos horizontes ya que ambos eran muy ambiciosos. Mi padre en busca de mejorar la economía del hogar comenzó a entrenarse y estudiar para ingresar a la academia de cadetes del departamento de policía de Liberty City.

    Mi infancia no fue de todo lo mejor, a pesar de ser solo tres en la familia siempre éramos muy unidos, en mi tiempo libre mi papa me llevaba a ver sus entrenamientos policiales donde me comenzaron a gustar las armas.
    Mi papa tuvo una carrera exitosa donde a los largos de los años fue ascendiendo hasta llegar a Sargento. Pero todo se derrumbaría una noche del año 2001, cuando el teléfono sonó con la peor noticia de mi vida, mi padre falleció en un tiroteo con unos mafiosos que controlaban la ciudad. Desdé ese día jure vengar a mi padre.
    Desde ese momento nuestras vidas cambiaron para siempre, mi madre desbastada cayó en una enorme depresión lo que la llevo a renunciar su trabajo y al descuidarme. Hasta que un día al volver de la escuela no estaba en mi casa y desde ese entonces no supe más sobre ella.

    Servicio social se hizo cargo de mi hasta que cumplí los 18 años y ya con los estudios secundarios terminados, me convence a preparar para ingresar a la academia de cadetes tal cual lo hizo mi padre.
    Por suerte y gracias a la ayuda de mi padre que me ilumina el camino, pude ingresar al departamento de policía donde poco a poco fui destacándome por mi gran labor. Con el transcurso de los años fui ascendiendo de puestos lo que me permitió hacerme con muchos contactos fuera del departamento. Los mismos me sirvieron para encontrar a las personas que me habían arrebatado a mi padre.
    Comencé a estudiar los lugares que frecuentaban, las amistaban que tenían y hasta involucrarme con sus propios familiares. Hasta que un día alguien del departamento les hizo llegar mis intenciones y comenzaron una cacería en mi contra.
    Ante esta situación me vi obligado al renunciar al departamento de policía y abandonar la ciudad.

    Actualmente acabo de llegar a los Santos con la intención de comenzar una vida lejos de todo el mundo policial.


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