Gabra De la Cruz Reyes



  • NOMBRE COMPLETO: Gabra De la Cruz Reyes
    EDAD: 25 años
    LUGAR DE NACIMIENTO: Los Santos
    NACIONALIDAD: Mexicana
    SEXO: Hombre
    PADRES: Guadalupe Reyes y Miguel “MACHETE” De la Cruz. De Guadalupe solo se sabe que nació en una familia de pocos recursos en un barrio de Juárez, México, el cual estaba gobernado por la pandilla de Los Vagos. Miguel, viene de una familia de Juárez, México, la cual tenía dinero, ya que su padre era un líder de Los Vagos, lo que le llevó a dedicarse a los actos delictivos desde pequeño.
    APARIENCIA FÍSICA: Los rasgos físicos de Gabra son de un chico moreno Latino, pelo rizado. Su forma de vestir suele ser a la moda, o con ropa de baloncesto. Tiene tatuajes y pretende hacerse más. Tiene cicatrices en el cuerpo causadas por las heridas.
    PERSONALIDAD: Persona social y amable, tiene un gran sentido del humor y es muy vacilón, no le gusta que la gente se pase de lista, tampoco las chulerías
    HISTORIA:
    Gabra nació el 23 de marzo de 1995 en Los Santos fruto del romance entre Guadalupe Reyes y Miguel “MACHETE” De la Cruz, cuando sólo tenía 14 años, muriendo Guadalupe en el parto.

    Miguel nombra a su hijo Gabra, en honor al padre de Guadalupe, y se involucra de lleno en todo lo concerniente a su pandilla. Se encontraba en unos años de su vida en los cuales vivía con rabia y dolor constante por haber perdido a Guadalupe. Se convirtió en un hombre mujeriego y poco a poco fue perdiendo la empatía con los demás. Tuvo otros 5 hijos, 3 niñas y 2 niños. A las niñas las dejó con sus madres, a los niños se los llevó él y les puso los apellidos de Guadalupe.

    A pesar de que Miguel fue un padre ausente en muchos sentidos siempre quiso que sus hijos, sobre todo Gabra, entendieran cómo funcionaba la vida en el barrio y los peligros que probablemente iban a tener que afrontar.
    Gabra, en su infancia, demuestra ser un niño bastante espabilado, aprende a andar y a hablar a un ritmo estrepitoso. Todo el mundo en su barrio le conoce por ser hijo de Miguel.
    Gabra era un chaval que desprendía una energía muy palpable, entre sus hermanos y amigos del barrio siempre era quien tenía la iniciativa para hacer sus travesuras y era, indiscutiblemente, un líder allá donde fuera. No atendía en el colegio, aunque era sumamente inteligente.
    A los 9 años, Gabra acompañaba a su padre en el coche cuando sufrieron un ataque por parte de un grupo rival. Miguel se percata a tiempo, consigue abatir a los atacantes y decide rematarlos delante de su hijo Gabra diciéndole “Nunca perdones y nunca olvides Hijo mío”. Esta imagen se le quedó dejando huella, cambiándolo para siempre.
    A partir de ahí Gabra presenció infinidad de asesinatos y extorsiones. Él nunca pensó en matar a nadie, pero tampoco podía frenar sus ganas de aportar ayuda en todo lo que podía. Ya fuese como vigía en el barrio o llevando paquetes con la bici a donde le dijesen.
    El trapicheo con drogas fue algo que aprendió con mucha rapidez y a lo que se dedicó desde los 11 años, pero tenía especial talento a la hora poner a raya a las personas con las que tenía problemas. No solo entendía de armas blancas, sino que cómo se pasó media infancia peleándose con otros niños en los parques, también tenía un buen manejo de su cuerpo.
    Los hermanos seguían a Gabra continuamente y este les protegía como en una manada. Estos querían participar en todo para honrar a su padre y sentirse útiles para con él.
    Durante años sólo se dedicaba a pintar grafitis para marcar territorios y eliminar los que habían hecho otras bandas. Esto empezó a causar peleas entre los pandilleros ya que delimitar estos “territorios” influía drásticamente en las rutas que utilizaban los líderes para transportar drogas y armas a lo largo de la ciudad.

    Las peleas con bandas rivales eran constantes. Los ataques se hacían cada vez más violentos y se intentaba causar más daño cada vez, tanto físico cómo moral.
    Gabra junto con sus hermanos y sus amigos, y con solo 15 años, imponían un gran respeto notorio entre las altas esferas en las que se movía su padre y en las pandillas enemigas.
    Poco a poco iban contando con ellos para prácticamente todo lo que el Barrio requería y estos no dudaban en ejecutar cualquier orden.

    Un día, cuando Gabra tenía 16 años, su hermano menor estaba con una chica en un parque y fue sorprendido por un grupo rival en el que estaban hombres adultos. Estos le pegaron una paliza en la que le rompen varios huesos y está apunto de perder un ojo con la intención de mandar un mensaje para que estos “niños” parasen de actuar.

    Cuando se entera actúa sin ni siquiera pensar. Se levanta, hace una señal a su hermano y amigos con la cabeza y se van en moto. 4 jóvenes, 2 en cada moto… a las 11 de la noche, todos armados con machetes. Buscan con frenesí en todos los puntos conocidos en los que se Gabra mueven esos cabrones. Revisan varios bares, restaurantes, cantinas hasta que dan con ellos. Están sentados en la acera de una licorería que hace esquina. “¡PINCHES RATAS!” grita Gabra, mientras salta de la moto sin llegar siquiera a detenerla, desenfunda su machete mientras los individuos, pillados por sorpresa, intentan huir sin suerte.
    Los muchachos levantan y bajan sus machetes sin parar. Hay gritos de pánico y sangre. Paran todos menos Gabra que sigue asestando machetazos certeros, algunos cortan de golpe, otros llegan hasta el hueso.

    El ataque termina, no hay ningún hermano del barrio herido, pero si hay 2 muertos y muchos miembros amputados. Gabra está lleno de sangre, respirando rápida y profundamente mientras mira sin parpadear los cadáveres y los heridos que siguen tendidos en el suelo.
    Gabra ya había visto otros asesinatos antes, su padre le había dejado efectuar alguno, pero nunca había perdido el control de tal manera. Gabra no es capaz de ignorar eso. Escapan del lugar y durante días piensa constantemente en lo que pasó, ya que ese día se descontroló drásticamente, y noto como si ese no era el, cambiándolo a peor. Se siente poderoso, fuerte y es consciente de que tiene que las cosas van a ser cada vez más duras y tiene claro que va a estar a la altura.
    Miguel, con aprobación de los otros altos cargos de El Barrio, se muda con sus 3 hijos a Juárez, Ciudad donde había nacido con el objetivo de proteger la vida de sus hijos e instruirlos en todo lo concerniente a las drogas con las que el Barrio trabajaba para que pudiesen mantener su legado.
    Gabra está en la pubertad y tiene facilidad para ligar con las chicas. Lo que no lleva bien es la fidelidad ya que se siente enamorado efímeramente por cada mujer que conoce tenga pareja o no. Esto le causa conflicto ya que miente a todas diciéndoles lo mismo y en alguna ocasión las chicas, mientras discutían, se daban cuenta de todo.

    Al pasar unos cuantos años los problemas con la policía empiezan a ser cada vez más difíciles. Estos consiguieron información de que Miguel se había ido a Juárez e intentaban redadas constantes en todos los lugares donde fuese factible que estuviesen y aunque tenían a muchos policías comprados, no era suficiente ya que entre la policía había muchas personas que habían perdido a seres queridos a manos de las organizaciones criminales.
    Gabra junto con sus hermanos localiza a la persona que está al mando de las redadas policiales, un oficial de alto rango al que asesinan ejecutando un plan en el que usan a su hija.
    La policía, no tarda en preparar un ataque para vengarse. Nombran a un coronel de gran prestigio conocido por sus métodos para que continúe con el trabajo del difunto oficial. Dicho coronel, en su primera redada, consigue encontrar a Miguel. Rodean con sigilo la finca en la que se encuentra junto con su primogénito Gabra y algunos de sus hombres.

    El ataque es rápido, de repente se escuchan golpes y gritos desde las puertas de la finca. Los gritos se convierten en amenazas y los golpes en disparos. Acorralan a Miguel y a sus hombres, consiguen abatirles a todos. Gabra, herido, es retenido junto con los que han sobrevivido. Mientras tanto un grupo de policías rodea a Miguel, quien sigue respirando. Los hombres empiezan a golpearle sin compasión. Gabra al presenciar todo eso, salta sobre el grupo de policías propinando golpes y mordiscos a los agentes. Consiguen reducir mientras sangra por las heridas de bala y porque ha conseguido morder en el cuello a uno de los agentes. Nuevamente Gabra respira rápida y profundamente, no consigue parpadear ni una sola vez. Su cuerpo está en un estado de frenesí que no puede controlar. Lo sujetan 6 hombres mientras el coronel, al reconocerle, le dice: “Entonces Miguel es tu padre, ¿verdad?” disparando a Miguel en la cabeza nada más terminar la frase.

    Gabra empieza a verlo todo negro y borroso, pierde el conocimiento al presenciar la escena. Al despertar, y al salir del hospital días después, se enfrenta a un juicio en el que es condenado a dos años de prisión por disparar y atacar a los agentes en la redada.

    A sus 23 años, y en la cárcel, pasa la estancia en prisión generalmente aislado debido a que quedó afectado mentalmente. De vez en cuando escucha voces en la cabeza que le empujan a hacer actos en determinados momentos.

    Gabra pide a sus hermanos que vuelvan a Los Santos y que tomen contacto con la gente de El Barrio para comunicar lo ocurrido y le esperen allí hasta que salga de la cárcel.

    En febrero de 2021, Gabra sale de prisión con 25 años creyendo con certeza que ha podido controlar las voces que alguna vez escuchó. Recoge sus cosas, se rapa la cabeza y pone rumbo a Los Santos con la intención de buscar un nuevo comienzo teniendo en cuenta que las cosas han podido cambiar en todo el tiempo que no ha estado allí.
    EDUCACIÓN: Tiene la primaria ,y una FP básica de Agro-jardinería y Composiciones florales.
    OTROS: Sus objetivos principales son conseguir una financiación estable y escalable proveniente de la venta de drogas y actos ilegales.


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