Juan Benito Narváez



  • Juan Benito Narváez es un hombre de 67 años nacido en San Juan, Puerto Rico. Es de nacionalidad Puertorriqueña. Tiene muchos familiares repartidos al rededor de Cuba, República Dominicana y su lugar de nacimiento, Puerto Rico.

    Juan Benito es un hombre de gran estatura, midiendo 1,91cm. Tiene unos ojos de color café, que se ponen verdosos cuando le da el sol. Mantiene una cabellera increíble para su avanzada edad, con un estilo de los 80 inigualable, una melena rizada de color oscuro que le ha acompañado desde su adolescencia reggetonera.

    Con un peculiar estilo para vestir, suele calzar siempre unas plataformas acompañadas de unos pantalones campana anchos de los tobillos, rematando su conjunto característico con unos tirantes y una camisa negra a juego con su pelo. En tiempos de sol cubre sus ojos con unas gafas de sol vintage.
    Cuenta con un cuerpo musculado y bien conservado, además de un moreno increíble.
    Juan Benito, llamado Juanbe por sus amigos es una persona familiar a mas no poder, extrovertido y simpático con todo aquel que puede, aunque rencoroso y algo bipolar. Siempre ha sido un mujeriego, de ahí a que tenga mas de 10 hijos repartidos por las islas de alrededor, y a su edad sigue siguiendo y hablando a toda mujer que se le acerca para intentar agradarla.

    La madre de Juan Benito, María Luisa, nunca conoció a su hijo, ya que murió en el parto. Siempre le dijeron que era una mujer guapa, morena con pelo rizado y con unos ojos café encantadores. Era una mujer alta para su género, midiendo 1,80cm. Siempre le han dicho a Juan Benito que se parece a su madre, y a el le alegra eso, describiéndola siempre como una heroína.
    El padre de Juan Benito, José Narváez, era un hombre poco agraciado en realidad, con unos rasgos faciales algo bruscos y desorganizados. Nunca trató bien a su hijo, maltratándolo física y mentalmente, dejando secuelas a Juan Benito, y dejándole un miedo al abandono inmenso, ya que le abandonó con 8 años. Era un hombre imponente, musculado y muy alto. Siempre fue desagradable y antipático con todos, y su hijo se propuso ser todo lo contrario a lo que recordaba de su padre.
    Ambos padres eran de Cubanos, pero tuvieron a Juan Benito en un viaje a Puerto Rico, donde se crió y creció.

    La infancia de Juan Benito fue dura, nunca recibió una educación formal debido a que su madre era la única que quería que su hijo estudiase, pero su muerte y el pasotismo del padre le llevaron a criarse jugando con los chicos del barrio y ligando desde pequeño con las chicas, ya que el modelo que su padre daba era machista e inadecuado. Desde pequeño demostró una gran habilidad para bailar, y en su barrio se juntaba con muchos en una pequeña plaza para bailar al ritmo del reggaeton o del hip hop de la época. Fue un niño revoltoso pero bonachón, que fue criado por todo un barrio tras el abandono temprano de su padre. Aprendió de los estafadores de las calles a hacer trucos y engaños muy pronto, y fue mejorando estos trucos hasta los 16, donde algo cambió.

    A sus 16 años, comenzaba su juventud de forma algo inusual, entrando a la prisión debido al cúmulo de estafas que había realizado tras ser capturado en una de ellas. Tras varios juicios y unas cuantas declaraciones, 7 años después fue liberado de la cárcel, ya que el juez tuvo compasión por la dura vida del chico. Con 23 años empezaría a buscarse la vida trabajando en fábricas, en la obra y en bares, pero siempre buscando el momento de una nueva estafa para sacar un dinero extra, cada vez se le daba mejor robar. Tras 20 años de duro trabajo, sin poder formar una familia duradera, aunque sí dejando varios hijos al rededor de las islas con diferentes mujeres, decidió que aquello tenia que acabar, y dejó todo trabajo que tenía para estudiar. Sí, a sus 43 años fue en busca de estudios, y tras 7 años de estudio consiguió un grado superior de mecánica electrónica, sintiéndose satisfecho tras muchos años. Durante todos aquellos duros años se volvió un gran seguidor de la religión, y un día se le ofreció trabajar para la iglesia de forma humilde, aceptando Juan el trabajo y pasando allí sus últimos años de cotización.

    A día de hoy Juan Benito sigue siendo aquel niño feliz del barrio, poco maduro pero con unos estudios y una superación que inspiraría a mas de uno, y que le satisface mas que nada. Juan Benito, aunque ama su tierra, necesita y busca un cambio de aires, y quiere llegar a la ciudad de Los Santos, donde ha oído que tiene dos nietos perdidos, con los que se quiere reunir, ya que son los únicos miembros de su familia que sabe que no están muertos. Juan Benito sigue en condiciones expléndidas para trabajar aún siendo mayor, y está dispuesto a hacerlo para ayudar si es necesario, ya que a nivel económico esta en una buena posición.

    Solo queda añadir que Juan Benito no busca ni ha buscado nunca relacionarse con bandas o trapicheos, aunque sí mantiene ese afán del robo y la estafa con trucos y números callejeros, pero lo hace más por adrenalina que por necesidad.


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