Jacob Oneill



  • JACOB ONEILL

    EDAD: 36
    LUGAR DE NACIMIENTO: Boston, Massachusetts
    NACIONALIDAD: Estadounidense / Irlandesa (Doble nacionalidad)
    SEXO: Hombre

    FAMILIA Y ORÍGENES

    Jacob ONeill nació en los barrios obreros de South Boston, en el seno de una familia marcada por la pobreza y las malas decisiones.
    Su padre, Patrick ONeill, fue un obrero portuario irlandés con problemas de alcoholismo y apuestas. Era un hombre fuerte, trabajador y orgulloso, pero incapaz de mantener estabilidad. Las deudas y las malas compañías terminaron por consumirlo, dejando a la familia al borde del colapso.
    Su madre, Evelyn Carter, una inmigrante irlandesa que trabajaba limpiando oficinas, hizo todo lo posible por criar a Jacob y a su hermana menor, Megan, sola y con dignidad. Sin embargo, el barrio era implacable, y Jacob aprendió desde niño que la vida no perdona a los débiles.

    A los 14 años, su padre desapareció una noche después de una riña en un bar del puerto. Nunca se encontró el cuerpo. Jacob entendió rápido que nadie iba a venir a salvarlo. Desde entonces, empezó a buscarse la vida como fuera: vendiendo cigarrillos, apostando en la calle, moviendo dinero para tipos más grandes.
    La calle fue su primera escuela; la necesidad, su mejor maestra.

    APARIENCIA FÍSICA

    Altura: 1.85 m
    Cabello: Moreno oscuro, corto, rapado
    Ojos: Azules intensos
    Complexión: Atlética, marcada por años de trabajo físico
    Estilo: Suele vestir ropa sencilla pero cuidada — camisas oscuras, cadenas discretas, reloj caro. Su presencia impone respeto sin necesidad de palabras.

    PERSONALIDAD

    Jacob es frío, calculador y pragmático, un verdadero buscavidas. Desconfía de todos, incluso de sí mismo.
    Tiene una mentalidad callejera afilada y una habilidad natural para leer a la gente: sabe cuándo alguien miente, cuándo tiene miedo y cuándo se puede aprovechar una oportunidad.
    No cree en la suerte ni en la justicia — cree en el movimiento, en la acción, en no quedarse quieto.

    A pesar de su dureza, posee una extraña forma de lealtad: respeta a quienes trabajan duro y cumplen su palabra. Odia a los falsos, a los corruptos sin código y a los que usan el poder sin merecerlo.
    Para él, la vida es simple: “O comes o te comen.”

    INFANCIA Y JUVENTUD

    Jacob creció rodeado de apuestas, peleas de bar y calles donde el respeto se ganaba con los puños.
    Su adolescencia fue una constante huida de la pobreza: trabajó descargando cajas en el puerto, limpiando talleres, e incluso haciendo pequeños encargos para mafiosos locales. Aprendió a moverse sin ser visto, a negociar sin hablar demasiado y a pelear sin dudar.

    Pero Jacob no era solo músculo — tenía cerebro. Siempre tuvo talento para los números, así que, contra todo pronóstico, logró una beca parcial para estudiar Economía y Finanzas en la Universidad Estatal de Boston.
    No lo hizo por amor al estudio, sino por ambición. Quería entender cómo se movía el dinero, quién lo controlaba y cómo los poderosos lo usaban para dominar a los demás.

    Durante esos años, vivió una doble vida: por el día, estudiante universitario; por la noche, corredor de apuestas y cobrador en los suburbios.
    Sus contactos crecieron, sus ingresos también. Rápidamente entendió algo que marcaría su camino:

    “La calle da dinero rápido, pero el sistema te enseña a lavarlo.”

    Al graduarse, Jacob trabajó un tiempo en una empresa de inversiones, pero su pasado lo seguía. Tras un conflicto con un socio que intentó estafarlo, terminó envuelto en una pelea que lo obligó a desaparecer de Boston. La policía lo buscaba, pero no por mucho: alguien con poder lo borró de los registros. A cambio, debía favores.

    ACTUALIDAD

    Jacob se estableció en Los Santos, presentándose como un “consultor financiero independiente”. En realidad, es un operador dentro del mundo del crimen organizado, un hombre que conecta empresarios, contrabandistas y lavadores de dinero sin dejar rastros.
    Su inteligencia financiera lo hizo valioso para varias organizaciones, primero como asesor, luego como socio silencioso.

    Actualmente, es parte de una mafia en expansión, moviendo dinero a través de negocios fachada: clubes nocturnos, importaciones, concesionarios y casas de apuestas. No busca el poder por placer, sino por control: quiere asegurarse de no volver a ser el chico pobre al que todos ignoraban.

    Su reputación es la de un hombre peligroso, no porque dispare primero, sino porque sabe cuándo hacerlo. Su calma, su forma de hablar pausada y su habilidad para manipular situaciones le han ganado respeto entre criminales y temor entre quienes lo traicionan.

    En las noches de soledad, a veces mira una vieja foto en blanco y negro: su madre sonriendo, su padre joven en el puerto.
    La guarda no por nostalgia, sino como recordatorio de por qué hace lo que hace.

    “No nací para seguir órdenes. Nací para que los demás las sigan.”

    RESUMEN DE PERFIL

    Nombre: Jacob O’Neill

    Edad: 36

    Origen: Boston, Massachusetts

    Profesión pública: Consultor financiero / Empresario

    Ocupación real: Operador criminal – blanqueo, contrabando y redes financieras ilegales

    Educación: Licenciatura en Economía y Finanzas

    Rasgos clave: Buscavidas, inteligente, desconfiado, calculador, leal a su código

    Motivación: Poder, control y supervivencia

    Código personal: “Nunca prometas más de lo que puedes cumplir. Y si cumples, que te lo paguen bien.


Accede para responder