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Jhons Tims – El rugido del sur
Jhons Tims nació en Valparaíso, Chile, en medio de cerros empinados y calles que parecían diseñadas para probar los límites de cualquier coche. Desde niño soñaba con escapar del ruido de la ciudad a través de los motores. Con 18 años, su mundo giraba alrededor de un único tesoro: un Nissan Skyline GT-R V16, máquina que heredó de un tío mecánico que había pasado años en Japón antes de volver a Chile.
El V16 no era solo un auto. Era su bandera. Para él, encenderlo significaba libertad, pero también desafío: demostrar que un joven de los cerros podía rugir tan fuerte como los corredores de cualquier parte del mundo.
Las calles de Valparaíso En los muelles y rutas clandestinas que unían Viña del Mar, Concón y Santiago, Jhons comenzó a hacerse notar. Al principio, lo subestimaban por su edad. Pero cuando el rugido de su V16 llenaba los túneles costeros, no había veterano que no reconociera que algo distinto nacía en esas calles.
Fue allí donde escuchó, por primera vez, el nombre que cambiaría su destino: Overclutch. Un grupo mítico, nacido en Europa, pero con tentáculos en distintas partes del mundo. Nadie sabía si era verdad o leyenda… hasta que una noche recibió un mensaje en su celular con un número desconocido: "Si quieres rugir con los verdaderos, tendrás que cruzar el océano."
El viaje a Inglaterra Con los pocos ahorros que tenía, Jhons tomó una decisión que parecía una locura: embarcar su coche rumbo a Manchester. El viaje no fue solo físico: era un salto de fe. Quería demostrar que un chileno podía estar a la altura de cualquier corredor del planeta.
En un estacionamiento industrial de la ciudad, finalmente lo vio: Trevaughn Mayshon, Gearless, el hombre al que todos llamaban leyenda. El mismo que había levantado un BMW oxidado y lo convirtió en el símbolo de Overclutch.
—¿Eres el chileno del V16? —preguntó Trevaughn, con una mezcla de desconfianza y curiosidad. —Sí —respondió Jhons, con la voz firme—. Y vine a demostrar que el asfalto también ruge en el sur del mundo.
El desafío de Overclutch La prueba fue brutal: un circuito improvisado en túneles ferroviarios, bajo la lluvia inglesa. Jhons debía correr contra un miembro veterano de Overclutch. Su V16 rugía con furia, pero no era solo el motor… era la sangre de alguien que llevaba las cuestas de Valparaíso en el alma, donde cada curva es vida o muerte.
El resultado fue inesperado: no ganó, pero tampoco cayó. Empató en un duelo donde la experiencia del rival se encontró con la audacia del joven chileno.
Trevaughn lo observó en silencio. Luego sonrió. —Tienes lo que se necesita, Jhons. No eres de aquí, pero el asfalto no tiene fronteras. Desde hoy, corres con Overclutch.
El rugido chileno en la hermandad Jhons Tims se convirtió en el miembro más joven y el primero en llevar el nombre de Overclutch hasta Sudamérica. Su V16, rugiendo entre los cerros de Valparaíso y las autopistas de Santiago, se transformó en un eco de la hermandad: la prueba de que el legado no conoce límites de idioma ni de territorio.
Cuando los faros iluminan las curvas de la costa chilena y el rugido del V16 retumba contra el Pacífico, todos saben que no están oyendo solo un motor. Están escuchando la voz de Overclutch, ahora también en Chile.