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NOMBRE COMPLETO: Johnny Sanz
EDAD: 26 Años
LUGAR DE NACIMIENTO: Buenos Aires, Argentina.
NACIONALIDAD: Argentino.
SEXO: Masculino.
Cristian Cojo: Argentino, ladrón de poca monta, adicto, atorrante y ególatra. Así se podría describir al padre de Johnny. Cristian tuvo dos hijos, pero nunca les prestó verdadera atención. Casi todo el dinero que lograba conseguir lo gastaba en drogas, descuidando por completo su rol como padre. Esta ausencia y negligencia marcaron desde el comienzo una relación tensa con sus hijos, la cual solo se fue deteriorando a medida que ellos crecían y tomaban conciencia de su realidad.
Bianca Cattaneo: Italiana, dulce, protectora, elegante... y adicta a las drogas. Así se define Bianca. Llegó a la Argentina siendo aún una niña, junto a su familia, escapando de la desigualdad social y política que azotaba a Italia en los años 70.
Fue siempre la única figura constante en la vida de sus hijos. Hacía lo que fuera necesario para asegurarles un plato de comida y un techo donde dormir.
Johnny mide 1.83 metros, tiene una presencia imponente y un físico bien trabajado. Sus tatuajes, que cubren gran parte de su cuerpo, no son simples adornos: para él, cada uno cuenta una historia. Tiene el cabello ondulado, naturalmente morocho, aunque suele teñírselo según el ánimo o la etapa que esté atravesando. Sus ojos celestes, tan claros como el cielo, pero rara vez los deja ver; suele ocultarlos tras unos anteojos, una costumbre que arrastra desde niño, cuando solían burlarse de él por el tamaño de sus ojos, un rasgo que heredó de su madre.
Johnny es un hombre frío y calculador, aunque no siempre fue así. La vida en la calle lo fue endureciendo poco a poco, moldeando su carácter. Le cuesta confiar en las personas, pero cuando lo hace, su lealtad se vuelve absoluta. Aunque intente ocultarlo, sus emociones a veces afloran con fuerza, recordándole que aún conserva cierta humanidad. Durante años luchó contra problemas de ira, pero con el tiempo aprendió a contenerlos. Esta dualidad lo convierte en alguien impredecible y, en ocasiones, volátil; sin embargo, en momentos donde muchos pierden el control, él suele mantenerse sereno.
Johnny nació en Buenos Aires bajo el apellido de "Cojo", en una época atravesada por la desigualdad social y la inestabilidad política. Su infancia estuvo marcada por la carencia: comida, dinero e incluso algo tan esencial como la educación, ya que no logró completar la escuela primaria y desde pequeño la calle se convirtió en su verdadero aprendizaje. A los 9 años vivió un giro decisivo en su vida cuando su madre, Bianca, fue encarcelada por venta de drogas. Desde entonces, quedó solo junto a su hermano mayor, enfrentando el mundo por su cuenta.
Desde los 13 años, Johnny se adentró por completo en la vida delictiva. Con el tiempo, a los 16, conoció a Natalia, de quien se enamoró profundamente, y poco después comenzaron una relación. Todo parecía marchar bien hasta que, a los 18, Natalia fue asesinada durante una redada policial. Aquel día Johnny juró vengar su muerte. Tardó dos años en cumplir su promesa, sin imaginar que el oficial al que apuntaba era alguien de peso dentro de la fuerza. Cuando quiso darse cuenta, ya estaba siendo intensamente buscado por la policía. No pasó mucho hasta que lo rodearon en un operativo: Johnny logró salir con vida, pero su hermano no corrió la misma suerte. Devastado, sin nada ni nadie, tomó la decisión de emigrar a Los Santos en busca del llamado sueño americano.
Conocido comúnmente como 'J', Johnny logró abrirse camino en el mundo delictivo de Los Santos, llegando a convertirse en uno de los líderes de una de las organizaciones más influyentes de la ciudad. Aquel joven que alguna vez no tuvo nada encontró en los Sanz una nueva familia que lo acogió y le permitió llevar su apellido, transformándose así en uno más de la gran familia Sanz. Lejos de limitarse a dar órdenes, Johnny procura estar siempre presente, ayudando a los suyos y actuando como una especie de guía dentro de la organización.
Johnny no logró culminar sus estudios primarios, pero eso nunca lo convirtió en un ignorante. La vida, con su dureza y crudeza, se encargó de ser su maestra. En las calles aprendió lo que muchos jamás llegan a comprender en un aula: la verdadera naturaleza de las personas, el valor del dinero, las reglas no escritas de los negocios y hasta fragmentos de cultura e historia transmitidos de boca en boca. Su conocimiento no nació de los libros, sino de la experiencia, del dolor y de la necesidad de sobrevivir.
-Fanático incondicional de Independiente, no permite que nadie hable mal del club de sus amores.
-Melómano por naturaleza, la música es su refugio y asegura que no podría vivir sin ella; lo acompañó en sus peores momentos. Siente un cariño eterno por Los Piojos y Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota, bandas que marcaron su infancia y lo acompañaron en su crecimiento.
-Guarda en su casa una foto de sus padres, aunque jamás se la mostró a nadie.
-Aunque nunca lo exprese en voz alta, en el fondo mantiene la esperanza de volver a reencontrarse con su hermano.