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Benjamín Politi nació en Buenos Aires, Argentina. Su vida parecía la de cualquier chico de barrio: amigos, fútbol en la calle y tardes largas mirando cómo su padre arreglaba cosas en la casa. Pero todo cambió cuando, siendo adolescente, perdió a sus padres, Marcelo y Claudia, en un accidente. Ese golpe lo marcó para siempre y lo obligó a crecer de golpe.
Con apenas lo justo en el bolsillo, a los 20 años decidió dejar atrás todo y mudarse a Los Santos, una ciudad que prometía oportunidades, pero también estaba llena de peligros. Al llegar, sin contactos ni ayuda, no tuvo más opción que trabajar en la minería. Pasaba días enteros bajo tierra, respirando polvo y destrozando su cuerpo por un salario miserable. Fue allí donde conoció de cerca el mundo ilegal: escuchaba historias de contrabando, veía tratos turbios y entendía que en Los Santos las reglas eran diferentes. Sin embargo, él siempre se mantuvo al margen, observando sin involucrarse.
Con el tiempo, Benjamín descubrió que ese no era su destino. Le empezó a llamar la atención la mecánica, algo que siempre le había despertado curiosidad desde chico. Al principio fue un hobby, pero pronto se dio cuenta de que tenía buena mano. Aprendió a desarmar y armar motores viejos, a reparar motos y a dejar los autos en condiciones de volver a la calle.
Esa habilidad lo llevó a conseguir trabajo en el taller Absurd, uno de los más conocidos de la ciudad. Allí encontró un lugar donde por fin podía crecer. Rodeado de motores, grasa y clientes de todo tipo, Benjamín empezó a hacerse un nombre propio. Era tranquilo, no hablaba mucho, pero todos reconocían su talento: un mecánico que trabajaba en silencio, pero que nunca fallaba.
Hoy, con 23 años, Benjamín vive una vida diferente. Atrás quedaron los días de la mina y la soledad. Ahora, su camino está en Los Santos, en el taller, buscando hacer su lugar en una ciudad donde sobrevivir ya es un logro. Aunque sigue manteniéndose al margen del mundo ilegal, sabe que en Los Santos tarde o temprano todo puede cambiar… y quizás un día tenga que elegir de qué lado estar.