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NOMBRE COMPLETO: Julian Manrique EDAD: 22 años LUGAR DE NACIMIENTO: Salt Lake City, Utah NACIONALIDAD: Estadounidense SEXO: Hombre PADRES Nelly Martínez (48): Inmigrante colombiana que llegó a Utah con una maleta de libros de derecho y $300 dólares. Abogada especializada en defensa de migrantes, su oficina en el centro de Salt Lake City huele a café colombiano y papel viejo. Crió a Julian sola tras la muerte de su esposo en un accidente minero cuando el niño tenía 3 años. Es una mujer de sonrisa cálida pero mirada incisiva; sus casos legales le enseñaron a Julian que "las palabras pueden ser armas o escudos". Padre (fallecido): Michael Manrique, minero de origen estadounidense. Julian heredó de él su estatura (1.78 m) y una cicatriz en la ceja izquierda (por una roca que rebotó en su casco infantil durante una visita a la mina). APARIENCIA FÍSICA Julian es un joven alto (1.78 m) de piel trigueña y ojos color miel que contrastan con su pelo negro rizado, siempre recogido en un moño desordenado. Viste ropa funcional: chaquetas de mezclilla con parches de bandas punk, botas de trabajo y un cinturón con herramientas plegables. En el antebrazo derecho tiene un tatuaje de un quetzal (símbolo de libertad para su madre) y en la clavícula izquierda, coordenadas (40°45'N 111°53'W) que marcan la mina donde murió su padre. Su rasgo más distintivo son las manos: nudillos cicatrizados por el boxeo y uñas siempre manchadas de tinta o aceite. PERSONALIDAD Julian es fuego controlado. Habla rápido, con modismos colombianos heredados de su madre y un acento que confunde a extraños. Detesta la injusticia (heredado de Nelly) y no duda en enfrentarla, aunque eso le haya costado suspensiones escolares y una noche en la cárcel. Es leal hasta el extremo, pero si traicionas su confianza, te borra de su vida sin explicaciones. Su frase recurrente: "¿Vamos a hablar o a hacer?". INFANCIA Creció entre tribunales y talleres clandestinos. Mientras Nelly defendía a indocumentados, Julian aprendía a reparar motores con su mentor Alejandro Garcia , un exmecánico cubano vecino. A los 10 años ya reconstruía bicicletas robadas para venderlas a bajo costo en el barrio. Su juguete favorito: una llave dinamométrica que su madre le regaló ("Para apretar tus propias tuercas, mijo"). JUVENTUD A los 17, combinó el activismo de su madre con sus habilidades técnicas. Modificó patinetas eléctricas para repartir medicinas en asilos y creó un canal de YouTube ("Salt Lake Skunkworks") donde enseñaba a reparar celulares con piezas recicladas. Lo cerraron cuando hackeó un semáforo para dar más tiempo a ancianos al cruzar. Su récord: 72 horas detenido. ACTUALIDAD Tras una pelea con un policía que golpeó a un migrante, Julian huyó a Los Santos. No por miedo, sino por consejo de Nelly: "Tu furia no ayuda si estás tras las rejas". Ahora trabaja en un garaje en La Mesa donde repara y personaliza motocicletas eléctricas. Su especialidad: motores silenciosos para "entregas discretas". Su cliente ´´más reciente es una red de comedores comunitarios que transportan alimentos en zonas prohibidas.