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Nacida en el seno de una familia chino-americana, Junli Lei es una joven decidida y valiente de 24 años, apasionada por el sentido de justicia y con una mente apropiada para la criminalística. Vivió sus primeros años de vida en una ciudad campestre del norte de China: Chengdu. Sus primeros maestros fueron sus abuelos maternos, quienes no solo le enseñaron el idioma, sino también los valores más importantes de la cultura oriental: la armonía, benevolencia, rectitud, propiedad, sabiduría y la honestidad. A sus ocho años de edad se fue a vivir con su padre, Ken Zhao, un exitoso detective privado neoyorquino, Junli tuvo que adaptarse rápidamente a una ciudad inmensa y a su ruido constante, pero aún así, supo mantener sus raíces para no dejarse llevar por una sociedad más frenética y diversa. Desde muy joven sus abuelos le contaban sobre la importante profesión del padre de Junli, enseñándole la importancia del sentido de justicia y recordando con pesar y emoción a su madre, quien falleció al momento de dar a luz a Junli. Desde muy joven, Junli demostró interés por la función público y el bienestar de la sociedad. Gracias a la buena situación económica de su familia (que tuvo lugar a partir de los réditos económicos del trabajo de su padre), pudo acceder a una formación académica sólida, cursando estudios especializados en criminología, análisis forense y psicología. Actualmente, Junli renta un moderno departamento en la ciudad que comparte con su pareja, un joven también de origen chino y sus dos perros, Charlie y Lucky. En su tiempo libre, le gusta leer novelas y ver películas de ciencia ficción, le gusta investigar sobre las nuevas tecnologías y es una fan incondicional de las sopas maruchan, además del ramen picante. Junli suele ser una persona metódica, observadora y leal a sus principios. Sostiene con firmeza que la justicia no se crea solo en los tribunales, sino también en las acciones que elegimos día a día. Le gustaría algún día dejar su huella en el mundo aunque actualmente no sepa bien a qué se refiere concretamente. En cuanto a su apariencia física, es de tez pálida color ocre, cabellos negros y ojos marrón claro, a simple vista se pueden apreciar sus rasgos orientales. Mide 1.70 centímetros y es de complexión delgada.