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LUGAR DE NACIMIENTO: Liberty City
NACIONALIDAD: Estadounidense
SEXO: Hombre
FAMILIA:
> PRIMER CIRCULO:
Padre: Aidan Droguett, nacido en Saint Denis, luego se movilizó a Liberty City en donde fue un Abogado el cual tenía nexos con el mundo marginal. Rompía todas las reglas morales para ganar los casos.
Madre: Saoirse Kelly, nacida también en Saint Denis, fue una hija de comerciantes de vino. Era una rebelde de tomo y lomo, al heredar la empresa familiar la hundió hasta que la empresa entró en quiebra.
> Altura: 1.83 cm. > Peso: 94 kg. > Estado Físico: No en forma > Características Generales: Pelo color cobrizo | Ojos color ambar | Lleva un bigote acompañado de una barba simple y cuidada | Tez Caucásica
> DEFECTOS: A solas, bebe demasiado, tanto que el 40% de su sueldo va destinado a cigarrillos y alcohol. También heredó la rebeldía de su madre, por lo cual suele no aceptar la autoridad sin cuestionarla. Se puede definir como el hijo que nunca superó ver a su padre negociar con el diablo
INFANCIA: Luthen nació en los barrios multiculturales de Liberty City, donde las luces de neon de los negocios irlandeses y los mercados latinos se mezclaban con el humo de los callejones. Su padre, Aidan Droguett, era un abogado con conexiones turbias, y su madre, Saoirse Kelly, una mujer problemática que heredó el negocio familiar de vinos. Desde niño, Luthen aprendió que la ley y la moral no siempre iban de la mano.
En la escuela, su físico robusto y su mirada penetrante lo hacían parecer más adulto de lo que era. Pero lo que realmente lo definía era su curiosidad: devoraba periódicos sensacionalistas y discutía con su padre sobre los titulares. "¿Por qué defiendes a gente que sabe que es culpable?" Aidan solo sonreía: "Porque incluso los monstruos merecen un juicio justo."
JUVENTUD: Estudió Derecho en la Universidad de Liberty, pero también se enroló en Periodismo, obsesionado con la idea de exponer corrupción. Sin embargo, pronto descubrió que la justicia era un teatro: sus compañeros idealistas terminaban trabajando para políticos o corporaciones, y los verdaderos criminales rara vez pagaban sus crímenes.
En sus 20s, trabajó como pasante en un bufete penal, donde vio cómo su padre negociaba con fiscales y testigos. "La ley es un ajedrez, hijo. Y a veces hay que sacrificar peones." Esa frase lo marcó. Por las noches, escribía artículos anónimos para un blog independiente, denunciando casos de impunidad. Pero un día, un artículo suyo sobre un narcotraficante vinculado a un senador desapareció misteriosamente de la web.
Los 30s: La doble vida A los 35, Luthen ya era un abogado penalista con reputación ambigua: defendía desde pequeños estafadores hasta hijos de mafiosos, siempre con el mismo argumento: "Todos merecen defensa." Pero en secreto, usaba su acceso a expedientes para filtrar información a periodistas.
Su bigote y barba cuidada (que ocultaban cicatrices de una golpiza recibida en 2018) se volvieron su sello. No era un héroe: bebía demasiado whisky barato y su peso reflejaba años de estrés y comidas rápidas entre juicios. Pero cuando un caso lo apasionaba, era implacable.
ACTUALIDAD: Ahora, a los 40, Luthen, luego de enfrentar su caso más difícil: un cliente suyo—un capo acusado de asesinato—le ofrece dinero para perder el juicio a propósito. A cambio, le darían nombres de policías corruptos que él podría exponer.
Mientras repasaba el expediente en su oficina, recordó las palabras de su padre: "Elige si quieres cambiar el sistema desde dentro o quemarlo todo."
Luego de pensarlo bien durante la noche, filtró a los periódicos todas la información de sobornos, favoritismos, comidas entre fiscales y mafiosos. Esto hizo que le persiguiesen por toda Liberty City, obligándole a mudarse.