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NOMBRE COMPLETO: Nano Clutch EDAD: 25 FECHA DE NACIMIENTO: 12/05/2000 LUGAR DE NACIMIENTO: Miami, Florida, EE.UU. NACIONALIDAD: Estadounidense SEXO: Masculino
PADRES: Padre: Marcus Clutch – Exagente encubierto de la DEA. Hombre meticuloso, reservado, siempre con la mente en modo operativo. Nano lo admiraba, aunque su relación fue distante y tensa. Marcus murió en una operación encubierta en México cuando Nano tenía 16 años. Su muerte dejó una huella profunda, una mezcla de respeto, frustración y una motivación férrea por continuar su legado a su manera.
Madre: Elena Clutch – Enfermera de carácter fuerte y corazón noble. Siempre intentó mantener a Nano alejado del camino riesgoso que representaba la vida de su padre. A pesar de sus esfuerzos, entendió con el tiempo que Nano llevaba ese destino en la sangre. Aún vive en Miami.
APARIENCIA FÍSICA: Nano mide 1,80 m, de tez blanca, complexión atlética, y ojos claros (azules verdosos). Su cabello es castaño claro, corto y bien cuidado. De aspecto limpio y serio, suele vestir de manera funcional, sin llamar la atención. Tiene tatuajes discretos, ocultos bajo la ropa, que marcan su historia personal y sus valores. Su mirada es aguda, calculadora, como quien analiza todo antes de actuar.
PERSONALIDAD: Nano es disciplinado, reservado y altamente observador. Habla poco, pero con claridad. Tiene un sentido de justicia firme, pero alejado de la ingenuidad. No confía fácilmente, pero es leal hasta la muerte con quien lo demuestra. Tiene una mentalidad táctica, entrenada, casi militar. No se deja llevar por emociones en momentos críticos. Piensa primero, actúa después… y siempre con precisión.
INFANCIA: Nano creció entre mudanzas, códigos y vigilancia constante. Su padre, debido a su trabajo, mantuvo a la familia bajo perfil. Desde pequeño, Nano aprendió a manejar armas, a leer lenguaje corporal y a entender el mundo como un tablero en el que cada movimiento importa. Su madre intentaba darle una vida más normal, pero él siempre estuvo más cerca del mundo frío y estratégico de su padre.
ADOLESCENCIA: Tras la muerte de Marcus Clutch, Nano se encerró en el entrenamiento. Estudió técnicas de combate, ciberseguridad, infiltración y perfilamiento psicológico. Se alejó de lo social, prefiriendo un entorno de silencio, análisis y preparación. Su adolescencia fue su etapa más fría… y más formativa. A esa edad ya estaba decidido: serviría a una causa, pero bajo sus propias reglas.
JUVENTUD: Entre los 18 y los 23, se desempeñó como operador en el sector privado. Protegió a testigos, recolectó inteligencia, y operó en misiones de vigilancia urbana. Nunca llamó la atención, pero sus resultados hablaban por él. A los 24, cansado de ver cómo el sistema fallaba desde fuera, decidió entrar en él. San Andreas representaba un reto… y una nueva oportunidad de aplicar su código con eficacia.
ACTUALIDAD: Con 25 años, Nano reside en Los Santos. Su objetivo: ingresar al Servicio Secreto de San Andreas. No busca medallas, busca orden, eficiencia y resultados. Está convencido de que el verdadero cambio viene desde adentro, con personas preparadas, serias y dispuestas a actuar cuando todos dudan. Nano es esa persona: letal cuando debe, invisible cuando es necesario, y siempre con un objetivo claro.
OTROS: Nano no se deja llevar por emociones, ni busca reconocimiento. Su prioridad es la seguridad, la estrategia y mantener el control en escenarios de alto riesgo. En un mundo donde todos quieren ser vistos, él prefiere operar desde las sombras. Porque el respeto, para él, no se grita: se gana en silencio.