Elias_Narvaez



  • ELIAS_NARVÁEZ
    Edad: 23 años
    Lugar de residencia: Davis, Los Santos
    Nacionalidad: Estadounidense (con raíces latinas)

    PADRES (Fallecidos):
    Mauricio Narváez, conserje en el aeropuerto de Los Santos, hombre callado pero firme. Siempre decía: “La noche no duerme sola, mijo”, enseñándole a Elias el valor del trabajo duro aunque nadie te vea.

    Ángela Lazo, auxiliar en una clínica del barrio. Tenía manos suaves, voz cálida y un oído siempre dispuesto. Su casa siempre fue refugio de vecinos en apuros.

    Ambos murieron en un accidente cuando Elias tenía 17. Desde entonces, el mundo se volvió más frío, más silencioso.

    HERMANO MAYOR: JESÚS_LAZO
    3 años mayor. Camina distinto, piensa distinto. Se fue de casa joven, buscando “otra vida” que nunca explicó bien. Se mueve entre sombras, siempre distante, siempre un paso fuera del mapa. Aunque no se hablen mucho, Elias no deja de preocuparse por él. En el fondo, espera que algún día se crucen en paz.

    FÍSICO Y ESTILO:
    Altura: 1,80 m

    Piel: Mestizo

    Ojos: Azul claro, poco comunes en su familia

    Pelo: Rubio y un poco ondulado.

    Cuerpo: Atlético, más por costumbre que por vanidad. Juega básquet con los vecinos en la cancha del centro comunitario.

    Viste ropa sencilla: camisetas lisas, jeans algo gastados y zapatillas limpias. Siempre lleva una pulsera tejida que le hizo su mamá de niño. Nunca se la quitó.

    PERSONALIDAD:
    Elias no alza la voz si no es necesario. Prefiere escuchar antes que juzgar, y aunque tiene carácter, prefiere resolver antes que imponer. Cree que todo se puede hablar... casi todo. Tranquilo, trabajador y con un fuerte sentido de lo justo. A veces se siente solo, pero ha aprendido a encontrar consuelo en la rutina.

    INFANCIA Y JUVENTUD:
    Nacido y criado en Davis, entre murales con historias y sirenas que rompían la noche. Su calle siempre olía a comida casera, pero también a pólvora y sudor.
    Desde chico entendió que para sobrevivir, había que estar alerta, pero para vivir, había que tener propósito.

    Estudió en Davis High, donde destacó en el equipo de básquet y en un club de resolución de conflictos. Fue parte de un grupo que analizaba cómo mejorar la seguridad en el barrio sin recurrir a más policías, sino con más comunidad.


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