Kevin Snyder



  • NOMBRE COMPLETO: Kevin_Snyder

    EDAD: 29

    LUGAR DE NACIMIENTO: Chicago, Illinois

    NACIONALIDAD: Estadounidense

    SEXO: Hombre

    PADRES: Thomas Snyder y Marlene Hayes
    Thomas Snyder nació en Detroit, en una familia trabajadora ligada a la industria automotriz. Desde muy joven, mostró un talento innato para la mecánica, lo que lo llevó a convertirse en ingeniero en una planta de ensamblaje. Su pasión por los motores lo convirtió en una figura respetada en los círculos industriales del medio oeste.
    Marlene Hayes, por su parte, nació en una comunidad rural de Ohio. Dedicada al trabajo social, siempre tuvo una profunda vocación por ayudar a los más desfavorecidos. Tras mudarse a Chicago para estudiar sociología, conoció a Thomas en un evento comunitario enfocado en la reinserción laboral de jóvenes sin oportunidades.
    El vínculo entre Thomas y Marlene fue inmediato: unieron su pasión por la comunidad con una visión de futuro. Se casaron y se establecieron en un barrio obrero de Chicago, donde criaron a su único hijo, Kevin.
    La influencia de ambos padres marcó profundamente a Kevin: la disciplina técnica de su padre y la empatía social de su madre fueron las semillas que más tarde definirían su carácter.

    APARIENCIA FÍSICA:
    Kevin mide aproximadamente 1,82 metros, tiene complexión atlética por los años de trabajo físico en talleres. Su cabello es rubio, con una cresta hacia atrás, y lleva una barba algo descuidada. Sus ojos son verdes, y suele vestir ropa funcional, siempre con las manos manchadas de aceite.

    PERSONALIDAD:
    Kevin Snyder es un hombre práctico, reservado y de pocas palabras, pero con una mente afilada y un código moral propio. Valora la honestidad, la lealtad y el trabajo duro por encima de cualquier cosa. Tiene un fuerte sentido de la justicia, aunque su concepto de “lo correcto” a veces se desmarca de lo legal.
    Es observador y meticuloso, lo que lo convierte en un mecánico excepcional, pero también en alguien difícil de engañar. Desconfía de la autoridad, no porque le tema, sino porque ha visto cómo se corrompe.
    Aunque es serio y en ocasiones parece distante, quienes se ganan su confianza descubren en él a un aliado firme y protector. No le interesa la fama ni el dinero excesivo; para Kevin, el verdadero respeto se gana con hechos, no con palabras.
    Tiene un lado introspectivo que lo lleva a desaparecer a veces, perdido en sus pensamientos o en largos viajes por carretera. La soledad no lo incomoda; al contrario, lo fortalece.

    INFANCIA:
    La infancia de Kevin fue moldeada entre herramientas, olor a metal y discursos sobre justicia social. Su padre le enseñó a arreglar motores desde que tenía diez años, y su madre lo hizo acompañarla en visitas a comunidades desfavorecidas.
    Vivió en un vecindario duro, donde vio a amigos caer en la delincuencia, pero también aprendió a sobrevivir. No era el más fuerte ni el más rápido, pero sí uno de los más inteligentes y decididos.
    Siempre fue curioso, con una inclinación natural hacia el funcionamiento de las cosas. Su primer auto, un viejo Impala destartalado, lo restauró con piezas recicladas a los 16 años. Fue ahí cuando descubrió que los motores podían ser más que una afición: eran su escape, su forma de expresión.
    A pesar de las limitaciones económicas, sus padres siempre apostaron por su educación y desarrollo, enseñándole que el conocimiento práctico valía tanto como el académico.

    JUVENTUD:
    Kevin fue un estudiante promedio, pero un genio en el taller del instituto. Su expediente no brillaba en las aulas, pero sus proyectos de mecánica eran inigualables.
    Tras graduarse, estudió Técnico en Mecánica Automotriz, aunque nunca terminó la carrera formalmente. En su lugar, se dedicó a trabajar en talleres clandestinos, carreras callejeras y modificando autos en garajes improvisados.
    Durante esta etapa, se involucró en negocios al margen de la ley, moviendo autos robados o trucando vehículos para pandillas. Sin embargo, jamás se dejó arrastrar del todo. Nunca usó armas, nunca traicionó su palabra, y siempre buscó mantener la línea entre la necesidad y la corrupción.
    Fue durante una operación que salió mal cuando decidió dejar Chicago para siempre. Un compañero lo traicionó, lo acusaron falsamente y tuvo que huir con apenas lo puesto.

    ACTUALIDAD:
    Kevin llegó a Los Santos buscando desaparecer, pero encontró una nueva oportunidad.
    Tras varios meses haciendo trabajos esporádicos, consiguió un puesto en Benny’s Original Motor Works, un taller de autos de alto nivel en la zona sur de la ciudad. Rápidamente se ganó el respeto de los demás mecánicos por su precisión, su estilo discreto y su habilidad para resolver cualquier problema sin necesidad de hablar demasiado.
    Hoy, Kevin es uno de los principales modificadores de Benny’s: motores preparados, suspensiones hidráulicas, sistemas de escape personalizados, blindajes y detalles estéticos únicos.
    Sin embargo, no todo es lo que parece. Hay quienes dicen que trabaja también por encargo para ciertas organizaciones, instalando compartimentos secretos, chips de rastreo o sistemas de evasión de vigilancia.
    A veces desaparece por días. Algunos afirman haberlo visto en Sandy Shores, reuniéndose con contrabandistas, otros juran que ha participado en carreras ilegales en el desierto o que incluso ha limpiado vehículos implicados en crímenes graves.
    Kevin no lo niega ni lo confirma. Solo sonríe, baja la cabeza y sigue trabajando. Su pasado lo persigue, pero su presente lo define. En una ciudad podrida como Los Santos, Kevin ha encontrado el equilibrio entre el ruido de los motores y el silencio de los secretos que guarda.

    EDUCACIÓN:
    Formación técnica en Mecánica Automotriz (incompleta).
    Conocimientos avanzados adquiridos en la práctica y en la calle, incluyendo modificación de autos de competición, sistemas electrónicos y estructuras blindadas.

    OTROS:
    Kevin Snyder // Los Santos, San Andreas
    Me presento: mi nombre es Kevin Snyder. Actualmente trabajo como mecánico especializado en Benny’s Original Motor Works, donde me dedico a la modificación y mejora de vehículos de alto rendimiento.
    Mi trayectoria profesional ha sido poco ortodoxa. Aprendí más en los callejones de Chicago y en los garajes ilegales que en cualquier aula. La vida me enseñó que el talento sin oportunidad no sirve, y que a veces hay que construir tu propio camino, aunque esté hecho de piezas recicladas y decisiones difíciles.
    No me interesa el lujo ni los reflectores. Me interesa el trabajo bien hecho, la lealtad y el respeto que se gana día a día. En Benny’s encontré un lugar donde esas cosas aún significan algo. Aquí transformo autos, pero también transformo mi historia.
    No olvido de dónde vengo. Cada motor que arreglo es un paso más lejos del pasado y una oportunidad para demostrar que incluso los que fuimos parte del problema podemos ser parte de la solución.


Accede para responder