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NOMBRE COMPLETO: Giuliana Muller
EDAD: 20
LUGAR DE NACIMIENTO: Salt Lake City, Utah. Una ciudad enmascarada de oportunidades, donde el lujo convive con el crimen de cuello blanco. En ese mundo ambiguo, nació Giuliana Muller: criada entre mansiones, fiestas privadas y negocios sucios disfrazados de éxito empresarial.
NACIONALIDAD: Estadounidense SEXO: Mujer.
PADRES Y INFANCIA: Giuliana nació entre lujos, pero jamás entre brazos. Su padre, Leonard Müller, era un magnate elegante con el alma podrida. Empresario de fachada, controlaba concesionarias de autos de lujo, haciendas y redes de inversión. Pero detrás de esa máscara, era el cerebro de operaciones ilegales: trata de mujeres, lavado de dinero, tráfico encubierto. Siempre vestido con clase, pero cargando culpas que jamás se notaban en su Rolex. Su madre, Eleonora Conti, en cambio, fue todo lo opuesto: una mujer refinada, apasionada por la cocina y la moda. Dueña de una cadena de restaurantes gourmet reconocidos en todo el estado, y también fundadora de su propia boutique de ropa de lujo, era una empresaria hecha a sí misma. Amaba los sabores intensos y los diseños únicos. Crió a Giuliana entre cocinas llenas de aromas y percheros con telas de diseñador. Fue su ejemplo de elegancia y trabajo duro, sin necesidad de ensuciarse las manos
Cuando Giuliana cumplió un año, sus padres se divorciaron. Las infidelidades de su padre eran imposibles de ignorar. Sin embargo, ambos mantuvieron una relación funcional, basada en los negocios y en el cuidado de su hija. Se necesitaban… aunque ya no se amaban. A Giuliana nunca le faltó nada material. Vivió rodeada de lujos: ropa de diseñador, viajes, colegios privados, regalos exagerados. Pero sí le faltó lo esencial: atención, cariño, alguien que realmente la viera. Fue criada más como una herencia que como una niña.
APARIENCIA FÍSICA: Mide 1.64 metros. Tiene la piel clara salpicada de pecas finas y notorias, que se acentúan con la luz y le dan un aire travieso y distintivo. Sus ojos, verdes como el jade, tienen una mirada afilada que lo dice todo sin necesidad de palabras. El cabello largo, rojo fuego, siempre bien peinado, cae con elegancia y carácter. Sus labios provocativos y una sonrisa que parece esconder secretos son su firma. Su cuerpo, cuidadosamente esculpido, es parte de su estrategia: una mezcla letal de presencia y deseo. Su estilo es impecable: sensual sin ser vulgar, llamativa sin ser obvia, siempre vestida con intención y poder.
PERSONALIDAD: Coqueta, inteligente y letal. Giuliana aprendió desde pequeña que lo emocional estorba. Prefiere el control a la ternura. Es manipuladora por naturaleza, no por maldad, sino porque aprendió que es la única forma de que todo salga como ella quiere.
Sabe usar su sensualidad como un arma, su mirada como una estrategia. Siempre analiza antes de hablar, y rara vez deja que alguien se le acerque más de lo necesario. Le incomodan los débiles, y no soporta que alguien se meta en su camino. Solitaria por elección, misteriosa por instinto.
Su mayor debilidad: las emociones que intenta enterrar… y que a veces regresan con fuerza.
JUVENTUD:
Giuliana nunca fue una adolescente común. Mientras otras chicas soñaban con amores imposibles y futuros brillantes, ella estudiaba a las personas como si fueran piezas de ajedrez. A los 16 ya sabía cómo moverlas.
Se crio entre dos mundos: el glamour de su madre y los negocios turbios de su padre. A escondidas, escuchaba conversaciones que ninguna menor debería oír. Aprendió a leer contratos, a identificar mentiras con solo una mirada, y a distinguir entre un regalo y una deuda disfrazada.
Entró a la universidad para estudiar Medicina, movida por un interés auténtico en el cuerpo humano… y por la necesidad de entenderlo para sus propios fines. Abandonó la carrera en el tercer año, pero no se fue con las manos vacías. Retuvo todo lo útil: conocimientos de anatomía, farmacología y efectos secundarios que hoy utiliza a su manera en el mundo ilegal. Envenenar, dopar, silenciar o curar… todo depende de quién pague.
A los 18, dejó la casa de su madre con estilo, sin drama. Ya había acumulado contactos, información valiosa y un fondo económico suficiente para iniciar sola. No huyó. Se posicionó. Y desde entonces, cada paso que da es hacia arriba.
ACTUALIDAD:
A sus 20 años, Giuliana Müller no es una promesa: es una realidad con forma de vértigo. Maneja su vida como una partida de ajedrez, donde cada movimiento tiene un propósito y cada silencio, una intención. Tras abandonar la carrera de medicina en su tercer año, conservó todo lo útil: conocimientos sobre química, drogas, anatomía y farmacología… hoy aplicados en un mundo mucho más lucrativo y oscuro que un hospital.
Actualmente, Giuliana es una figura influyente en las operaciones de Luxuria, organización clandestina que mueve dinero, poder y placeres por debajo del radar. No es una simple cara bonita en la estructura: es cerebro, control y provocación. Su pareja, líder de la organización, es el único que parece leer entre sus capas de frialdad y deseo… aunque ni siquiera él tiene acceso total a lo que Giuliana realmente planea.
Conoce los códigos del poder, de la seducción y del miedo. No se deja ver mucho, pero cuando aparece, todo se detiene. Su cabello rojo encendido, su aroma sutil y su forma de mirar —como si todo ya le perteneciera— hacen que nadie olvide su presencia. Se mueve entre el lujo, la ilegalidad y la elegancia con naturalidad.
En la ciudad, su nombre pesa. Algunos la desean, otros la temen. Todos hablan de ella. Pero nadie, absolutamente nadie, la conoce de verdad.