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● NOMBRE COMPLETO : Naoto Shinrai
● LUGAR DE NACIMIENTO: Ichikawa
● FECHA DE NACIMIENTO: 28/10/2006
● NACIONALIDAD: Japonesa
● SEXO: Masculino
● VIRTUDES: Respetuoso, Leal, Instintivo
● APARIENCIA FISICA: Pelo Negro, Ojos cafes, Estatura 1.76, Tez Blanca.
Naoto Shinrai nació en una de las ramas más distantes y olvidadas del clan, en un pequeño pueblo rural donde sus padres intentaron protegerlo del oscuro legado de los Shinrai. Durante su infancia, vivió en una burbuja de paz que contrastaba brutalmente con lo que el apellido representaba. No conocía el dolor, ni la sangre, ni el miedo. Para él, el clan era solo una sombra del pasado que sus padres se empeñaban en enterrar.
Pero el pasado siempre encuentra la forma de regresar.
A los 13 años, esa falsa tranquilidad se desmoronó. Una noche, desconocidos irrumpieron en su hogar. Sus padres fueron asesinados de forma violenta frente a sus ojos. Naoto fue capturado y llevado de regreso al núcleo del clan. Allí, no fue recibido como familia, sino como un extraño: un descendiente que no conocía las reglas, un cuerpo sin formar que necesitaba ser quebrado y reconstruido.
Durante los siguientes cinco años, fue sometido al mismo entrenamiento despiadado que los niños del clan comenzaban desde los siete. Tortura física y psicológica, pruebas de resistencia, rituales de sangre, participación en interrogatorios... todo lo que había sido evitado en su niñez le fue forzado de golpe, sin piedad. Aprendió rápido, porque no tenía otra opción.
Naoto no buscaba gloria ni aprobación. Aprendió a obedecer, a controlar el dolor y a ocultar el miedo. Comenzó a ver el mundo con una frialdad que antes no entendía. Entendió que en el clan Shinrai, el silencio y la eficiencia valen más que las palabras y el orgullo.
A los 18 años, después de cumplir con una última prueba —la ejecución de un traidor del clan sin vacilar—, fue considerado lo suficientemente preparado para operar en el exterior. Como parte de una expansión de las actividades del clan, fue enviado a Los Santos, una ciudad donde los Shinrai mantenían operaciones encubiertas relacionadas con tráfico, secuestros, mercado negro y torturas por encargo.