Ryan Clock



  • Ryan Clock
    Edad: 21 años
    Lugar de Nacimiento: Nueva York
    Nacionalidad: Estadounidense
    Sexo: Hombre

    Padres:

    Padre: Michael Clock, estadounidense, ex-policía retirado, hombre recto, de carácter fuerte y protector. Le enseñó a respetar la ley y el valor del trabajo duro.

    Madre: Sarah Miller, estadounidense, enfermera de urgencias, amable, empática y con una enorme fortaleza emocional. Siempre le inculcó la importancia de ayudar a los demás.

    Apariencia Física:
    Mide 1.70 m.
    Ojos marrones, mirada serena pero atenta.
    Cabello colorado, siempre corto y prolijo.
    Tez morocha.
    Complexión delgada.

    Personalidad
    Ryan es un chico tranquilo y amable. Siempre dispuesto a escuchar antes de hablar, con un respeto profundo hacia los demás. Sin embargo, guarda una fuerte determinación por dentro: cuando se propone algo, no para hasta conseguirlo. Es leal a sus amigos y muy respetuoso de la ley, aunque conoce bien los grises de la ciudad. Es de pocas palabras y mucha acción.

    Infancia
    Ryan creció en las calles ruidosas de Nueva York, en un pequeño departamento en Brooklyn. Desde niño sentía una profunda admiración por el uniforme azul que veía pasar frente a su ventana: la policía. Su padre, oficial en ese entonces, era su héroe.

    Pasaba tardes enteras jugando con autos de patrulla y escuchando las historias que su padre le contaba sobre su trabajo. Aprendió desde pequeño el valor de proteger y servir. Sin embargo, también entendió que la vida en la calle no siempre era justa.

    La ciudad le enseñó a ser observador, a no confiar en todos, y a saber cuándo hablar... y cuándo quedarse callado.

    Juventud
    Durante la adolescencia, esa pasión por la ley creció. Ryan empezó a interesarse por el Departamento del Sheriff. Leía sobre operativos en distintas ciudades, investigaba procedimientos y soñaba con algún día formar parte de una fuerza que cuidara a los suyos.

    Aunque su padre intentaba disuadirlo, preocupado por los riesgos, Ryan nunca abandonó ese deseo. Participó en programas juveniles relacionados con seguridad ciudadana y en voluntariados comunitarios.

    Al terminar la secundaria, la situación familiar y económica no le permitió ingresar de inmediato en la academia, pero eso no mató su espíritu. Se prometió a sí mismo que algún día volvería a intentarlo.

    Actualidad
    Hoy, Ryan vive en Los Santos. Se mudó en busca de nuevas oportunidades, dejando atrás el ruido de Nueva York. Encontró un trabajo como taxista: un oficio que, aunque sencillo, le permite conocer la ciudad como pocos. Cada calle, cada rincón, cada historia.

    Vive en un pequeño pero cómodo departamento en un edificio céntrico. Lleva una vida tranquila, alejada de problemas. No ha olvidado su sueño de algún día formar parte del cuerpo del Sheriff, y mientras tanto, sigue preparándose en silencio.

    Aunque su vida actual parece ordinaria, Ryan no es como cualquier otro taxista. Tiene ojos atentos, memoria de detalles y un corazón que aún late con la idea de servir a la comunidad de otra manera.

    Educación
    Tuvo una buena educación. Estudió en una secundaria pública de Nueva York, destacándose en materias como historia y educación cívica. Participó en talleres de primeros auxilios y defensa personal.

    Actualmente sigue formándose de manera autodidacta, estudiando manuales de procedimiento policial y participando en simulacros cuando puede.

    Otros
    Es fanático del café: no hay día que no empiece con una taza bien cargada.

    Le encanta leer novelas policiales y series de investigación.

    Tiene una pequeña colección de insignias antiguas de policía que heredó de su padre.

    Maneja su taxi con respeto, nunca se mete en carreras ni en trabajos turbios, aunque no es ajeno a lo que ocurre en las calles de Los Santos.

    Tiene un perro llamado "Max", un labrador negro que lo acompaña en sus días libres.


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