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NOMBRE COMPLETO: Daniel Sosa
EDAD: 27
LUGAR DE NACIMIENTO: New York
NACIONALIDAD: Estados Unidos
SEXO: Masculino
EDUCACIÓN: Posee estudios completos tanto en Primario como Secundario.
APARIENCIA FÍSICA: 1,86, tez morena y un color de ojos verdes.
PERSONALIDAD: Daniel Sosa tiene una personalidad chocante, es una persona sin filtro que dice las cosas de frente y no le importa que opinen los demás. Los que lo conocen saben que siempre luchara por sus objetivos cueste lo que cueste. En los momentos más difíciles no se esconderá y confrontará.
PADRES Y FAMILIA: Sus padres, María, una maestra de primaria y Ricardo, un carpintero con años de experiencia. Sosa no tiene hermanos.
HISTORIA (INFANCIA, ADOLESCENCIA Y ACTUALIDAD): Daniel Sosa nació en New York, Estados Unidos, el 16 de julio del 1998. Era un niño bueno, lleno de adrenalina, al cual le gustaban los vehículos de tunning y las altas velocidades. En sus clases había demostrado un eficiente desarrollo y sobresaliendo en algunas materias.
Sus padres, María, una maestra de primaria con una sonrisa radiante que ocultaba su preocupación, y Ricardo, un carpintero de manos callosas y corazón noble, trabajaban incansablemente para mantener a su familia y darle lo mejor a Sosa. La vida en su hogar era sencilla, pero llena de amor. Daniel tenía siete años, mientras jugaba en el parque de su casa, cuando ocurrió el trágico suceso que marcó su vida para siempre. Un coche, conducido por un hombre ebrio, se salió de la carretera, atropellando a su mejor amigo, Mateo. El impacto fue brutal, dejándolo horrorizado, sin saber como reaccionar, solo pudo mirar como la vida se escapaba de los ojos de su amigo.
El recuerdo de la sangre, los gritos, la llegada de las sirenas y la mirada vacía de Mateo quedaron grabados en su mente. La culpa lo carcomía día tras día, con preguntas a las que no les encontraba respuesta ¿Habría podido evitarlo? ¿Si hubiera estado más cerca, habría podido salvarlo?, formando así una pesada losa en su joven corazón. Sus padres, devastados por la pérdida del niño y preocupados por el estado emocional de Daniel, intentaron ayudarlo, brindándole toda su atención, pero fue insuficiente para sanar la profunda herida que el accidente había dejado. Tras varios intentos de autodestrucción, fue llevado a terapia, pero no funcionó. La tristeza se convirtió en rabia, la rabia en resentimiento, y el resentimiento en un espiral descendente.
La pérdida de su amigo se convirtió en una justificación para sus malas decisiones. El vacío que su muerte había dejado en su vida lo llenó con la ira, las drogas y las malas compañías. Daniel se involucró en actividades ilegales, buscando una forma de adormecer el dolor que lo consumía. El joven que alguna vez soñaba con ser arquitecto se convirtió en una sombra de sí mismo, perdido en un laberinto de autodestrucción. El peso del pasado, la culpa que nunca pudo superar, lo empujaron por un camino oscuro, un camino del que ahora es su forma de vivir.
OTROS: Documentos • Licencia de Conducir de Vehiculos • Licencia de Conducir de Motocicletas