Yeray Cano



  • Nombre: Yeray Cano
    Edad: 23 años
    Barrio: Los Santos Sur (o el que uses en tu servidor)
    Ocupación: Sobrevive con lo que puede – desde pequeños trapicheos hasta encargos más turbios.
    Descripción:
    eray Cano nunca supo quién era su madre, ni su padre biológico. Creció sin fotos, sin cuentos, sin familia real. Solo sabe que un día, siendo niño, terminó en el sistema, y más tarde en manos de Ismael, un inmigrante marroquí de pocas palabras y pasado oscuro, que lo crió como si fuera suyo.

    Ismael no era un hombre afectuoso, pero sí firme. Le enseñó a moverse en la calle, a reconocer la traición en los ojos, a saber cuándo hablar y cuándo actuar. Le inculcó una sola idea: “La sangre no te hace hermano, los hechos sí.” En un barrio como Los Santos Sur, eso lo era todo.

    Yeray creció entre humo de motor, gritos en los bloques y sirenas lejanas. Aprendió rápido a defenderse, a mirar sin ser visto y a sobrevivir sin deberle nada a nadie. Ismael nunca le contó mucho de su vida, pero Yeray entendía que el hombre vivía con un pie en el crimen y el otro en el infierno.

    A los 18, Ismael desapareció sin explicación. Algunos dicen que se largó, otros que lo cazaron por viejas cuentas. Yeray nunca lloró. Solo se quedó en pie. Ya no tenía a nadie, pero tampoco tenía miedo. Desde entonces, el barrio lo conoció por lo que era: un tipo sin pasado, sin apellido… pero con palabra.

    Se ganó su apodo, “El Filo”, no solo por la navaja que siempre lleva encima, sino por su forma de mirar, de cortar con la lengua o con la mano según lo pida la calle. No es un líder, pero muchos lo siguen. No es un santo, pero tiene su código: lealtad, silencio y respeto. No le importa tu historia, solo si vas a estar cuando todo arda.

    Hoy Yeray se mueve entre encargos, favores peligrosos, y esquinas calientes. Sin raíces, sin nombre, pero con algo que muchos han perdido: una identidad forjada a golpes.


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