Messenga Faso



  • Messenga Faso

    NOMBRE COMPLETO: Messenga Faso

    EDAD: 23

    LUGAR DE NACIMIENTO: Rocha Uruguay

    NACIONALIDAD: Uruguayo

    SEXO: Masculino

    Messenga Faso tiene 23 años y un sueño claro: ser policia.
    No por el uniforme ni por el poder. Lo mueve algo mas profundo: la necesidad de justicia. Crecio en los margenes de la ciudad, donde los patrulleros no protegen, intimidan. Donde su madre lloraba por la violencia y los vecinos aprendieron a vivir sin esperar nada del sistema. Fue ahi, en ese rincon olvidado, donde Messenga decidio que queria cambiar las cosas desde adentro.

    El camino, sin embargo, no ha sido facil.

    Termino la secundaria a fuerza de voluntad, caminando mas de una hora cada dia para llegar al colegio. Al egresar, intento ingresar a la academia de policia, pero lo rechazaron por no superar la prueba fisica. No era por falta de fuerza, sino por exceso de trabajo: pasaba el dia cargando bolsas en un mercado para llevar algo a casa, sin tiempo ni energia para entrenar.

    En lugar de rendirse, decidio entrenar. Con lo que tenia. Usaba botellas con arena como pesas, corria de noche bajo la luz de la luna, comia mejor con lo poco que podia conseguir. Su cuerpo y su mente empezaron a cambiar. Volvio a intentarlo. Pero una nueva traba lo detuvo: la inscripcion costaba mas de lo que podia pagar.

    Vendio su bicicleta —su unico medio de transporte— y comenzo a repartir comida a pie. Guardaba cada moneda, con disciplina, con fe. Aun asi, el dinero se le escurria entre las manos, entre las urgencias de todos los dias, entre los cuadernos de su hermana pequeña, que tambien merecia soñar.

    Pero hay algo en Messenga que no se rompe.

    Cada vez que flaquea, recuerda a su madre diciendole: "Los sueños grandes no se alcanzan con pasos pequeños, sino con pasos firmes." Esa frase lo sostiene. Lo impulsa.

    Hoy sigue luchando. Entrena cada mañana, estudia por las tardes, trabaja hasta que cae la noche. Lo han rechazado tres veces, pero ya se prepara para la cuarta. Esta vez, mas decidido que nunca.

    Porque Messenga ya no solo quiere ser policia.
    Ahora quiere ser el ejemplo que le falto a su barrio.


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