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Infancia Jhon Fenwick nació en España, pero con tan solo unos años se mudó a Los Santos, donde pasaría la mayor parte de su vida. Criado en el bullicioso centro de la ciudad, siempre se sintió algo perdido entre la multitud, sin una verdadera dirección. Su niñez estuvo marcada por la normalidad de la vida urbana, pero la tragedia llegó cuando tenía apenas 14 años. En un trágico accidente de tráfico, sus padres perdieron la vida, un hecho que cambiaría para siempre el rumbo de su existencia. A partir de ese momento, Jhon se vio obligado a crecer rápido y enfrentarse a la vida sin el apoyo de sus figuras parentales.
Los Padres de Jhon La muerte de sus padres fue un golpe devastador para Jhon. Si bien no se detiene demasiado a revivir los momentos previos a la tragedia, la ausencia de ellos fue una herida profunda que jamás ha sanado por completo. Sus padres eran sus pilares, y su partida dejó un vacío imposible de llenar. Aunque la relación con ellos era sana y afectuosa, la pérdida temprana dejó a Jhon con una sensación de abandono que nunca pudo superar. Tras su fallecimiento, Jhon pasó a vivir con su tío, quien, aunque en principio asumió la responsabilidad de su cuidado, no estaba realmente involucrado en su vida emocionalmente.
Su Tío Tras la muerte de sus padres, Jhon fue a vivir con su tío, un hombre que, aunque de buenas intenciones, no era un modelo de cuidado ni afecto. Su tío era distante, más centrado en sus propios problemas que en las necesidades de Jhon, y no le brindó el apoyo emocional que un joven necesitaba en esos años críticos. Jhon, al ser ignorado y dejado de lado en su propia casa, creció con un sentimiento de soledad y abandono. Sin la guía de una figura paterna o materna, Jhon tuvo que aprender a sobrevivir solo desde joven. A los 17 años, cansado de la indiferencia y el trato negligente de su tío, Jhon decidió abandonar su hogar y labrarse su propio camino en la ciudad.
Educación La educación de Jhon fue incompleta, ya que, debido a la falta de un apoyo adecuado en su hogar, nunca tuvo una dirección clara ni la estabilidad necesaria para sobresalir en la escuela. Sus años como adolescente fueron marcados por la frustración y el abandono, por lo que no completó su formación de la manera tradicional. A medida que crecía, Jhon empezó a aprender de las experiencias diarias, observando a la gente y a su entorno, adaptándose a un estilo de vida más pragmático, donde las lecciones venían de la calle y no de las aulas. Aunque no recibió una educación formal de calidad, su vida en Los Santos le enseñó mucho más sobre supervivencia y estrategia de lo que cualquier escuela podría haberle ofrecido.
Personalidad La personalidad de Jhon está profundamente influenciada por las tragedias y desafíos que ha enfrentado a lo largo de su vida. Es un hombre de carácter fuerte, decidido, y, a pesar de las cicatrices emocionales que arrastra, tiene una determinación férrea para seguir adelante. Aunque de primeras puede parecer algo cerrado o distante, Jhon es leal con aquellos pocos que consigue confiar. La vida en Los Santos le ha enseñado a no depender de nadie más que de sí mismo, lo que lo ha llevado a ser autónomo, algo desconfiado, pero también audaz y perspicaz.
El joven que alguna vez fue tímido y perdido ha sido reemplazado por un hombre calculador, astuto, y con un espíritu guerrero. Jhon es consciente de los peligros que acechan a su alrededor, y por ello ha cultivado una mente aguda, capaz de adaptarse rápidamente a cualquier situación. Aunque su corazón está endurecido por la lucha y la pérdida, en el fondo sigue siendo un hombre que, a pesar de todo, busca encontrar su propósito y un lugar donde pueda prosperar sin ser devorado por el caos de la ciudad.