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En los años 2000 varias familias mafiosas de distintos territorios se reunían regularmente para discutir asuntos relacionados con porcentajes, rutas de contrabando, negocios y resolver disputas. Sin embargo, entre estas familias había tres jefes con una pasión común que los diferenciaba: su amor por los autos y las carreras. Fue esta pasión la que llevó a Michael Franzese, Luca Romano y Salvatore Pavanno a crear un club exclusivo que bautizaron como el Gauss Club.
Este club no solo era un lugar de encuentro, sino también un terreno neutral donde las familias podían medir su destreza al volante. Las carreras callejeras servían para determinar qué familia era la más rápida, la más hábil y la más respetada en las calles. Mientras los mejores corredores de cada familia competían, los jefes discutían temas cruciales relacionados con sus organizaciones. Las disputas internas se resolvían sobre el asfalto, en lugar de derramar sangre en las calles. Así, el Gauss Club se convirtió en un símbolo de rivalidad controlada y de sofisticación en el mundo criminal.
El creciente poder y la aparente alianza entre las familias Franzese, Romano y Pavanno no pasó desapercibido para las demás organizaciones mafiosas. Familias rivales, como los Bonanno, Gambino, Bianchi y Di Meo, comenzaron a sospechar que estas tres familias compartían algo más que una pasión por los autos. Temiendo la posibilidad de una unión que pudiera amenazar su control, las familias rivales declararon la guerra al Gauss Club.
La guerra sumió a la ciudad en el caos. Las tres familias originales, separadas, no podían competir. Sin embargo, fue en este momento crítico cuando Gauss Club se unifico totalmente. Los lazos creadosa través de las carreras, los negocios comunes y el miedo a desaparecer debido a 4 de las mas grandes mafias de Estados Unidos llevaron a Franzese, Romano y Pavanno a unir fuerzas oficialmente bajo el nombre del Gauss Club.
En medio de la crisis los dos líderes restantes, Luca Romano y Salvatore Pavanno, cedieron el mando a Michael Franzese, quien se convirtió en el líder indiscutible de esta nueva organización criminal. La guerra, que duró unos años, demostró la fuerza de esta alianza. A través de conexiones en el exterior, estrategias, su red de corredores y contrabandistas, el Gauss Club logró sobrevivir y consolidarse como una nueva organización temida debido a la guerra.
Hoy en día, el Gauss Club sigue existiendo como una mafia italiana moderna, donde los autos y las carreras son tanto una fachada como una herramienta de poder. Las carreras clandestinas no solo mantienen viva la tradición de las familias fundadoras, sino que también sirven para reclutar nuevos talentos, resolver disputas y extender su influencia en las calles.
Sin embargo, la organización enfrentó una de sus mayores crisis con el encarcelamiento del legendario Michael Franzese, junto con varios de sus miembros clave, durante una redada masiva realizada por las autoridades e infiltrados. Este golpe dejó al Gauss Club vulnerable, y muchas familias rivales intentaron aprovechar el vacío de poder.
En este contexto, emergió un nuevo líder: Niklas Rayy, protegido directo de Franzese. Niklas había sido uno de los pilares jóvenes del club. Aunque no pertenecía a la generación fundadora, su lealtad al Gauss Club, su parentesco sanguíneo y su capacidad para adaptarse a los nuevos tiempos lo convirtieron en el sucesor natural.