Your browser does not seem to support JavaScript. As a result, your viewing experience will be diminished, and you may not be able to execute some actions.
Please download a browser that supports JavaScript, or enable it if it's disabled (i.e. NoScript).
Reggi Raga siempre ha tenido dos pesos pesados en su vida: su hermano mayor, Archie, y un padre autoritario y frio. Su vida ha sido un constante tira y afloja entre la ausencia de un hermano convertido en leyenda y la falta de una madre que nunca conoció.
Archie Raga, un nombre que resonaba en los pasillos del FIB en Los Santos. Un tipo hecho a sí mismo, listo como un lince y con una ambición que lo catapultó a la mismísima dirección de la agencia. Reggi, en cambio, creció en un ambiente más normalito, con la sombra constante de la comparación con su hermano. No solo era la diferencia de edad, sino de vidas. Archie era el éxito y el poder personificados, mientras que Reggi se sentía como el eterno secundario, viendo la película de la vida de su hermano desde la butaca.
La movida que los separó viene de su padre, un tipo cuya figura es como un fantasma entre recuerdos y cuentos. Él fue el lazo entre los hermanos, pero también el culpable de que se distanciaran. El padre, un Don Juan de cuidado, tuvo a Archie con una mujer y a Reggi con otra. Esta diferencia de madres creó un abismo entre ellos, y el padre, para rematar, echaba más leña al fuego, sembrando la rivalidad. Quizá sin querer, o a lo mejor le molaba verlos competir, buscando una versión mejorada de sí mismo en cada uno.
Reggi creció sintiéndose un bicho raro en su propia familia, un hijo a medias, marcado por la sangre de un padre ausente y la sombra de un hermano triunfador. Y para colmo, Archie se va a Los Santos y escala puestos en el FIB, lo que hizo que Reggi se sintiera aún más pequeño.
Pero Reggi no era un cualquiera. Con nacionalidad estadounidense y una cabeza bien amueblada, se metió a estudiar Criminología. Y no se quedó ahí, después de la uni, ¡se alistó en el ejército de los Estados Unidos! Se hizo aviador, pilotando cacharros que daban miedo. Después de unos años, lo dejó, harto de volar y con una misión en mente: encontrar a su hermano Archie.
A pesar de la distancia y el resquemor, Reggi siempre admiró a su hermano. Seguía sus movidas por las noticias, leyendo cada cosa que salía de él, guardando recortes de periódico como si fueran tesoros. En secreto, soñaba con volver a conectar con Archie, dejar atrás las broncas y tener una relación de hermanos de verdad.
Pero la vida da muchas vueltas. La caída de Archie en el FIB y su posterior desaparición dejaron a Reggi con un vacío aún más grande. La admiración se mezcló con la preocupación y el miedo, es por esto que Reggi se mudó a Los Santos para descubrir que le había pasado a Archie.