Vincenzo Bertucchi [Biografia]



  • NOMBRE COMPLETO: Junior Fuentes / Vincenzo Bertucchi

    FECHA DE NACIMIENTO: 20 de febrero de 2003.

    EDAD: 21.

    LUGAR DE NACIMIENTO: San Sebastián, España.

    NACIONALIDADES: Español (por parte de su padre) he italiana (por parte de su madre).

    SEXO: Masculino.

    PADRES: Padre: Guillermo Fuentes (empresario adinerado, fallecido en un accidente aéreo), Madre: Andrea García (fallecida en el mismo accidente aéreo).

    HERMANOS: Un hermano menor, Elías Fuentes a quien Junior mantiene tras heredar la fortuna de su padre.

    ESTADO CIVIL: Comprometido.

    APARIENCIA FÍSICA: Altura 1.75, cabello rubio y rostro joven, marcado por una expresión de enojo constante debido a la enorme carga de responsabilidad que ha asumido al tomar el control de la empresa familiar. Complexión física atlética, ojos azules y varios tatuajes visibles en brazos y torso.

    PERSONALIDAD: Junior es serio y reservado, enfrentando con determinación las responsabilidades que la vida le ha impuesto. Aunque posee un fuerte sentido del deber, la presión de dirigir la empresa y cuidar de sus hermanos ha afectado su carácter, haciéndolo parecer constantemente enfadado o tenso. Sin embargo, en su círculo íntimo es cariñoso y protector, con un alto sentido de la justicia.

    INFANCIA: Tranquila y con estabilidad económica, rodeado de amigos y familiares.

    JUVENTUD: Cuando el fatídico accidente aéreo que se llevó la vida de sus padres ocurrió, Junior Fuentes se encontraba cuidando a su hermano menor, Elías, en su hogar en los Estados Unidos. La noticia de su pérdida lo sumió en una profunda depresión que marcó el inicio de una difícil etapa en su vida. Durante meses, Junior intentó mantenerse fuerte por Elías, pero la presión de ser el único sustento de su hermano lo obligó a buscar un trabajo estable.

    Su primer empleo fue como mecánico, un oficio que aprendió rápidamente. Sin embargo, las condiciones laborales eran pésimas, con largas jornadas y un ambiente hostil, lo que lo llevó a renunciar al poco tiempo. Posteriormente, encontró un puesto en una empresa de transporte y mudanzas, donde, por primera vez desde la tragedia, comenzó a sentirse cómodo gracias a los compañeros de trabajo que se convirtieron en amigos cercanos. A pesar de esto, su suerte no tardó en cambiar nuevamente, ya que la empresa quebró tras un año de operaciones, dejándolo una vez más en la incertidumbre.

    En medio de esta situación, un abogado de España logró localizarlo para darle una noticia inesperada: sus padres le habían dejado una enorme herencia. Junior recibió no solo una gran suma de dinero, sino también el control de una empresa de seguridad privada de renombre. Este giro del destino lo tomó por sorpresa. En un movimiento no tan inteligente y sin experiencia en el mundo de los negocios, decidió vender gran parte de las acciones de la empresa para obtener liquidez y centrarse en retomar sus estudios.

    Con el alivio de no tener que preocuparse por la comida o el dinero, Junior tomó una decisión significativa: viajó a San Sebastián, su ciudad natal, para completar su formación universitaria. Se matriculó en la Universidad de Deusto, donde se graduó en Administración de Empresas. Durante su tiempo en la universidad, Junior trabajó arduamente, buscando en sus estudios las herramientas necesarias para asegurarse de que nunca volvería a estar en una situación de precariedad.

    Al mismo tiempo, comenzó a experimentar con inversiones en diversas compañías, algunas de las cuales le generaron ganancias significativas. Sin embargo, su ambición y su inexperiencia lo llevaron a tomar una decisión que cambiaría todo.

    Un día, Junior decidió invertir una gran suma en una empresa de ropa emergente que prometía grandes resultados. Lo que no sabía era que la compañía, que alguna vez había sido de alto renombre, había cambiado de propietario recientemente. Bajo su nueva administración, la empresa comenzó a producir imitaciones y falsificaciones de marcas reconocidas, lo que no solo dañó su reputación, sino que también la llevó a la bancarrota.

    La pérdida de esta inversión fue un golpe devastador para Junior, quien había apostado gran parte de su capital en la empresa. Este fracaso financiero marcó el inicio de un camino lleno de dificultades y decisiones precipitadas, que lo llevarían a enfrentarse a su peor crisis personal y económica. La responsabilidad de cuidar a Elías, ahora combinada con una situación económica incierta, comenzó a pesar más que nunca sobre sus hombros, empujándolo hacia una serie de decisiones desesperadas que definirían su futuro.

    EDUCACIÓN: Excelente educación primaria y secundaria. Educación universitaria en la Universidad de Deusto, donde se graduó en Administración de Empresas y adquirió conocimientos avanzados en gestión empresarial

    TRABAJOS PREVIOS: Trabajó en una empresa de transporte y como mecánico, lo que le proporcionó una gran experiencia en logística

    ACTUALIDAD: La noche era oscura, y la lluvia caía con fuerza, empapando las calles de la ciudad y a su única alma errante. Junior Fuentes caminaba sin rumbo, con la mirada perdida y el corazón destrozado. Las malas inversiones lo habían dejado en la ruina, incapaz de llevar alimento a su hermano menor, Elías Fuentes. Su desesperación lo consumía, y ahora, bajo esa tormenta, parecía haber llegado al final de su camino.

    Cerró los ojos, permitiendo que el agua se mezclara con sus lágrimas. Pensaba en la única salida que le quedaba: su seguro de vida. Si él no estaba, al menos Elías podría tener una oportunidad. Pero cuando estaba a punto de dar el paso decisivo, un auto lujoso se detuvo detrás de él, y del interior salió una voz que lo hizo detenerse.

    Al voltear, se encontró con un rostro del pasado: un viejo amigo, alguien que años atrás lo había animado a buscar trabajo en una entidad gubernamental. Sin decir nada, el hombre lo invitó a subir al auto y lo llevó hasta una imponente mansión.

    Junior, empapado y desconcertado, no podía entender cómo alguien con un empleo en el gobierno vivía rodeado de semejante lujo. Mientras su amigo le ofrecía un whisky y un cambio de ropa, le preguntó qué había sucedido. Cansado y sin esperanza, Junior compartió su historia: las malas decisiones, la caída financiera y la responsabilidad de cuidar a su hermano.

    El hombre, tras escucharlo en silencio, le hizo una oferta que lo dejó sin aliento: un trabajo en el bajo mundo. Le entregó una tarjeta con un número y un bolso lleno de dinero, suficiente para salir del hoyo momentáneamente. Antes de despedirse, le aconsejó que regresara a casa, fingiera que todo estaba bien y siguiera adelante por su hermano.

    Esa noche, mientras Elías dormía, Junior miró la tarjeta sobre la mesa. Después de horas de dudas, marcó el número y aceptó la oferta. Para proteger a su hermano de cualquier peligro, adoptó un nuevo nombre: Vincenzo Krasso.

    Como Vincenzo, comenzó a trabajar transportando armas y cargamentos ilegales, asegurándose de que todo estuviera en orden para su jefe. También se encargaba de la seguridad personal del hombre que lo había contratado, convirtiéndose en uno de sus hombres de confianza.

    Con el tiempo, su jefe le encomendó una misión importante: viajar a Italia para recolectar información clave. Allí, Vincenzo se movió entre contactos del bajo mundo, investigando y recopilando datos. Sin embargo, al regresar, se encontró con una noticia inesperada: su jefe había huido del país tras estafar a varias bandas criminales.

    Sin un propósito claro y con tiempo libre, Vincenzo decidió salir a una fiesta donde conoció a dos hombres que cambiarían su vida: Alessandro y Hiroshi. Desde el primer momento, Vincenzo sintió una conexión especial con ellos. Alessandro, en particular, le recordaba a su hermano Elías, y pronto forjaron una amistad tan fuerte que Vincenzo decidió cambiar su apellido, fingiendo que ambos eran hermanos. Juntos, inventaron una historia sobre su huida de Italia tras la caída de su “padre mafioso”.

    Un día, Alessandro le presentó a su hija adoptiva, Yu Aizawa, una niña que rápidamente se ganó el cariño de Vincenzo. Él la mimaba tanto como podía, viendo en ella una luz en medio de su oscura vida. Poco después, Alessandro y su cuñada Emily decidieron presentarle a alguien que cambiaría su vida: Yukiko Wright, una exmiembro de la LSES.

    Desde el primer encuentro, Vincenzo y Yukiko conectaron profundamente. Sus largas conversaciones y la sinceridad de sus intenciones consolidaron una relación basada en confianza y amor. Vincenzo, enamorado como nunca, decidió hacer un gesto algo tonto y romántico: la llevó a la cima del Maze Bank para una sesión de fotos bajo el cielo estrellado. Allí, con la ciudad iluminada a sus pies, le propuso matrimonio, dispuesto a construir una vida juntos.

    Con la fortuna que había acumulado durante su tiempo en el bajo mundo, Vincenzo compró una mansión que siempre había deseado. Se mudó allí con su nueva familia, dispuesto a protegerlos y a construir una nueva vida. Aunque el pasado seguía acechándolo, Vincenzo había encontrado una razón para seguir adelante, decidido a luchar por aquellos que amaba.


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