Lucas Willem



  • Lucas Willem, un holandés de sangre fría y manos de mecánico, era el propietario de un próspero taller automotriz en la tranquila campiña holandesa. Detrás de la fachada de un negocio familiar, ocultaba una operación mucho más oscura: un elaborado esquema de lavado de dinero para una de las mafias más poderosas de Europa.

    Durante años, Lucas había sido el engranaje perfecto en esta maquinaria criminal. Con cada coche tuneado, cada pieza reemplazada, sumas considerables de dinero sucio eran canalizadas hacia cuentas offshore. Sin embargo, un error de cálculo, una pista mal cubierta, puso en peligro su operación y por ende, su vida.

    La mafia holandesa, implacable y despiadada, exigió que Lucas saldara su deuda de inmediato. Con la vida de su familia pendiendo de un hilo, no tuvo más opción que huir. Los Estados Unidos, con su vasto territorio y oportunidades infinitas, parecía el lugar ideal para desaparecer.

    Los Santos, una ciudad vibrante y caótica, fue su destino final. Al llegar, Lucas se dio cuenta de que había cambiado una jaula de oro por una jungla de asfalto. Pero su experiencia en el mundo del automóvil y su habilidad para manipular personas lo ayudaron a adaptarse rápidamente.

    En un garaje abandonado en las afueras de la ciudad, Lucas estableció un nuevo taller. Con cada motor reconstruido, cada carrocería personalizada, su reputación comenzó a crecer. Pronto, los capos locales y los corredores de calle se dieron cuenta de que habían encontrado a un mecánico de primera categoría.

    Los tratos comenzaron a llegar. Desde la restauración de clásicos hasta la modificación de vehículos de alta gama para carreras ilegales, Lucas lo hacía todo. El dinero fluía a raudales, alimentando su sueño de construir un imperio automotriz que le permitiera saldar su deuda y vivir una vida tranquila con su familia.

    Sin embargo, Los Santos era un lugar peligroso, lleno de traiciones y rivalidades. A medida que Lucas se adentraba en el submundo criminal de la ciudad, se dio cuenta de que había cambiado un problema por otro. Los capos locales, atraídos por su éxito y su dinero, comenzaron a poner sus ojos en su negocio.

    Lucas sabía que no podía confiar en nadie. Cada trato, cada socio, era una potencial amenaza. Tenía que ser más astuto, más despiadado, que sus rivales. Y estaba dispuesto a hacer lo que fuera necesario para proteger a su familia y asegurar su futuro.

    Teme que si no logra saldar su deuda y proteger a su familia, habrá fracasado como proveedor y protector.

    Lo que le deparara el futuro a lucas solo el tiempo lo dirá.


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