Nayara Kimiko



  • * NOMBRE COMPLETO: Nayara_Kimiko

    * EDAD: 21 años

    * LUGAR DE NACIMIENTO: Japón

    * NACIONALIDAD: Norteamericana

    * SEXO: Mujer

    * APARIENCIA FÍSICA: Es delgada, mide 1.67 m y pesa 56 kg. Tiene la tez blanca como porcelana, ojos celestes intensos y rasgos delicados con ascendencia japonesa. Su cabello rosado, largo hasta la cintura, tiene mechones que enmarcan su rostro. Su estilo mezcla lo geek, girly y gótico,

    * PERSONALIDAD: Nayara es una joven que irradia una energía vibrante y una personalidad que parece extrovertida y confiada, aunque en realidad esconde una profunda sensibilidad y un corazón herido. Con una mezcla de timidez y valentía, ha aprendido a enfrentar la vida con una máscara de alegría y entusiasmo, aunque por dentro cargue con cicatrices emocionales que nunca sanaron del todo.
    Desde muy pequeña, Nayara sufrió bullying por sus rasgos japoneses y su ascendencia, lo que la hizo sentirse constantemente fuera de lugar. En lugar de rendirse, decidió abrazar sus raíces con orgullo y convertirlas en una parte central de su identidad. Esto la llevó a enamorarse de la cultura japonesa, especialmente del anime, los videojuegos y todo lo relacionado con lo friki. Su estilo único refleja esta pasión: adopta un look que combina el encanto kawaii con un toque de elegancia oscura, mezclando colores pastel y elementos adorables con detalles de moda gótica, como encajes, corsés y accesorios en tonos negros o burdeos. Este estilo girly-gótico se ha convertido en su armadura, una forma de mostrar al mundo que es diferente y está orgullosa de ello.
    A pesar de su apariencia alegre y encantadora, Nayara está profundamente marcada por las heridas de su pasado. Los años de abandono, rechazo y maltrato le dejaron una soledad persistente que trata de esconder tras su actitud optimista. Aunque parece segura y sociable, hay momentos en los que su fragilidad emocional se asoma, recordándole su miedo a no ser suficiente para quienes ama. Sin embargo, su corazón es bondadoso, y tiene una capacidad inmensa para ofrecer amor y compasión a los demás, aunque a menudo se reserve esas emociones para sí misma.
    Su amor por el arte, la gimnasia rítmica y las acrobacias es una extensión de su alma creativa, buscando constantemente formas de expresarse y sanar a través de aquello que le apasiona. Nayara es una persona que, aunque rota por dentro, lucha con determinación para encontrar la felicidad y el lugar donde realmente pertenece, inspirando a otros con su resiliencia y su capacidad de convertir sus heridas en belleza y fuerza. Algo que la hace muy feliz es ayudar a los demás y hacerlos sentir a gusto.

    * HISTORIA:
    - INFANCIA:
    Sus padres la abandonaron a la edad de 2 años y a partir de ahí empezó a vivir en casas hogares, hasta que a los 5 fue trasladada a los EEUU llegó al hogar de VIALPANDO, donde la señora Vialpando cuidaba de ella junto a otros dos niños y a su hijo biológico Pedro_Vialpando.
    En este hogar, si bien tanto Pedro como su madre eran muy amables y atentos, Nayara era discriminada por los otros dos niños los cuales siempre la maltrataban y se burlaban de ella por su nacionalidad.
    Cuando ella cumplió 7 años, la señora Vialpando sufrió de un ataque al corazón, falleciendo y dejando el hogar a cargo de Pedro Vialpando. A pesar de los esfuerzos de Pedro de mantener el hogar funcionando, ya no se le era posible por su corta edad el mantener a tres niños, tomando en cuenta que los otros dos ya sobrepasaban los 15 años, además, no estaba de acuerdo con el trato que estos le daban a Nayara. Tras largas conversaciones con el gobierno, se logró una reasignación de hogares para todos los niños. Mientras Nayara se despedía con su pequeña manita y una sonrisa triste del hogar de los Vialpando donde siempre la habían tratado tan bien y donde finalmente sentía un hogar, al ver a Pedro despedirse también, corrió a abrazarlo, colgándose de sus piernas pidiéndole que no la dejara sola.
    Tras esta triste escena, los encargados de los servicios sociales la tomaron de la mano, separándola y subiéndola al coche donde sería llevada a una nueva casa hogar.
    Pedro se fue a Los Santos. Cada vez Pedro siempre envíaba bastante dinero y Nayara no sabía de dónde salía.
    En los nuevos hogares en los que estuvo, 4 contándolos, veía constantemente como los niños más pequeños entraban y salían, siendo adoptados rápidamente al ser pequeños. Ella sabía que era diferente; mientras la myoría tenía el cabello rubio y ojos claros, ella los tenía marrones claros, cabello oscuro y ojos achinados, rasgos que mayoritariamente las familias no querían para disimular una adopción, preferían niños bien parecidos a ellos.
    A pesar de todo, no perdía la esperanza de que en algún momento alguien quedría adoptarla y darle todo ese profundo amor que ella podía ofrecer. Además, año tras año recibía una carta misteriosa donde ponían el nombre, pero siempre le llegaba dinero. Esto alimentó su curiosidad durante 3 años, tiempo que estuvo en las otras cosas hogares, tratando de encontrar al portador.

    - ADOLESCENCIA:
    Finalmente un día en su décimo cumpleaños, una figura conocida atravesó la puerta y llamó su nombre.
    “Nayara” escuchó ella. Una voz conocida que por segundos la hizo pensar que quizá de tanto que anhelaba una familia que la quisiera se estaba volviendo loca. “Nayara” volvió a escuchar. Finalmente se giró para encontrarse cara a cara con su protector del primer hogar donde se sintió amada. Era Pedro_Vialpando quien con una leve sonrisa que intentaba ocultar la felicidad de volverla a ver, llegaba nuevamente hacia ella.
    Al verlo y darse cuenta de que no se trataba de un sueño, corrió hacia él para abrazarlo con mucha fuerza. Él no le dirigió la palabra, simplemente se miraron durante unos segundos, él la tomó de su manita y caminaron hacia una señora que tenía unos papeles extendidos y un lapicero. Pedro lo tomó, firmó los papeles correspondientes, les tomaron una foto y salieron, ambos en silencio, pero conteniendo la emoción que sentían por volver a unirse.
    Durante cinco años viajaron alrededor de los EEUU visitando y disfrutando de la vida. Ella no sabía como hacía Pedro para tener tanto dinero, y tampoco le importaba mientras pudiese tener una figura paterna que admiraba tanto.
    Cuando cumplió 15 le suplicó que la inscribiera en un internado donde podría desarrollar su arte, desde pequeña le habían gustado mucho las acrobacias, gimnasia rítmica y pintar; claro que todo lo veía siempre desde un televisor y no había tenido el chance para practicarlo, pero desde muy adentro, ella sentía que eso era para ella y quería intentarlo.
    Como siempre, Pedro la apoyó y decidió darle el chance de descubrir lo que quería hacer. Es ahí donde él decidió ir a Los Santos para tener estabilidad y poder más adelante darle a Nayara un hogar agradable, desde siempre había sido un “padre” consentidor. Cada tres meses regresaba a saludar a Nayara, hasta que dos años después, producto de su trabajo, se le empezó a complicar el volver, descontinuando el tiempo que le dedicaba a Nayara y que la veía. Esto generó que ella comenzara a revelarse y a rechazar sus llamadas, tomando decisines impulsivas.

    - JUVENTUD:
    Muy cerca a su graduación, unos compañeros le plantearon vivir una experiencia diferente, ser parte de un circo que haría tours por todos los países. Viendo que no tenía nada que perder y tratando así de retar a Pedro por dejarla sola, decidió ir con ellos.
    Un día antes de su graduación Pedro la llamó y le dijo que no podría ir, por lo que esto hizo que ella paresurara la decisión de irse al circo. Terminando su graduación, escapó con sus amigos y se fue.
    La emoción del circo le duró solo 6 meses hasta que se dio cuenta de que no era realmente para ella. Se sentía desmotivada y sin vocación, no sabía que hacer, solo tenía claro lo mucho que extraña a la única figura que representaba paternidad y amor en su vida: Pedro Vialpando, su padre adoptivo.
    Con mucha pena y vergüenza volvió a contactarlo. Hablar con él se sintió como si nunca se hubiesen separado. Él la invitó a Los Santos, donde finalmente podrían vivir y compartir juntos. Acordaron dejar todo en el pasado y volver a empezar, dejando de lado su desobediencia y escape impulsivo.
    Recogió las pocas cosas que tenía, ya que al escapar había dejado la mayoría, y tomó rumbo hacia Los Santos, con el boleto que su padre había pagado. Llegó ansiosa a la ciudad, la tan conocida como “la prometedora”, pero eso no era lo que más la emocionaba, sino que finalmente podría volver a verlo.
    Ella no había querido ser desobediente; sin embargo, que él hubiese dejado de verla, la había herido profundamente, al recordar la herida de abandono que tenía, los malos tratos que recibió desde pequeña, la cuantiosa cantidad de hogares en los que tuvo que estar, y el sentirse alejada tantas veces. Ella solo quería volver a iniciar y que su padre la perdonara y la hiciese sentir como en casa, como siempre lo había hecho, y poder hacer ella lo mismo por él.
    Aunque había cometido errores, Nayara sabía que Pedro era su hogar, y estaba decidida a demostrarle su amor y gratitud. Al llegar a Los Santos, se dio cuenta de que no solo había recuperado a un padre, sino también la oportunidad de construir juntos un futuro lleno de amor y nuevas esperanzas.


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