Historia de Lorenzo Donati



  • NOMBRE COMPLETO: Lorenzo Donati
    EDAD: 28
    LUGAR DE NACIMIENTO: Lecce, Italia
    NACIONALIDAD: Estadounidense
    SEXO: Hombre.

    PADRES:
    Padre: Massimo Donati, carpintero, fallecido a los 57 años. Madre: Ginevra Bianco, ama de casa, fallecida a los 52 años.

    APARIENCIA FÍSICA: Lorenzo mide 1,92m. Su piel es blanca. Tiene los ojos azules. Con un tono castaño, le gusta llevar el pelo bien peinado, corte clásico. Hablando de su físico, es fuerte, algo voluminoso y definido.

    PERSONALIDAD: Le encanta hacer deporte, sentirse en forma y sentirse bien consigo mismo. Le gusta el orden y el buen funcionamiento de todo. Cree que sin orden y sin ley el mundo no funcionaría. Ante la gente, puede parecer algo reservado y misterioso, pero en el fondo es empático y abierto. Le encanta pasar tiempo en compañía aunque en ocasiones, necesita privacidad y estar solo.

    HISTORIA (infancia, juventud, actualidad):
    Lorenzo Donati nació en un pequeño pueblo de Italia (Lecce), donde la vida transcurría entre risas y tradiciones familiares. Sin embargo, su infancia se vio truncada por la brutalidad de la mafia, que una noche oscura y silenciosa, arrebató a su familia de manera violenta debido a un ajuste de cuentas. Lorenzo, que apenas era un bebé, fue el único sobreviviente junto con sus padres gracias a su valentía, quienes, aterrados pero decididos, tomaron la difícil decisión de emigrar a Estados Unidos en busca de un nuevo comienzo.

    Al llegar a Nueva York, la familia Donati se enfrentó a un mundo completamente diferente. Lo primero que hicieron, fue cambiar su nacionalidad así como sus identidades. Sus padres trabajaron incansablemente para ofrecerle a Lorenzo una vida alejada de la sombra del crimen que había marcado su pasado. Desde pequeño, Lorenzo aprendió el valor del trabajo duro y la importancia de vivir con principios. Sus padres le inculcaron la idea de que la vida debía ser vivida con honor y respeto, y que siempre debía luchar por lo que era correcto.

    A medida que crecía, Lorenzo se destacó en el deporte. Su energía y determinación lo llevaron a convertirse en un atleta excepcional. Pasaba horas entrenando, ya fuera en el gimnasio o en el parque, y su cuerpo se fue forjando en un templo de fuerza y disciplina. La actividad física no solo le brindó un escape, sino que también le enseñó sobre la perseverancia y el trabajo en equipo.

    Con el tiempo, sus padres fallecieron en un accidente de tráfico. Fue entonces cuando Lorenzo se mudó a Los Santos, una ciudad vibrante y llena de vida, pero también de desafíos. A sus 28 años, se había convertido en un hombre fuerte, tanto física como mentalmente. Su amor por el orden y la justicia lo llevó a soñar con convertirse en policía. Quería ser un protector de la comunidad, alguien que pudiera marcar la diferencia y ayudar a aquellos que, como él, habían sufrido por la violencia y la injusticia.

    Actualmente, cada día, se levanta con el sol, listo para enfrentar los retos de sus entrenamientos. Los valores que sus padres le habían inculcado son su guía, y su deseo de mantener el orden en la sociedad es su misión. A pesar de su fuerza, en ocasiones ahoga la pérdida de sus padres sumergiéndose en la lectura o en la música, aumentando así su melancolía.


Accede para responder