++ $t("links.title") ++
Your browser does not seem to support JavaScript. As a result, your viewing experience will be diminished, and you may not be able to execute some actions.
Please download a browser that supports JavaScript, or enable it if it's disabled (i.e. NoScript).
NOMBRE COMPLETO: Carlos Pagani EDAD: 94 LUGAR DE NACIMIENTO: Bozeman, Montana, Estados Unidos NACIONALIDAD: Estadounidense SEXO: Hombre APODO: El Viejo
Conocido como "El Viejo", Carlos Pagani, tiene una presencia imponente que no pasa desapercibida. Con 94 años, su postura erguida y su mirada calculadora no reflejan su edad avanzada. De complexión robusta y con el rostro marcado por los años, se mantiene siempre bien vestido, con trajes impecables que van acompañados de su característico sombrero marrón. Es raro verlo sin él, un símbolo de su identidad y de su capacidad para mantener el control en cualquier situación. Sus ojos marrones, fríos como el metal, revelan un hombre que ha visto mucho y sabe cómo moverse en las sombras.
Carlos nació en Bozeman, Montana, una ciudad pequeña pero estratégica, donde la vida era dura y las oportunidades escasas. Desde joven, se vio obligado a aprender a defender lo que era suyo, no solo con la fuerza física, sino con astucia y preparación. A pesar de provenir de una familia que, si bien no era adinerada, le enseñó a luchar por lo que quería, fue la vida en las tierras rurales lo que lo formó como el hombre que es hoy.
En su juventud, Carlos no fue ajeno a las peleas y las disputas territoriales. La violencia estaba siempre presente en su entorno, y a medida que crecía, desarrolló una habilidad natural para el manejo de armas. Su padre le enseñó a disparar a una edad temprana, y a los 18 años, ya era un experto en el uso de todo tipo de armas de fuego, desde rifles de largo alcance hasta pistolas de corta distancia. En ese entonces, las tensiones con los rancheros vecinos y las bandas locales lo obligaron a defender su hogar con todo lo que tenía a su alcance.
Carlos es un hombre con un carácter inquebrantable, que sabe cuándo hablar y cuándo callar. Su temperamento es feroz cuando se ve desafiado, pero también es un hombre calculador que prefiere evitar los conflictos innecesarios. Sin embargo, cuando se ve en una situación donde debe tomar el control, su capacidad para actuar con rapidez y brutalidad es lo que lo ha mantenido en la cima. Su moralidad es flexible, y aunque mantiene un código personal, no duda en utilizar cualquier medio necesario para alcanzar sus objetivos.
Carlos no tiene una educación formal. Sin embargo, la vida en el campo y su participación en actividades de alto riesgo le otorgaron una educación práctica en estrategia, manejo de armas y resolución de conflictos. Es un hombre que confía más en la experiencia que en los libros.
Hoy en día, aunque ya se retiro de su rancho, Carlos ha diversificado sus actividades, encontrando su lugar en el submundo de Los Santos, donde las reglas del juego son completamente diferentes. A pesar de su edad, su mente sigue tan afilada como siempre, y su habilidad con las armas lo mantiene como una hombre respetado y temido en las sombras de la ciudad. Su rancho, en el que se mantiene alejado de los ojos curiosos, sirve como un refugio y también como un punto estratégico para sus actividades.