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Vladikyakov Petrov nació en Vladivostok, Rusia, el 1 de diciembre de 2004, en el seno de una familia marcada por el crimen y las deudas. Su padre, profundamente endeudado con organizaciones criminales rusas, puso a su familia en grave peligro. Cuando Vlad tenía apenas 10 años, la situación se volvió insostenible y los acreedores comenzaron a amenazar la vida de los Petrov.
Junto a su hermano mayor, Makarov Petrov, Vlad se vio obligado a huir de Rusia. La única opción viable fue escapar a Rumania, donde intentaron rehacer sus vidas lejos del alcance de sus enemigos. Sin embargo, el mundo del crimen los persiguió incluso en el exilio. Para sobrevivir, Vlad y Makarov comenzaron a trabajar para figuras del bajo mundo, involucrándose en el tráfico de armas y el asesinato por encargo. A una edad temprana, Vlad se manchó las manos y adquirió ciertos entrenamientos militares gracias a su hermano, quien le enseñó a defenderse en un entorno hostil.
Vlad nunca obtuvo educación formal, ni primaria ni secundaria, lo que lo llevó a aprender de la dura realidad que lo rodeaba. A medida que se asentó en Rumania, olvidó el idioma ruso y adoptó la jerga rumana, lo que complicó su conexión con su pasado.
Aunque Vlad nunca estuvo a cargo de grandes operaciones, se encargaba de los trabajos sucios para quienes tenían el control. Aprendió los métodos del crimen desde las bases: ser eficiente, mantener un perfil bajo y nunca cuestionar las órdenes. Este aprendizaje forzado le otorgó una habilidad única para moverse entre las sombras sin llamar la atención, convirtiéndose en una herramienta indispensable para varios capos.
Ahora, a sus 21 años, Vladikyakov ha llegado a Los Santos, buscando una nueva oportunidad en el vasto y peligroso submundo criminal de la ciudad. Su principal objetivo es conseguir una buena economía y seguir vivo, a pesar de los problemas que surjan, ya sea en Los Santos o en el norte. Aunque no es un líder nato, su experiencia y habilidades le han ganado un lugar entre los más peligrosos. Junto a su hermano Makarov, Vlad busca hacerse un nombre mientras mantiene un perfil bajo, calculando cada movimiento para sobrevivir en un entorno traicionero.
Personalidad:
Silencioso pero eficiente: Prefiere no hablar demasiado, pero siempre cumple con su trabajo de manera impecable.
Leal a su hermano: A pesar de su desconfianza hacia la mayoría, Vlad tiene una conexión profunda con Makarov, con quien ha sobrevivido desde la infancia.
Adaptable: Ha aprendido a cambiar y ajustarse a las circunstancias, lo que lo convierte en un superviviente nato.