Lara Royce


  • LSSD - Andromeda

    Lara nació en Polonia el 5 de agosto de 1995. Desde la disolución de la Unión Soviética, Polonia estaba inmersa en un proceso de transición a la democracia, mientras que su economía se iba liberalizando poco a poco y muchas empresas de importación y exportación empezaban a tener mucho éxito. Los vehículos fueron la principal importación durante este periodo. A medida que crecía la riqueza local, la gente podía permitirse mayores libertades económicas. Entre estas personas se encontraba la familia de Lara, que vivía una vida plena. Aunque la gran pasión de Lara por los coches empezó en su adolescencia, la cultura del tunning se consolidó definitivamente en 2015. Modificaban coches europeos, japoneses y americanos hasta el límite para exprimir cada gramo de potencia de cada vehículo y, sobre todo, hacían tantos cambios visuales como fuera posible para dar a cada coche el aspecto más bonito. A Larale encantaba ver vídeos en Internet y utilizaba su dinero de bolsillo para asistir a todos los eventos posibles, siempre con el deseo de trabajar algún día en las mismas bellezas que ansiaba poseer. Lara creció queriendo cumplir sus deseos y anhelos con su gran afición, y demostrando su gran pasión siempre que podía, en sus estudios durante su adolescencia y juventud durante su época universitaria, en la que se dedicó a sus estudios de mecánica del automóvil. Gracias a una beca por su gran rendimiento en sus notas universitarias, consiguió asegurarse una nueva vida y un trabajo como mecánico en un taller de su ciudad, donde trabajó durante mucho tiempo hasta que se dio cuenta de que estaba repitiendo el mismo ciclo todos los días y de que ya no le gustaban los coches tanto como antes. Así que, con mucho dinero ahorrado durante todos estos años, decidió empezar de nuevo en la tierra de los grandes sueños, cogiendo el primer avión hacia la costa oeste de Estados Unidos, directo al estado de San Andreas. Al llegar a la tierra de las oportunidades, Lara exploró varias opciones laborales. Tras trabajar en una tienda 24 horas durante mucho tiempo, se dio cuenta de que el salario era limitado, así que decidió buscar otras oportunidades laborales. Un día, hablando con un amigo, este le mencionó que iba a alistarse en el ejército estadounidense y le animó a hacerlo. Tras unas semanas pensando en su futuro, Lara decidió que la mejor idea sería alistarse en el ejército para convertirse en ciudadano estadounidense, obtener un sueldo mejor y todas las ventajas que ofrece el ejército de Estados Unidos. Tras cuatro años de servicio, Lara decidió no renovar su contrato e intentar formar una familia y conseguir un trabajo que le diera prestaciones de veterano.


Accede para responder