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Nombre Apellido: Samantha Cortez Edad: 21 Nacionalidad: Estadounidense. Lugar de nacimiento: Vespucci, Los Santos, San Andreas. Etnia: Hispana.
Descripción psicológica: Es empático, su carácter puede hacer que sea un poco imprudente cuando está en confianza. Odia la monotonía, es hiperactivo y suele ser preciso tomando decisiones en situaciones estresantes.
Descripción física: De metro ochenta y ocho, noventa kilogramos, postura firme, siempre ensanchando su pecho. Se nota algo de apatía en su semblante. Rasgos latinos, es algo robusto.
Historia: Samantha Cortez es el menor del seno de una familia de inmigrantes mexicanos, junto a su hermana Lucia. Lucia actualmente se encuentra estudiando en la ULSA estudiando medicina. Samantha nació en una familia humilde pero cariñosa no. Durante su infancia no hubieron muchos lujos; sin embargo, su padre siempre fue trabajador y se aseguró que su familia nunca sintiera las luchas y sacrificios que tuvieron que enfrentar.
Sami, como solía llamarle su familia, y luego también sus amigos, nunca llegó a brillar en los estudios, pero los superó, lento pero constantemente. No porque el chico fuera tonto, sino porque, aunque su padre intentaba cobijarle lo mejor que podía, la ayuda del ya adolescente era necesaria en el taller familiar de vez en cuando, así que eso sólo significaba menos tiempo para estudiar, y no es que su familia tuviera tradición de estudiar de todos modos. Todo ello se suma a no tener un expediente académico excelente.
En cualquier caso, Samantha finalmente pudo obtener su diploma, aunque le costó un año más que a la mayoría de sus amigos, lo logró. Lo que el no sabía, era lo que estaba detrás de la puerta, la vida adulta. Samantha había crecido ayudando a su familia en el taller, así que acabó trabajando allí a jornada completa, aunque eso no era, desde luego, un futuro adecuado para él, y lo sabía. Mientras gastaba gotas y sudor en el trabajo, conoció a una nativa inglesa llamada Isabella, y en un abrir y cerrar de ojos, llevaban juntos un par de años. Tras un par de años juntos, las conversaciones sobre mudarse a un apartamento juntos habían comenzado; sin embargo, no había manera de que Cortez pudiera permitírselo con su trabajo actual.
Por ende, Samantha empezó a buscar trabajo aquí y allá, pero nada le encajaba. Dicen que a veces hay que dejar que la vida te persiga, en lugar de perseguirla uno mismo, y así sucedió. Era un día cualquiera de enero, toda la familia Cortez estaba reunida después de las fiestas de fin de año, donde decidieron ir a una exhibición de la flota de primeros auxilios que organizaban en el aeropuerto de LS la LSSD, SASPS y LSES. Era claro que en algún momento de su adolescencia tuvo algún problema con la policía. No algo que lo llevara a tener problemas legales, más que nada temas de familia y moral. Gracias a esto, nunca le llamó la atención una carrera dentro de un departamento policial; sin embargo, por alguna razón, algo hizo que despertara su interés al asistir a aquella feria. Después de aquella feria, de ver los vehículos, hablar con los oficiales y demás (y por supuesto, de darse cuenta de que el trabajo ofrecía un sueldo mucho mejor) Se planteó la idea de optar por una carrera dentro del Departamento. Tras unos meses de tener esa idea dando vueltas en su cabeza, finalmente decidió postular a la LSSD con el fin de gozar de una mejor calidad de vida y salario, así como beneficios de salud y otras cosas.