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Nombre: Noah Mckenzie Edad: 21 años. Nacimiento: 17/07/2003 Nacionalidad: Estadounidense. Residencia: Torre Paleto, Paleto Bay Estudios: Secundario completo. Estudia Medicina en la ULSA.
Altura: 1,80 Peso: 85Kg Complexion: Atletica
Noah Mckenzie nació un 17 de Julio de 2003 en los idílicos campos de Grapeseed, un pequeño paraje que se encuentra al norte de la bulliciosa ciudad de Los Santos. Creciendo en un entorno rodeado de la naturaleza y con el sonido del viento acariciando los cultivos, Noah desarrolló una conexión especial con su hogar y la comunidad. Hijo del agricultor Jhon Mckenzie y de Alice Fabbri, una reconocida profesora de biología, desde pequeño estuvo expuesto a valores fundamentales como el trabajo duro, la educación y el compromiso social.
La infancia de Noah transcurrió entre juegos al aire libre, exploraciones en la vasta campiña y una fuerte influencia familiar. Su padre, implicado en la agricultura local, inculcó en él la importancia de cuidar la tierra y de mantenerla floreciente, mientras que su madre le mostró el valor del conocimiento y la curiosidad intelectual. Estos principios no solo moldearon su carácter, sino que también lo llevaron a involucrarse activamente en su comunidad desde temprana edad.
Desde sus primeros años en la escuela, Noah destacó no solo por su rendimiento académico, sino también por su destreza en los deportes. Su pasión por estos era evidente; cada tarde, después de las clases, se podía encontrar en la cancha de baloncesto o en el campo de fútbol, compartiendo risas y retos con sus amigos. La natación también ocupaba un lugar especial en su corazón. Cada verano, las aguas del lago Zancudo se convertían en su refugio, donde pasaba horas nadando y disfrutando de la libertad que el agua le proporcionaba.
A medida que crecía, Noah se volvió conocido en su comunidad por su naturaleza amigable y solidaria. Siempre estaba dispuesto a tender una mano a quienes lo necesitaban. Ya fuera organizando eventos deportivos para recaudar fondos para obras benéficas o ayudando a sus vecinos mayores con tareas del hogar, su compromiso con el bienestar social fue creciendo y consolidándose. Él entendía que su felicidad personal iba de la mano con la felicidad de los demás, y así implementó esta filosofía en todas sus acciones.
A los 18 años decidió que quería impactar aún más a su comunidad, así que se unió a un programa de voluntariado donde ayudaba a jóvenes en riesgo. Su empatía y habilidades interpersonales le permitieron crear un espacio seguro y confiable para estos chicos, quienes encontraron en él no solo un mentor, sino también un amigo. A través de actividades deportivas y charlas motivacionales, asi se convirtió en un modelo a seguir, inspirando a otros a salir adelante a pesar de las adversidades.
Hoy en día es un joven lleno de sueños y aspiraciones, pero su enfoque no es solo personal. Busca constantemente maneras de aportar aún más a la sociedad, ya sea a través del deporte, la educación o el voluntariado. Con la mirada fija en el futuro y el corazón lleno de esperanza, representa la esencia de una juventud comprometida, lista para hacer frente a los desafíos del mundo moderno sin perder de vista sus raíces, sus valores y el amor por su comunidad.