++ $t("links.title") ++
Your browser does not seem to support JavaScript. As a result, your viewing experience will be diminished, and you may not be able to execute some actions.
Please download a browser that supports JavaScript, or enable it if it's disabled (i.e. NoScript).
Conrad Jefferson nació el 22 de febrero de 2000 en el condado de Blaine. Es hijo de Juan Jefferson, un padre alcohólico que abandonó a su mujer, Christina Sánchez, y a su hijo cuando Conrad tenía diez años. Su madre se vio obligada a trasladarse a Vespucci Beach para proporcionar una vida mejor a su hijo. Conrad estaba abatido por la muerte de su padre, y a menudo se encerraba en su habitación durante horas y horas. Cuando su madre intentaba averiguar qué le pasaba, hablaba con él y le animaba a que se fijara en las palabras, cosa que hizo, y empezó a hacer amigos en el colegio. Durante la jornada escolar, Conrad se encontró con un grupo de amigos llamados Jackson, Markus, David y Juliette. Todos ellos le ayudaron incluyéndole en sus salidas, tareas y deberes. Todo ello contribuyó a la socialización de Conrad, que los consideraba su familia. La situación económica de la madre de Conrad empeoró cuando él tenía dieciséis años, y empezó a plantearse la autosuficiencia; de ahí que Conrad trabajara como tendero en el Vespucci Beach 24/7 durante casi 7 años.
A lo largo de su tiempo en el 24/7 y debido a la jurisdicción asignada al Departamento del Sheriff del Condado de Los Santos, Conrad trató exclusivamente con ayudantes del sheriff e incluso entabló amistad con ellos, lo que proporcionó a Conrad inspiración mental para el trabajo. Desde ayudantes que pasaban casualmente a tomar una copa o a conversar brevemente con él hasta llamadas al 911 que él mismo realizaba. Uno de esos ayudantes era el ayudante González, que tenía una forma única de acercarse y tratar con los ciudadanos. A Conrad le deslumbraba lo amable que era el ayudante González; incluso lo consideraba un amigo. Conrad recordaba que un día, mientras realizaba sus tareas habituales, un individuo que parecía enfermo mental intentó robar en la tienda. Conrad sabía que podía confiar en los ayudantes que trabajaban en su zona; no tardó en llamar al 911 y dos ayudantes sacaron al individuo de la tienda. Como adolescente, se sentía seguro sabiendo que había ayudantes de policía muy trabajadores que marcarían la diferencia en la vida de todo el mundo, igual que hicieron con él.